miércoles, 24 de marzo de 2021

Relación entre santidad y política


Teología | Jon Sobrino




 

Relación entre santidad y política

 

La expresión santidad política puede parecer todavía hoy una expresión desconcertante por relacionar dos realidades que se presumen normalmente separadas de hecho y de derecho, y es una expresión ambigua mientras no se concretice qué se entiende por ambas cosas. De forma muy general, pero suficiente para este trabajo, entendemos por santidad una realización notable de la fe, esperanza y, sobre todo, de la caridad y de las virtudes que genera el seguimiento de Jesús. Entendemos por política aquella práctica dirigida a transformar estructuralmente la sociedad en la dirección del reino de Dios, en que se haga justicia a las mayorías pobres y oprimidas y en que éstas encuentren vida y salvación histórica.

 

Relacionar ambas cosas supone una doble novedad. La primera consiste en presentar un nuevo ámbito para la santidad como posible y necesaria. A lo largo de la historia de la Iglesia se ha presupuesto que ese ámbito es la ascesis personal, la contemplación, el ejercicio de la caridad en su forma asistencial o promocional. En la actualidad, debido a la toma de conciencia de la miseria y opresión de las mayorías y a los procesos de liberación que se han desencadenado en el Tercer Mundo (con sus analogías en el Primer Mundo en resistencia a las dictaduras, en esfuerzos de democratización, etcétera), el ámbito de lo político aparece para los cristianos como ámbito para la santidad, que no excluye otros posibles ámbitos, pero que se ofrece como una posibilidad e históricamente como una necesidad, según los signos de los tiempos.


La política ofrece hoy, por tanto, una materialidad para la santidad, y la santidad permite una acción política más humanizadora para quien la realiza


La segunda novedad, más reciente y surgida de la propia experiencia del compromiso político de los cristianos, es que no se trata ya de relacionar solo fe y política, cristianismo y política, de analizar su compatibilidad teórica, la exigencia del compromiso político en nombre de la fe, sino de relacionar santidad y política. Esto se debe, creemos, a una doble constatación:

 

a) para mantener una vida cristiana política no basta con la lucidez teórica sobre su posibilidad y legitimidad, sino que se necesita la realización notable de valores específicamente cristianos;

 

b) una realización santa de la acción política es necesaria para evitar los subproductos negativos inherentes a ésta e incluso para potenciarla en su eficacia histórica.

 

La política ofrece hoy, por tanto, una materialidad para la santidad, y la santidad permite una acción política más humanizadora para quien la realiza y para el proyecto político que se impulsa. Esto es lo que pretendemos mostrar a continuación a partir de la realidad existente de ese tipo de santidad y no solo de un análisis meramente conceptual.

 

Jon Sobrino: Perfil de una santidad política

Aparición original: «Concilium» 183(marzo 1983)335-344

 

 


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