Generaciones | Mensaje del Papa
Del Papa a los Abuelos y mayores
El Mensaje del Santo Padre Francisco para la
Primera Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, que se celebra el
cuarto domingo de julio -este año el 25 de julio- tiene como tema "Yo
estoy contigo todos los días" (cf. Mt 28,20). ¿Qué dice el Papa a los
abuelos y mayores? Veamos.
1. ¿Cuál es su vocación?
¿cuál es nuestra vocación hoy, a nuestra edad?
Custodiar las raíces, transmitir la fe a los jóvenes y cuidar de los pequeños.
No lo olviden.
2. No hay jubilación para la fe
No importa la edad que tengas, si sigues
trabajando o no, si estás solo o tienes una familia, si te convertiste en
abuela o abuelo de joven o de mayor, si sigues siendo independiente o necesitas
ayuda, porque no hay edad en la que puedas retirarte de la tarea de anunciar el
Evangelio, de la tarea de transmitir las tradiciones a los nietos.
3. Una vocación renovada para ti
Es necesario ponerse en marcha y, sobre todo,
salir de uno mismo para emprender algo nuevo. Hay, por tanto, una vocación
renovada también para ti en un momento crucial de la historia. Te preguntarás:
pero, ¿cómo es posible? Mis energías se están agotando y no creo que pueda
hacer mucho más.
4. Hay respuestas para muchas preguntas
Te preguntarás también: ¿Cómo puedo empezar a
comportarme de forma diferente cuando la costumbre se ha convertido en la norma
de mi existencia? ¿Cómo puedo dedicarme a los más pobres cuando tengo ya muchas
preocupaciones por mi familia? ¿Cómo puedo ampliar la mirada si ni siquiera se
me permite salir de la residencia donde vivo?
5. ¿Puedes volver a nacer ya mayor?
El mismo Jesús escuchó una pregunta de este tipo a
Nicodemo, que le preguntó: «¿Cómo puede un hombre volver a nacer cuando ya es
viejo?» (Jn 3,4). Esto puede ocurrir, responde el Señor, abriendo el propio
corazón a la obra del Espíritu Santo, que sopla donde quiere. El Espíritu
Santo, con esa libertad que tiene, va a todas partes y hace lo que quiere.
6. De la crisis salgamos mejores
Como he repetido en varias ocasiones, de la crisis
en la que se encuentra el mundo no saldremos iguales, saldremos mejores o
peores. Y «ojalá no se trate de otro episodio severo de la historia del que no
hayamos sido capaces de aprender —¡nosotros somos de cabeza dura!—.
7. Nadie se salva solo. Somos todos hermanos
Ojalá no nos olvidemos de los ancianos que
murieron por falta de respiradores […]. Ojalá que tanto dolor no sea inútil,
que demos un salto hacia una forma nueva de vida y descubramos definitivamente
que nos necesitamos y nos debemos los unos a los otros, para que la humanidad
renazca» (Carta enc. Fratelli tutti, 35). Nadie se salva solo. Estamos en deuda
unos con otros. Todos hermanos.
8. Tú también aportas a la fraternidad y la
amistad social
En esta perspectiva, quiero decirte que eres
necesario para construir, en fraternidad y amistad social, el mundo de mañana:
el mundo en el que viviremos —nosotros, y nuestros hijos y nietos— cuando la
tormenta se haya calmado.
9. Hay tres pilares para construir el mundo del
mañana
Todos «somos parte activa en la rehabilitación y
el auxilio de las sociedades heridas». Entre los diversos pilares que deberán
sostener esta nueva construcción hay tres que tú, mejor que otros, puedes
ayudar a colocar. Tres pilares: los sueños, la memoria y la oración. La
cercanía del Señor dará la fuerza para emprender un nuevo camino incluso a los
más frágiles de entre nosotros, por los caminos de los sueños, de la memoria y
de la oración.
10. Alianza de jóvenes y mayores
El futuro del mundo reside en esta alianza entre
los jóvenes y los mayores. ¿Quiénes, si no los jóvenes, pueden tomar los sueños
de los mayores y llevarlos adelante? Pero para ello es necesario seguir
soñando: en nuestros sueños de justicia, de paz y de solidaridad está la
posibilidad de que nuestros jóvenes tengan nuevas visiones, y juntos podamos
construir el futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...