Vida Consagrada | Elías López Pérez, SJ
Iglesia sinodal
Sinodalidad (del griego sin-odos) significa
juntos-camino. El Papa Francisco invita a la Iglesia a hacer este camino
juntos:
«El mundo en el que vivimos, y que estamos
llamados a amar y servir también en sus contradicciones, exige de la Iglesia el
fortalecimiento de las sinergias en todos los ámbitos de su misión.
Precisamente el camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la
Iglesia del tercer milenio».
«La Iglesia —continúa el Papa— no es otra cosa que
el “caminar juntos” de la grey de Dios por los senderos de la historia que sale
al encuentro de Cristo el Señor (...). Lo que el Señor nos pide, en cierto
sentido, ya está todo contenido en la palabra “Sínodo”».
Pero, también advierte: «Caminar juntos —laicos,
pastores, Obispo de Roma— es un concepto fácil de expresar con palabras, pero
no es tan fácil ponerlo en práctica». ¿Cómo ponerlo en práctica para alimentar
y sostener la fidelidad?
1.- La sinodalidad invita a ser Iglesia que
escucha humildemente: la Iglesia sinodal es menos Santa Sede que habla ex
cátedra para salir más a caminar y dialogar con otros. Es una Iglesia que
escucha antes de hablar. Y así, en camino, en moción espiritual y diálogo
espiritual, es comunidad de aprendizaje con otros. Para escuchar a otros
distintos la Iglesia tiene que ser humilde. La fidelidad se hace sostenible
gracias a la escucha humilde en las congregaciones.
2.- La sinodalidad invita a ser Iglesia en salida:
una iglesia en salida no puede ser sedentaria, Santa Sede, entre paredes. Ser
fieles a la Iglesia en salida es ser fieles a una mente abierta que piensa
fuera de la caja, de prejuicios; fieles a un corazón abierto que supera la
autorreferencialidad; y fieles a una voluntad abierta y libre para colaborar
más allá de lo parroquiano. Iglesia en salida es también ser fiel a la ligereza
de estructuras institucionales para no acomodarnos en inercias centrípetas. Ser
fiel a la Iglesia en salida es ser fiel a una Iglesia itinerante, que nunca se
estanca. También la fidelidad se hace sostenible gracias a la apertura de
congregaciones en salida, no autorreferencial.
3.- La sinodalidad invita a ser Iglesia hospital
de campaña: la Iglesia en salida no sale a cualquier sitio sino que va a los
lugares de mayor dolor para ser allí hospital de campaña que sana las heridas
causadas por tanta violencia en el mundo. Se trataría de una Iglesia que opta
preferencialmente por los pobres y excluidos. Una Iglesia que es hospital, pero
de campaña, ligera de estructuras y equipaje para estar disponible a ir donde
más se necesite. Una iglesia como la sangre, que va a la herida para sanar sin
necesidad de ser llamada. La fidelidad se sostiene y alimenta gracias a que las
congregaciones son hospital de campaña.
4.- La sinodalidad invita a ser Iglesia de
comunión: la Iglesia de comunión es una Iglesia que promueve y celebra la
diversidad como parte de la creación riquísima de Dios. Es una Iglesia fiel al
encuentro entre distintos por medio de la fe en el diálogo ecuménico e
interreligioso, intercultural y de cruce de saberes. La Iglesia de comunión se
construye gracias al discernimiento en común pues éste está al servicio de la
unión de ánimos en la comunidad. Como el amor de Dios Trino que articula en sí
la unidad en la diversidad y la diversidad en la unidad. Ser fieles a la
Iglesia de comunión es ser fieles a la reconciliación y al perdón, al amor al
enemigo de la invitación del Padre celestial que hace salir el sol sobre buenos
y malos (Mt 5, 45), pues fundamentalmente sólo se ama lo distinto. La fidelidad
se sostiene y nutre de congregaciones que viven y promueven la comunión.
Según el Papa Francisco la sinodalidad implica dos
actitudes en el discernimiento: parresía y humildad en la escucha. Y añadía:
«Y háganlo con mucha tranquilidad y paz, porque el
Sínodo se desarrolla siempre “cum Petro et sub Petro” —con Pedro y bajo Pedro—
y la presencia del Papa es garantía para todos y custodia de la fe. Queridos
hermanos, colaboremos todos juntos para que se afirme con claridad la dinámica
de la sinodalidad ¡Gracias!».
El camino sinodal nos irá mostrando una cultura y
estructuras de gobierno más articulado con la gobernanza participativa y
circular, en redarquías donde la autoridad de Pedro al servicio de la unidad se
refuerce. Así ayudaremos a que la Iglesia sinodal sea condición de posibilidad
de una fidelidad renovada, fidelidad sinodal.
Elías López Pérez, SJ en Fidelidad sinodal.
Liderazgo de discernimiento congregacional. CONFER, revista de la Vida
Religiosa, NO. 228, pp. 495-496, 2020.
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