Valores | Lic. Audy Sánchez
“No
me aceptaban por mi discapacidad… por lo que mi infancia fue muy difícil”
Eliezer
Vargas nació con una deformidad conocida como pie equino varo o pie zambo,
donde las piernas están al revés, por lo que no se puede caminar. A causa de esta
discapacidad hace tres años sus piernas fueron amputadas. Desde su infancia esto
provocó que la sociedad no lo aceptara, incluyendo su madre, por lo que tuvo
una niñez “muy difícil”.
Su abuela materna
con la que vivió varios años, le cuenta que estuvo más de un mes sin poder
llorar, luego de haber nacido, por lo que ella le pidió a Dios que tomara una
decisión... “Si tú quieres que él esté contigo, en este momento, yo te pido que
te lo lleves ahora mismo, y si crees que él es un propósito yo te pido que me
lo dejes”, rogó su abuela al Creador. Luego de no aguantar el dolor “por tantos
años de dormir en el piso” en la iglesia donde asistía, además de recostar su
cuerpo en colchones en muy mal estado en su propio hogar. Explica estar
eternamente agradecido de su amada abuela.
Así mismo,
Eliezer, quien hoy tiene 26 años, nació y vivió, hasta hace poco, en el sector
Cancha-Puente entre el Simón Bolívar y Las Cañitas, Distrito Nacional, rodeado
de mucha delincuencia. La casa de madera en la que residía, se encontraba en
muy mal estado pues “estaba doblada”, afirma en alusión a la condición de su
maltrecha vivienda. De manera llana expresa “que acampaba afuera y llovía
adentro” en los tiempos de lluvia.
Previo a
los 16 años, este valiosísimo joven comenta que “vivía muy triste” y se “quería
morir”, vivió el abandonado de su madre, pocos meses después de él haber nacido.
Así mismo, de su progenitora, quien “también quiso” abortarlo, recuerda frecuentemente
haber roto algunos juguetes que esta le obsequiara, porque a pesar de todo, él
quería “estar con ella”. A su madre, quien le dio a luz con tan sólo 18 años,
señala que la empezó a tratar después de los 15 años, pero que al día de hoy su
relación con ella “no es muy buena”.
Asimismo,
narra que recibió maltrato constante por parte de un padre “perdido” en el alcohol,
llegando este al extremo de intentar asesinarlo. “Si la gente no se mete en
medio y le quita el puñal, me mata” explica sobre ese día tan hostil y difícil.
A pesar de esta crítica situación, expresa estar agradecido de su progenitor
por no abandonarlo.
Encima de
todo esto, recibía la burla de casi todos los que los conocían, por lo que optó
no salir de casa hasta la adolescencia. Pero, no todo queda ahí, ya que después
de los 16 años pasó “mucha hambre”, obligándolo a trabajar en una fabrica de
zapatos, de la cual dice estar muy agradecido, ya que le ayudaron con los
gastos de la amputación de sus piernas y los medicamentos hace tres años.
Señala
haber salido en algunos medios de comunicación, así como recibir algunas
promesas para mejorar su condición, pero “nunca recibí una ayuda”, explica.
En la
actualidad, el joven y luchador Eliezer Vargas está casado y explica sentirse
muy feliz con su pareja ya que “esta es una de las mejores etapa” de su vida,
además de tener su propio negocio de venta de especias en diferentes sectores de
la capital, por donde se pasea en su silla de ruedas. En su futuro está tener
su propio almacén y seguir sus estudios.
ADH 861
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...