La Escuela Económica | Esteban Delgado (@estebandelgadoq)
Los apagones programados en el sector
eléctrico local
Ha
generado críticas, quejas y hasta protestas el anuncio del Consejo Unificado de
las Empresas Distribuidoras de Electricidad (CUED) sobre el restablecimiento de
los llamados “apagones programados”, a los que antes se le llamaba “gestión de
demanda”.
Esto
consistía en lo siguiente: dado que hay sectores residenciales donde se paga el
servicio eléctrico y otros donde el pago parcial, así como algunos más
marginales donde el pago es completamente nulo, las autoridades crearon unas
escalas de programación de apagones con horarios y frecuencias específicas de
acuerdo con el nivel de pago de cada sector.
Así,
se determinó crear los llamados “circuitos 24 horas”, a los cuales se les
ofrecía el servicio eléctrico permanentemente, debido a que todos sus clientes
tenían contadores y el nivel de pago rondaba el 90%, es decir, que sólo había
algunos que se robaban la luz y a los cuales se les identificaba para las
sanciones correspondientes.
Otros
sectores donde las cobranzas eran en menor proporción recibían interrupciones
de cuatro horas diarias, es decir, 20 horas de servicio. En menor proporción había
con 18 horas de servicios y otros, en lo que ni siquiera tienen medidores, con
solo 12 horas de servicio al día.
Esa práctica tenía varias aristas positivas: en primer lugar, al suministrar menos energía a los sectores que no pagan, las EDE (Edenorte, Edesur y EdeEste) tenían menos pérdidas, pues en lugar de suministrar un 100% de la demanda, suministraban alrededor de un 87% de la demanda.
Además,
estaba el elemento de motivación de los sectores que deseaban llegar al nivel
“24 horas”, para lo cual, en un trabajo conjunto de las EDE con las
organizaciones comunitarias, además de inversión en rehabilitación de redes y
colocación de medidores, los sectores iban subiendo de nivel en la medida en
que sus niveles de pago aumentaban.
Se
trataba de una práctica para reducir la cantidad de “usuarios” para
convertirlos en “clientes”, y así el servicio eléctrico iba mejorando
considerablemente. Los sectores con apagones programados no se quejaban, pues
estaban conscientes de que se trataba de una práctica justa y que procuraba
incentivar la mejora en la medida en que se regularizaba la situación de sus
usuarios. Así funcionó durante más de una década hasta el año 2020.
Pero,
llegó la pandemia del covid-19 y el Gobierno dispuso una cuarentena para que
las personas permanecieran en sus hogares. Dada esa situación, se dispuso que
todos los sectores, independientemente de que pagaran el servicio o no,
recibieran luz 24 horas. Algo entendible.
Llegó
el cambio de gobierno y el nuevo presidente, Luis Abinader, dispuso la
continuación de esa práctica, pues seguía la pandemia. Por esa razón, los
sectores que no pagaban el servicio siguieron recibiendo 24 horas de luz.
Pasó
la pandemia y, con la justificación de reactivar la economía, pero más que eso
-digo yo- por un interés politiquero de mantener a la gente en calma, el
presidente Abinader ordenó que se le siguiera suministrando 24 horas de luz a
todos los sectores, pagaran o no por el servicio.
El
resultado no se hizo esperar: las pérdidas de las EDE aumentaron, debido a que
no es lo mismo suministrar 87% que un 98% de electricidad, si se toma en cuenta
que ese 11% de diferencia era pérdida segura que se sumaba a las pérdidas
regulares de esas empresas eléctricas. Por esa razón, el subsidio eléctrico que
cada año promediaba los US$500 millones, pasó a promediar los US$1,500 millones
entre 2022 y 2024, es decir, se triplicó ese gasto cada año.
Además,
se perdió en esos sectores que no pagaban el servicio el interés en
regularizarse, pues ¿para qué procurar el pago de la luz, si de todas formas me
la van a suministra completa?
Pasadas
las elecciones, lograda la reelección de Abinader, ya no era necesario
politiquear con el servicio eléctrico con el alto costo que implica. Además,
ahora el CUED, luego de tener cuatro presidentes en cuatro años, está dirigido
por una persona de visión empresarial y gerencial (Celso Marranzini); por lo
que el Gobierno ha reflexionado en la necesidad de retomar los “apagones
programados” y así volver al proceso de rehabilitación de redes, captación de
clientes, reducción de pérdidas y equidad en el servicio, premiando a los que
más pagan.
Es
mejor tarde que nunca. Ojalá no se vuelva a politizar el tema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...