Solidaridad | Xavier Sartre/VN
Cáritas
y la Iglesia piden ayuda a largo plazo para Haití tras el terremoto
Más
de un mes después del terremoto que asoló Haití, el país lucha por recuperarse
del estado de emergencia. La Iglesia local y Cáritas siguen necesitando ayuda
inmediata y necesitarán apoyo a largo plazo para llevar algo de esperanza a una
población tan azotada.
"Hago
un llamamiento a todas las Cáritas e Iglesias hermanas y a los hombres y
mujeres de buena voluntad para que nos ayuden a salir de esta situación
catastrófica que estamos viviendo. La pobreza es galopante y esta catástrofe no
hace más que aumentar el drama", son las palabras del Cardenal Chibly
Langlois, Obispo de Les Cayes, en el Sur de Haití, durante la reunión del
martes organizada por Caritas Internationalis de manera online sobre el trabajo
de Caritas y la Iglesia con la población haitiana tras el terremoto del 14 de
agosto.
El
terremoto de 7,2 grados de magnitud causó la muerte de 2.246 personas, más de
12.000 heridos y 329 desaparecidos. Desde el punto de vista material, también
allí "el balance no es alentador", como señaló el padre Jean-Hervé
François, director nacional de Cáritas Haití: 3.470 casas dañadas, 3.815
totalmente destruidas, 171 escuelas destruidas y 150 iglesias, capillas o
estructuras eclesiásticas derrumbadas, incluido el obispado de Les Cayes.
La
emergencia no ha terminado
Más
de un mes después del desastre, la situación sigue siendo urgente debido a las
numerosas dificultades. Y "la Iglesia está en primera línea", como
dice el cardenal Langlois.
En
una región sin salida al mar, aislada, donde las instituciones estatales y las
grandes ONG están ausentes, la Iglesia representa a menudo la única esperanza
para la población angustiada. "Golpeados por la violencia de las bandas
(que impiden a la gente circular con normalidad, que les retienen y bloquean el
paso al Gran Sur) y sufriendo la pobreza durante mucho tiempo, las víctimas
buscan a la Iglesia y depositan su confianza en ella", explica el obispo
de Les Cayes.
Asimismo,
"la Iglesia también está en primera línea como víctima", asegura el
cardenal, cuyo obispado no pudo resistir los temblores. "Víctima ya que
sacerdotes y religiosas murieron el 14 de agosto bajo los escombros y también
víctima porque los miembros del clero están sometidos a la violencia de las
bandas que no dudan en atacarlos".
Poblaciones
aún más vulnerables
"La
tragedia de este último terremoto es que ha acentuado una situación de gran
vulnerabilidad entre la población del Gran Sur", subraya el director de
Cáritas Haití.
"100.000
familias no tienen casa y se ven obligadas a sobrevivir al aire libre, en las
calles o en terrenos baldíos. Por el momento, no hay forma de reconstruir las
viviendas. Y en general, las condiciones de vida de los supervivientes no son
muy buenas: los sistemas de recogida de agua han sido destruidos o están
dañados. Y el acceso a los servicios sociales es muy difícil, ya que muchas
clínicas no pueden acoger a nadie".
Por
el momento, Cáritas Haití ha definido cuatro prioridades: reconstruir a los
haitianos traumatizados por estas catástrofes, dar un techo a las familias de
la zona Sur, garantizar la escolarización de los niños y ayudar a las familias
rurales a poder cubrir sus propias necesidades mediante infraestructuras
agrícolas. Un proyecto enorme.
Publicado
por Vatican News
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