Fe y Vida | Renato Martínez/VN
El Papa: “Caridad, Palabra y perdón”, las claves del
testimonio cristiano
Este
lunes 26 de diciembre, fiesta de San Esteban, protomártir, el Santo Padre en su
alocución antes de rezar la oración del Ángelus, pidió “que María, Reina de los
mártires, nos ayude a crecer en la caridad, en el amor a la Palabra y en el
perdón”.
“Pidamos
a Jesús recién nacido la novedad de un corazón capaz de perdonar: la fuerza
para rezar por quienes nos han hecho daño y para dar pasos de apertura y
reconciliación”, lo dijo el Papa Francisco en su alocución antes de rezar la
oración mariana del Ángelus de este lunes, 26 de diciembre, fiesta de San
Esteban, protomártir, al explicar lo que significa el testimonio cristiano, que
está centrado en “la caridad hacia los hermanos, la fidelidad a la Palabra de
Dios y el perdón”.
Profundizar
en el misterio de la Navidad
Al
saludar a los miles de fieles y peregrinos que se dieron cita en la Plaza de
San Pedro, el Santo Padre señaló que, la liturgia para ayudarnos a acoger y
profundizar mejor la Navidad, prolonga la duración de esta fiesta por ocho días,
hasta el 1 de enero. Sin embargo, sorprendentemente, en estos mismos días se
conmemoran algunas figuras dramáticas de los santos mártires.
“Hoy,
por ejemplo, San Esteban, el primer mártir cristiano; pasado mañana, los Santos
Inocentes, los niños mandados a matar por el rey Herodes por miedo a que Jesús
le arrebatara el trono (cf. Mt 2, 1-18). En resumen, la liturgia parece querer
alejarnos del mundo de las luces, los almuerzos y los regalos en el que podemos
estar algo entregados en estos días. ¿Por qué?”.
La
Navidad no es la fábula del nacimiento de un rey
Al
responder a esta pregunta, el Papa Francisco afirmó que, la Navidad no es la
fábula del nacimiento de un rey, sino la venida del Salvador, que nos libra del
mal tomando sobre sí nuestro mal: el egoísmo, el pecado, la muerte. Y en esto,
indicó el Pontífice, los mártires son los más parecidos a Jesús.
“De
hecho, la palabra mártir significa testigo: los mártires son testigos, es
decir, hermanos y hermanas que, con su vida, nos muestran a Jesús, que venció
el mal con la misericordia. E incluso, en nuestros días los mártires son
numerosos. Hoy rezamos por estos hermanos y hermanas perseguidos que dan
testimonio de Cristo. Pero intentemos preguntarnos: ¿damos nosotros testimonio?
¿Y cómo podemos mejorar en esto? Nos puede ayudar precisamente la figura de san
Esteban”.
Esteban
el testigo de la caridad y el anuncio
Y
explicando la figura de San Esteban, el Santo Padre señaló que, los Hechos de
los Apóstoles nos dicen que él era uno de los siete diáconos que la comunidad
de Jerusalén había consagrado para el servicio de la caridad. “Esto significa –
afirmó el Papa – que su primer testimonio no lo dio con palabras, sino a través
del amor con el que sirvió a los más necesitados”. Pero Esteban no se limitaba
a esta labor de asistencia. A los que encontraba les hablaba de Jesús:
compartía su fe a la luz de la Palabra de Dios y de la enseñanza de los
Apóstoles. “Esta es la segunda dimensión de su testimonio – indicó el Pontífice
– acoger la Palabra y comunicar su belleza, contar cómo el encuentro con Jesús
cambia la vida”.
“Esto
era tan importante para Esteban que no se dejó intimidar ni siquiera por las
amenazas de sus perseguidores, ni siquiera cuando vio que las cosas se le
estaban complicando (cf. v. 54). Caridad y anuncio, este era Esteban. Sin
embargo, su mayor testimonio es otro: es que supo unir la caridad al anuncio. Y
nos dio este testimonio cuando estaba a punto de morir, cuando, siguiendo el
ejemplo de Jesús, perdonó a sus asesinos (cf. v. 60; Lc 23,34)”.
La
novedad de un corazón capaz de perdonar
Esta
es la respuesta a nuestra pregunta, indicó el Papa Francisco, nosotros podemos
mejorar nuestro testimonio mediante la caridad hacia los hermanos, la fidelidad
a la Palabra de Dios y el perdón. Caridad, Palabra y perdón. “Es el perdón –
subrayó el Pontífice – el que dice si realmente practicamos la caridad hacia
los demás y si vivimos la Palabra de Jesús”.
“El
‘per-dón’ es en realidad, como la propia palabra lo indica, un don más grande,
un don que damos a los demás porque somos de Jesús, somos perdonados por Él.
Pensemos en nuestra capacidad de perdonar, en estos días en los que nos podemos
encontrar, entre otras muchas, algunas personas con las que no nos hemos
llevado bien, que nos han herido, con las que nunca hemos arreglado nuestra
relación. Pidamos a Jesús recién nacido una novedad, es decir, la novedad de un
corazón capaz de perdonar: todos tenemos la necesidad de un corazón que
perdona. Pidamos al Señor esta gracia: Señor, que yo aprenda perdonar. La
fuerza para rezar por quienes nos han hecho daño, orar por las personas que me
hann herido y para dar pasos de apertura y reconciliación”.
Crecer
en la caridad, el amor a la Palabra y el perdón
El
Santo Padre concluyó su alocución invitando a los miles de fieles y peregrinos,
a pedir a la Madre Dios que, en estos días de Navidad, el Señor nos de la
gracia de ser testigos de su Hijo que viene a salvarnos.
“Que
María, Reina de los mártires, nos ayude a crecer en la caridad, en el amor a la
Palabra y en el perdón”.
Publicado
por Vatican News
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...