jueves, 26 de junio de 2025

Sonido de esperanza. Cuando la acogida se contagia a una comunidad


Jueves de Cine | Juan Orellana


 

Sonido de esperanza. Cuando la acogida se contagia a una comunidad

 

De la mano de Angel Studios (The Chosen) nos llega una historia real ocurrida en el seno de una comunidad evangélica negra del este de Texas, en un lugar llamado Possum Trot. El cortometrajista Joshua Weigel debuta en el largometraje llevando a la gran pantalla la historia de Donna (Nika King) y su marido, el obispo Martin (Demetrius Grosse). Se trata de un matrimonio feliz muy implicado en la vida de la comunidad parroquial. Aunque ya tienen hijos Donna, tras la muerte de su madre, empieza a experimentar el deseo de acoger en su familia a niños tutelados por las Administraciones debido a situaciones de grave violencia o desamparo extremo por parte de las familias biológicas. Su marido, el pastor, no lo ve nada claro, ya que uno de sus hijos tiene una discapacidad intelectual y les exige mucha atención. Cree que no tienen capacidad para asumir un hijo más. Sin embargo, Donna está convencida de que ese es el camino que Dios quiere que recorran y no podrá hacerlo si su marido no da el paso.

 

La película es una inmersión en la vida de fe de la comunidad baptista de la Bennett Chapel de Possum Trot, en el condado de Shelby, cerca de la frontera con Luisiana. Una comunidad formada por personas de clase social modesta, muchas relacionadas por parentesco, y con una festiva vida de fe expresada en los cantos y bailes de sus encuentros litúrgicos. El guion nos cuenta todo lo que ocurrió para llegar a la situación que hizo famosa esa parroquia de Possum Trot: 77 menores en desamparo fueron acogidos o adoptados por familias de esa comunidad, de forma que no quedó un solo niño sin una en todo el condado. Lo más interesante es cómo esa comunidad se convierte realmente en una red de amistad y solidaridad eficaz ante las dificultades que surgen. Porque algunos de los menores, al borde de la adolescencia, empiezan a mostrar conductas disruptivas que afectan seriamente a la convivencia familiar. Pero surgen, asimismo, problemas económicos porque muchas de las familias ya eran numerosas antes de acoger y no les llega el dinero a fin de mes.

 

Con ese telón de fondo, la cinta pone el foco en la familia del reverendo Marton, que adopta a una chica, Terri (Diaana Babnicova), que se defiende de su traumático pasado diciendo que es una gata y maullando todo el día. Pero ese será el menor de sus problemas. El matrimonio Martin, para no tirar la toalla, tendrá que recordar con frecuencia cuáles fueron las razones que les movieron a acoger.

 

Es muy grato ver a unas responsables de la Administración eficaces, comprometidas, inteligentes e implicadas. Especialmente Jo Beth (Sarah Hudson), la funcionaria encargada de irrumpir con la Policía en los domicilios de las familias biológicas de los menores que sufren violencia, abusos o que viven en contextos inhumanos, para tutelarlos. Un filme, en fin, muy inspirador, que es un canto a la vida, a la familia y a la acogida, como frutos maduros de una experiencia alegre de la vida de la fe cristiana.

 


Sonido de esperanza

Dirección: 

Joshua Weigel

País: 

Estados Unidos

Año: 

2025

Género: 

Drama

Público: 

+16 años

 

Alfa&Omega.es





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