lunes, 13 de septiembre de 2021

Ponerse detrás del Maestro


Espiritualidad | Ianire Angulo Ordorika/VN

 


Ponerse detrás del Maestro 

 

Evangelio: Marcos 8,27-35

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que soy yo?». Ellos le contestaron: «Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas». Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy?». Pedro le contestó: «Tú eres el Mesías». Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y empezó a instruirlos: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días». Se lo explicaba con toda claridad.


Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Jesús se volvió y, de cara a los discípulos, increpó a Pedro: «¡Quítate de mí vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!».


Después llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: «El que quiera venirse conmigo que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el evangelio la salvará».


Comentario

La expresión «quítate de mí vista» que aparece en el evangelio, en griego es, literalmente, «ponte detrás de mí». Puede parecer que la idea es la misma, pero no lo es. Pedro ha querido mostrarle a Jesús cómo tiene que llevar adelante su misión, se ha querido situar por delante de él, en una situación que solo le corresponde al Maestro. El lugar del discípulo es detrás del Señor, siguiendo sus huellas, no delante, marcando la senda. A nosotros a veces nos pasa como a Pedro y queremos enmendarle la plana a Dios resistiéndonos a situarnos detrás. Entonces tenemos que escuchar de nuevo: «¡Ponte detrás de mí!».


Publicado por Vida Nueva

 

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