La Familia | DC
Importancia de la figura
paterna
La familia es
la base de la sociedad dominicana. Hacia ella van orientadas las acciones del
estado, la iglesia y las instituciones privadas. Todos tenemos familia ya sea
por lazos sanguíneos, afectivos o legales. Los miembros de una familia viven
juntos comparten afinidades. Según la Declaración Universal de los Derechos
Humanos es el elemento natural, universal y fundamental de la sociedad. La
familia tiene el derecho de recibir la protección de la sociedad y del Estado.
Pero ¿cómo está la familia dominicana hoy día?
Según el
último Censo Nacional de Población y Vivienda hay 2,677,596 familias divididas
en cinco tipos de hogares: el nuclear, unipersonal, extendido, compuesto y sin
núcleo.
En nuestro
país predomina el tipo nuclear, compuesto por un matrimonio o pareja y sus
hijos, o uno de los jefes de hogar y sus hijos, es el que todavía predomina en
el territorio dominicano.
Según la
Encuesta Demográfica y de Salud en República Dominicana (ENDESA), entre los
años 2007 y 2013 el tamaño de las familias ha disminuido, mientras la Encuesta
Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHOGAR) destaca que más del 65 %
de los hogares están encabezados por los hombres, como padre de familia. Esto
por motivos de una convivencia con su esposa o en unión libre, que es lo que
más abunda o porque las madres han migrado y los hijos han quedado al cuido del
padre.
Estos números
llaman a poner los ojos en las familias y el importante rol que debe desempeñar
el padre en ella. Los padres son parte importante en el desarrollo de los niños
y las niñas, y pueden llegar a tener igual influencia positiva o negativa que
la madre en su desarrollo dependiendo de cuanto se involucren en su crianza.
Por esa razón los padres deben desarrollar una paternidad más activa en la vida
de sus niños, ayudarlos con sus tareas, interesarse y preguntarles sobre su
día, jugar y compartir con los niños y mostrarles afecto con abrazos, besos y
expresiones de cariño verbales y no verbales, estas son algunas de las cosas que
le demuestran al niño un real interés por parte de su padre o la figura paterna
que influirá directamente en el desarrollo socioemocional del niño o la niña.
Beneficios
Los hijos
cuyos padres participan activamente en su crianza: enfrentan mejor los contratiempos
de la vida, tienen una mejor autoestima y mejores habilidades sociales, ya que
son personas que gozan de mejor salud. Los hijos, está comprobado, imitan el
90% de lo que sus padres hacen y el 10% de lo que dicen, por lo que los hijos
que gozan de la cercanía afectiva y amorosa del padre serán igual de afectivos
con sus hijos e hijas cuando sean adultos, y qué no decir del rendimiento
escolar y el desenvolvimiento social de los niños que tienen al padre de forma
activa en el hogar.
Si en nuestra
sociedad predomina en un 65 % los hogares con presencia paterna, ¿qué está
pasando? ¿Son padres en sus casas o machos que esperan que los hijos se eduquen
sin orientación, ejemplo, tiempo de calidad más que contenidos y placeres para
llenar el vacío de la presencia activa que deben tener en sus vidas?
Vengo desde
hace mucho tiempo preocupada porque veo en las escuelas a las madres solas, en
las reuniones, en las actividades de los hijos. Como si la principal tarea del
padre sea ser proveedor. Mas sabemos que la principal tarea del padre es ser
guía, ejemplo, con ojos que vean, oídos que escuchen, nariz que olfatee el
peligro y ponga a su hijo en protección. Ser cabeza de familia es usar todos
los órganos que están en la cabeza en la crianza del hijo y principalmente
hablando, expresándose, diciendo palabras de afirmación y valoración que tanto
necesitan los hijos provenientes del padre para su seguridad y autoestima. Como
nos dice el papa Francisco: “Hay que reivindicar esa figura del padre”. No
puede estar ausente como en épocas anteriores.
