viernes, 2 de julio de 2021

Una Espiritualidad de Misericordia y Justicia


Espiritualidad del Corazón | Hans Kwakman/CorNovum





Una Espiritualidad de Misericordia y Justicia

 

En "Hoog Tijd voor een Andere God" (Se trata del Tiempo de Otro Dios), Roger Burggraeve escribe que hoy enfatizamos con razón la misericordia y el perdón de Dios, pero al hacerlo corremos el riesgo de dañar a las víctimas de la injusticia. Se les niega la justicia. La Espiritualidad bíblica del Corazón, sin embargo, nos invita a inspirarnos en el corazón de Dios, fuente tanto de la misericordia como de la justicia de Dios.

 

 La misericordia de Dios es incondicional. El Papa Francisco se refiere al libro del Génesis, donde está escrito que incluso si "la maldad de la gente sobre la tierra todavía aumentó" (Gn. 6: 5), el Señor, en su misericordia, dio a la gente la oportunidad de comenzar de nuevo (ver Gén. 9:11; LS 71).

 

Sin embargo, refiriéndose a los profetas y salmos bíblicos, el Papa también señala  que "si la justicia ya no habita en la tierra, entonces la Biblia nos dice que toda vida está en peligro" (LS 70). El Papa culpa de que todavía exista tanta injusticia en el mundo a la arbitrariedad de los que están en el poder, que controlan las riquezas naturales de la tierra, entre otras cosas (LS 82).

 

Jesús tiene un mensaje claro acerca de los que están en el poder: "Sabéis que los gobernantes oprimen a sus pueblos y los líderes abusan de su poder. No es así como debe ser entre vosotros. El que quiera ser el más importante entre vosotros debe servir a los demás" (Mat. 20: 25-26; LS 82).

 

Cuando dejamos de esforzarnos por estar al servicio de nuestro prójimo, de quien somos responsables, la relación con nosotros mismos y con los demás, con Dios y la tierra, se verá interrumpida, afirma el Papa (LS 70). Y añade: "La sincera preocupación por nuestra propia vida y por nuestra relación con la naturaleza no puede separarse de la solidaridad, la justicia y la fidelidad hacia los demás" (LS 70).

 

REFLEXIÓN

 

"Siempre debemos esforzarnos

por el equilibrio y la armonía

entre la justicia y la misericordia.

 

Solo con justicia

terminamos en un mundo duro como una roca.

Solo con piedad

la víctima se queda fuera en el frío.

 

Yahvé no es un Dios indiferente.

El es el justo

y actúa contra los que hacen el mal;

pero también es misericordioso,

y muestra compasión por los que reconocen su error

y se arrepiénten.

 

En la tradición bíblica

la naturaleza incondicional de

misericordia de Yahvé

y su abundancia de amor

supera  a veces la excesiva

demanda de justicia…”

 

"Rebelarse contra la injusticia

tiene la misma fuente que la compasión.

 Estás conmovido

hasta las entrañas”.

 

Roger Burggraeve,

"Hoog tijd voor een andere God"

Uitgeverij Davidsfonds 2015, pág.125 en 138


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