¡A ti Maestro!

Valores | Elizabeth Valenzuela

 

¡A ti Maestro!

 

Enseñar es una virtud o talento, es un don que Dios le ha regalado a hombres y mujeres y, el simple hecho de tenerlo los hace especiales, sin embargo, enseñar hoy, es una tarea difícil, pues se lucha con muchas distracciones que hacen del proceso de enseñanza y aprendizaje, se torne un poco más difícil.

 

Si hablamos de un maestro por excelencia, que siempre está acorde a los tiempos y aprendemos de sus enseñanzas, es nuestro Amigo Jesús de Nazaret. Eligió un grupo de hombres y los formó en el amor, la misericordia y la paz. Fueron tan grandes e importantes sus enseñanzas, que aquellos discípulos estuvieron dispuestos, a dar la vida por su maestro y así lo hicieron.

 

Jesús más que maestro, fue amigo, fue hermano, fue apoyo en momentos de dificultad, fue corrección también, pues como toda familia que se ama, corregir también es importante y aun hoy, sigue siendo un gran Maestro.

 

Una vez leí una frase que llamó mucho mi atención y decía; “Enseñar es escribir en el corazón y dejar huellas en el alma para toda la vida”.  Cuantas huellas han dejado en nuestros corazones aquellos maestros especiales, como cambiaron nuestras vidas, que diferente somos hoy gracias a ellos. Es por eso, que no quiero dejar pasar este momento para felicitar a tantos maestros que día a día forman, educan, trasforman a tantas personas que pasan por sus aulas, niños, jóvenes y adultos.

 

A ti maestro, recuerda siempre hay una oportunidad para hacerlo mejor, no pases de largo por la vida de tus estudiantes, que la materia que impartes no sea tu única enseñanza, y que el amor y la buena orientación, sean parte de las huellas que dejas en ellos.

 

Felicidades maestro, nuestras vidas, nuestras familias, nuestro mundo, no serían lo mismo sin ustedes, que el amor y la corrección fraterna junto a la oración sean su mejor recurso para llegar a aquellos que los necesitan.

 

Felicidades forjadores de sueños y esperanzas.