Hoy en día, debido
a la incorporación de la mujer al mundo laboral, estos perfiles se han
modificado tanto que, en algunos hogares son los padres que están al cuido de
los hijos porque la esposa por su preparación académica y oportunidades
laborales tiene menos tiempo para ocuparse de estas tareas y los hombres la
realizan sin complejos y con una seguridad aplicándose de una forma más
afectiva dando como resultado unas relaciones padre-hijo mucho más plenas y
satisfactorias.
En la
actualidad, padres y madres para poder llevar a cabo esta educación compartida
deben complementarse, organizándose para no cargar en exceso la responsabilidad
en uno solo. Compartir los roles de mutuo acuerdo según las circunstancias de
cada momento, según la dinámica propia de cada pareja, según sus posibilidades
y las preferencias de cada uno y, cuidando el no excluir o hacer diferencias
que pudieran excluir a uno de los progenitores para que si uno falta por sus
responsabilidades sociales o profesionales los hijos no se vean desprovistos de
sus necesidades educativas, materiales y afectivas.
Cuando los
padres descargan a las madres de la exclusividad del trabajo doméstico y de la
crianza de los hijos, mejoran las relaciones conyugales, y las madres
experimentan menos estrés lográndose entre ellos una mayor complicidad,
comprensión mutua que redunda en una convivencia más solidaria y sólida para
toda la familia. El mejor regalo que podemos darles a nuestros hijos es la
muestra amorosa de afecto entre sus progenitores.
El
observatorio ‘The Family Watch Foundation’ -Instituto Internacional de Estudios
sobre la Familia y miembro con Estatus Consultivo General en el Comité
Económico y Social (ECOSOC) de Naciones Unidas- en su informe del 2019 revela
cifras que quiero compartirles y que se asemejan a la realidad de República
Dominicana: El 29.7 % de los niños sin padre y el 21.5 % de los hijos de padres
divorciados que vive solo con su madre ha repetido al menos una vez curso, en
comparación con el 11.6 % de los que viven con su padre y su madre biológicos.
Estos también acceden menos a la universidad.
Otro estudio
realizado sobre 156 víctimas de abusos sexuales reveló que la mayoría provenía
de familias sin padre. La mayoría de los niños que experimentan la carencia
afectiva por parte del padre sufren de identidad en el ámbito sexual y
emocional llegando a desarrollar ansiedad y depresión. El 80 % de los
adolescentes en hospitales psiquiátricos provenía de familias con el núcleo
desarticulado. Asimismo, el 43 % de los muchachos en prisión creció en hogares
monoparentales. El 72 % de los jóvenes que ha cometido algún asesinato y el 60
% de los que cometieron violación crecieron sin padre. El 63% de los suicidios
de jóvenes se da entre jóvenes sin padre. El 90 % de los niños que se va de la
casa es de familias sin padres. El 85 % de los niños con desórdenes de conducta
proviene de familias sin padre. El 80% de violaciones con violencia fue
protagonizado por jóvenes de padres ausentes y es el 71 % de los desertores
escolares en la secundaria. El 75 % de los jóvenes en hogares de
desintoxicación no conoce a su padre. El 70 % de jóvenes internos en
reformatorios creció con padre ausente. Las estadísticas son realmente
reveladoras.
Es por ello
que nuestro papa Francisco dice: “El clásico padre sostén económico y material
de la familia, ya no nos sirve en una época de creciente diversidad en el
modelo familiar”. El hombre y padre de familia tiene que involucrarse y junto a
su esposa ser los primeros transmisores de la fe de los hijos. Actualmente la
ausencia de la figura paterna es la causa de la mayoría de los problemas
sociales como la violencia, el embarazo de adolescentes, entre otros. Y peor
aún, los padres están en la casa, pero no ejercen la corresponsabilidad en la
crianza de los hijos dejando este deber a las madres.
En nuestro
país el pasado mes de mayo fue integrado un Gabinete de Familia
multidisciplinario desde el Gobierno y adscrito a la Presidencia. Su actual
coordinador, el pastor Dio Astacio, expresó: “El Gobierno se propuso centrar a
la familia como el eje del desarrollo de programas destinados al bienestar de
la nación y como parte central del plan de gobierno… El pasado mes escuché la
historia de una intérprete de música urbana con conductas que han sido
repudiadas por una gran parte de la sociedad y quien es de mucha influencia
para nuestros jóvenes. Pude comprobar los rasgos de una joven que fue privada
de una figura paterna activa y funcional en su crianza. Toda la sociedad es
responsable de esta problemática.
