Jueves de Cine | Juan Orellana
Sonido de esperanza. Cuando la acogida
se contagia a una comunidad
De la mano de Angel Studios (The Chosen) nos llega una historia real ocurrida en el
seno de una comunidad evangélica negra del este de Texas, en un lugar llamado
Possum Trot. El cortometrajista Joshua Weigel debuta en el
largometraje llevando a la gran pantalla la historia de Donna (Nika King) y
su marido, el obispo Martin (Demetrius Grosse). Se trata de un
matrimonio feliz muy implicado en la vida de la comunidad parroquial. Aunque ya
tienen hijos Donna, tras la muerte de su madre, empieza a experimentar el deseo
de acoger en su familia a niños tutelados por las Administraciones debido a situaciones
de grave violencia o desamparo extremo por parte de las familias biológicas. Su
marido, el pastor, no lo ve nada claro, ya que uno de sus hijos tiene una
discapacidad intelectual y les exige mucha atención. Cree que no tienen
capacidad para asumir un hijo más. Sin embargo, Donna está convencida de que
ese es el camino que Dios quiere que recorran y no podrá hacerlo si su marido
no da el paso.
La
pelÃcula es una inmersión en la vida de fe de la comunidad baptista de la
Bennett Chapel de Possum Trot, en el condado de Shelby, cerca de la frontera
con Luisiana. Una comunidad formada por personas de clase social modesta,
muchas relacionadas por parentesco, y con una festiva vida de fe expresada en
los cantos y bailes de sus encuentros litúrgicos. El guion nos cuenta todo lo que ocurrió para llegar a la situación
que hizo famosa esa parroquia de Possum Trot: 77 menores en desamparo fueron
acogidos o adoptados por familias de esa comunidad, de forma que no
quedó un solo niño sin una en todo el condado. Lo más interesante es cómo esa
comunidad se convierte realmente en una red de amistad y solidaridad eficaz
ante las dificultades que surgen. Porque algunos de los menores, al borde de la
adolescencia, empiezan a mostrar conductas disruptivas que afectan seriamente a
la convivencia familiar. Pero surgen, asimismo, problemas económicos porque
muchas de las familias ya eran numerosas antes de acoger y no les llega el
dinero a fin de mes.
Con ese telón de fondo, la cinta pone el foco en la
familia del reverendo Marton, que adopta a una chica, Terri (Diaana Babnicova),
que se defiende de su traumático pasado diciendo que es una gata y maullando
todo el dÃa. Pero ese será el menor de sus problemas. El matrimonio Martin, para no tirar la toalla, tendrá que recordar
con frecuencia cuáles fueron las razones que les movieron a acoger.
Es muy grato ver a unas responsables de la
Administración eficaces, comprometidas, inteligentes e implicadas.
Especialmente Jo Beth (Sarah Hudson), la funcionaria encargada de irrumpir con
la PolicÃa en los domicilios de las familias biológicas de los menores que
sufren violencia, abusos o que viven en contextos inhumanos, para tutelarlos.
Un filme, en fin, muy inspirador, que es un canto a la vida, a la familia y a
la acogida, como frutos maduros de una experiencia alegre de la vida de la fe
cristiana.
Sonido de esperanza
Dirección:
Joshua Weigel
PaÃs:
Estados Unidos
Año:
2025
Género:
Drama
Público:
+16 años
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