jueves, 5 de junio de 2025

Padre Emiliano Tardif, Misionero y Evangelizador


Actualidad | Alcedo A. Ramírez

 


Padre Emiliano Tardif, Misionero y Evangelizador

 

Por una extraña coincidencia del destino, el P. Emiliano Tardif nació (6/Jun/1928) y murió (8/Jun/1999) en el mes de junio, que hoy nos encontramos, lo que nos ha motivado a recordarle con aprecio y grata memoria, por su forma de ser, sencilla y extraordinaria. Ordenado sacerdote en el 1955 y enviado casi de inmediato a la República Dominicana, donde pasó la mayor parte del resto de su vida, impartiendo a todos la calidez de su sonrisa y las bendiciones de sus servicios pastorales.

 

Luego de una primera estancia en suelo dominicano, el Padre Emiliano tuvo que regresar a su oriunda Canadá, padeciendo de una grave y contagiosa enfermedad, como lo era la Tuberculosis, para buscar mejores tratamientos que los que aquí se les podían ofrecer. Ya en pleno tratamiento, internado en un centro de salud, pudo experimentar en carne propia la milagrosa sanación ocurrida, de tan calamitosa dolencia y producto de las oraciones de un Grupo de la Renovación Carismática, que había insistido en orar por su sanación. Luego, confirmada la milagrosa cura, tuvo la inspiración y el acierto de dedicar el resto de su vida a la predicación de la Renovación en el Espíritu Santo.

 

Debemos recordar que uno de sus lemas favoritos, como también el título de uno de sus libros, es “Jesús Está Vivo”, con el que enfatiza la presencia permanente de Cristo en el mundo y en nuestras vidas, ya que nos ilumina desde su Resurrección, para continuar con su obra de acompañamiento, liberación, sanación y transformación, mediante su ministerio continuo de oración y sanación, en los diferentes Retiros de Evangelización llevados a cabo, en todo el País y en muchos países del Mundo.

 

Cabe destacar aquí que el Ministerio llevado a cabo por el Padre Emiliano, en todos los lugares que visitó, así como las experiencias de sanaciones milagrosas ocurridas en sus actividades y eventos, fueron siempre en el contexto de las oraciones, prédicas y retiros de evangelización que formaban la esencia de su trabajo pastoral, ya que insistía en la necesidad de llevar a todo el mundo la Buena Nueva del Evangelio y que correspondía a Dios la realización de los milagros y sanaciones que consideraba necesarios.

 

Tal y como lo proclamaba continuamente, Jesús está vivo, y su recorrido por tierras dominicanas y extranjeras lo demostraron con creces, ayudando a extender el Reino de Dios en muchas partes del mundo. La Resurrección del Señor y su Ascensión a los Cielos son evidencias claras de que Cristo va a estar con nosotros todos los días. Asimismo, el Padre Emiliano nos dejó la lección de que tenemos que permanecer y perseverar en la presencia de Dios, a través de pequeñas comunidades cristianas, a imitación de los primeros tiempos, para poder seguir escuchando la enseñanza de Jesús, unirnos en la convivencia entre hermanos, ayudarnos los unos a los otros y juntos participar en la Fracción del Pan de la Eucaristía.

 

Ahora es el momento para que todos juntos oremos a fin de que el proceso en curso, de llevar al Padre Emiliano Tardif a los Altares de la Iglesia Catolica, concluya de manera afirmativa, y de esta forma podremos contar con la intercesión y los ruegos ante Dios de su Siervo Emiliano, quien pasó su vida amando, ayudando, enseñando y sirviendo a los demás, para que fuéramos mejores fieles y seres humanos. Adicionalmente, los que le conocimos vamos a tener un ejemplo claro cómo se es un cristiano de verdad.

 

Como buen soldado de Dios, el Padre Emiliano partió a la Casa del Padre con las botas puestas, su llamado al Cielo, mientras dormía, sobrevino el 8 de junio del 1999, en la República de Argentina, donde había acudido para participar en un Retiro. Su legado, memoria y trabajo apostólico vive en la Iglesia y a través de sus hermanos de orden y comunidad.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...