Aquí
presentamos algunas propuestas para importantizar la figura paterna en el
sector público y privado:
1) dar
estímulos y reconocimientos a empresas que apoyen y valoren la figura paterna
en el seno del hogar;
2) revalorizar
la paternidad ya que es un derecho y un deber del padre acompañar en la crianza
del hijo vivan o no con su madre;
3) promover
circunstancias que favorezcan una buena convivencia padre-hijo para su
desarrollo psicoemocional, estabilidad socioeconómica entre los progenitores
para que los hijos disfruten de la buena convivencia familiar que genera
bienestar y felicidad al hijo.
Las cuotas
paternas no transferibles y licencia parental se están extendiendo en los
países de la UE y esperamos llegue aquí. La licencia de paternidad solo cuenta
con dos días para los que laboran en empresas privadas y siete días para
empleados del sector público. El pasado mes de mayo fue introducido en el
Senado de República Dominicana un proyecto que busca modificar esta ley que
otorgaría veinte días para que el padre pueda acompañar a su hijo recién nacido
y apoyar en la dinámica del hogar por la llegada del nuevo miembro con 100 % de
remuneración. En España se aspira a que para el 2024 la licencia de paternidad
sea igual que la de maternidad, permitiendo a los padres asumir este rol y
responsabilidad a lo interno de la familia.
Cabe destacar
que algunas instituciones estatales en nuestro país ya otorgan hasta 30 días
por licencia de paternidad dentro de sus reglamentos. Esto porque cada vez, es
más necesario e insustituible la presencia paterna durante la gestación,
nacimiento y crianza de los hijos.
En este Año
Jubilar de San José se ha destacado la figura paterna de San José con la Carta
Apostólica ‘Patris Corde’, Corazón de Padre, el papa Francisco ha dedicado
desde el 8 de diciembre del 2020 hasta el 8 de diciembre del 2021 para mirar,
reflexionar e imitar las características de padre de San José, en ocasión del
150 aniversario desde que el papa Pío IX lo declarara Patrono de la Iglesia
Universal.
Para la
familia este es y será un año grande, ya que estamos también celebrando el
quinto aniversario de la exhortación apostólica ‘Amoris Leatitia” convocando a
un Año de la Familia, y nuestra Iglesia local ha dado apertura a todo un ‘Año
Jubilar Altagraciano’ por celebrarse el Centenario de la Coronación Canónica de
la Imagen de Nuestra Señora de la Altagracia. La Altagracia es la
representación de la Sagrada Familia, es la única advocación mariana que cuenta
con la figura de San José, custodiando, iluminando, con la mirada puesta en su
esposa y el Niño. Estuvo junto a María esa noche y recibió en sus brazos al
Niño, a quien recostó en el pesebre para que lo adoraran todas las criaturas,
animales, pastores, reyes…
Ya las puertas
de la gracia y la misericordia están abiertas en las catedrales, santuarios y
templos destinados a recibir a todos los peregrinos que en este Año Jubilar
acudan en búsqueda de reconciliación, consolación y acogida en este tiempo de
pandemia que ha azotado a la humanidad. La familia estaba antes de la pandemia
ante grandes retos y ahora se han agravado muchos de ellos, pero confiamos que
por la intercesión de Nuestra Señora de la Altagracia nos veremos pronto libres
de la pandemia y cultivaremos en nuestro país un reencuentro del pueblo
dominicano con la Altagracia.
Dinamizaremos
el amor y la fe, y lograremos una mejor convivencia familiar y nacional y
lograr una mayor valoración de la familia y su rol protagónico en la sociedad.
¡San José,
ruega por nosotros! ¡Virgen de la Altagracia, ruega por nosotros!
Fuente: Kirsis De los Santos de
Checo, Vicepresidente Movimiento Matrimonio Feliz
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