martes, 5 de agosto de 2025

La memoria del Rev. Padre Miguel José “Pequeño” Vásquez Contreras, msc


In Memoriam | Guadalupe De Lora 

 


La memoria del Rev. Padre Miguel José “Pequeño” Vásquez Contreras, msc, nos remonta a su Sencillez y Solidaridad para guiarnos con su gran Sabiduría a un encuentro verdadero con Jesús.

                                   

Recordando que la Revista Amigo del Hogar no se edita en el mes de agosto por motivos de las merecidas vacaciones de su personal, no quisimos dejar pasar el cuarto aniversario de la partida de nuestro hermano el Rev. Padre Miguel José Vásquez Contreras, msc, acontecido de forma repentina el 5 de agosto 2021, mientras impartía la Sagrada Comunión en la celebración Eucarística de la Parroquia Divino Niño Jesús, Las Praderas.

 

La memoria de este día nos entristece, pero el significado de su pérdida para toda la comunidad MSC y amigos, es precisamente lo que nos conecta con las vivencias y aprendizajes en el camino de la fe, compartidos con el P. Miguel José, “Pequeño”, llamado así por su estatura, en contraposición a la grandeza de su alma, su sabiduría, su entrega personal y misionera.

 

Siempre dispuesto evitaba el uso de la palabra no”, a pesar de una agenda a tope con múltiples responsabilidades en la Editora Amigo del Hogar, como Vicario Parroquial, Facilitador en el Seminario Santo Tomás de Aquino, acompañante en la Casa de Formación MSC y muchas más tareas relacionadas con la misión pastoral de la Congregación Misioneros Sagrado Corazón.

 

En su camino de formación Teológica en la Universidad Católica Gregoriana de Roma se inclinó por la Cristología, lo que constituyó una de sus pasiones, impartiendo cursos, talleres y retiros para ayudar a los participantes a entender la dimensión humana y divina de Jesús en el contexto histórico, religioso y más allá de esto, descubrirlo en nuestras vidas.

 

A propósito del tiempo de reclusión debido a la Pandemia COVID 19, no suspendió su misión evangelizadora y a final del año 2020 impartió al Grupo de Oración al que pertenezco, un curso sobre el Evangelio de Mateo, llamado también el Evangelio de la Iglesia, por el papel preponderante que ocupa Jesús en la vida y la organización de la comunidad. El Padre Miguel José, nos llamó a enfocarnos en la presencia de Jesús como fuerza que sostiene y moviliza para atender su llamado de vivir el amor y el servicio, condiciones indispensables para hacer posible y visible su rostro, ante las necesidades de los más débiles y descartados de la sociedad. Como dije en una ocasión, sus cortos brazos se extendían para abarcar y atender todo requerimiento, multiplicando el tiempo, acortando el espacio, para dar respuesta y llevar alivio a todo el que le abordara con alguna necesidad (Mateo 28, 18-20).

 

El Señor nos llama a ser partícipes de la construcción del Reino de Dios como discípulos, y en este sentido el Padre Miguel José fue acompañante de tantas personas a las que motivó para ayudarles a descubrir sus potencialidades y carismas. Como testimonio, tengo que hablar de todo el soporte que me brindó en la redacción y edición del libro de las Memorias del Padre Lucas Lafleur, desde la búsqueda de documentos e informaciones, la realización de la sesión de fotos para elección de la portada del libro, la revisión final para la aprobación de la impresión del mismo y otros más.

 

A la propuesta que el Padre Miguel José me hiciera semanas antes de su partida para integrarme como articulista de la Revista Amigo del Hogar, no supe qué responder, pues, aunque, estaba claro que significaba confianza y valoración, no me sentía a la altura del compromiso. Le dije que lo pensaría, que debía ser sobre un tema particular y que de pronto podía ser sobre Pastoral Social ya que era mi área de inclinación en el servicio pastoral. A seguidas entró a la Librería Amigo del Hogar y me entregó el “Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia” diciéndome, “Tenga, ahí está todo. Esto le va a ayudar”.  Lo demás ya lo saben, pues asumí el compromiso en abril 2022, haciendo mi mejor esfuerzo en cada entrega, en las que disfruto la búsqueda, el hallazgo y el seguimiento a obras de amor muchas veces desconocidas. Los frutos de estas obras con fundamento evangélico dirigidos a ancianos, huérfanos, viudas, excluidos, desempleados, marginados, etc., son acciones que implican asistencia, compasión, amor y el empeño para devolverles la fe y la dignidad, siendo el rostro de Jesús para aquellos que las miserias sociales y humanas, les han hecho perder la confianza en sí mismos y en Dios.

 

Volviendo al encuentro sobre El Evangelio de Mateo, el mensaje escatológico del mismo es para vivirlo en el aquí y el ahora, prevenidos y atentos como si fuera el último día, “pues nadie sabe ni el día ni la hora, ni siquiera los ángeles de Dios, ni aun el Hijo, solamente el Padre” (Mateo 24,36).

 

El pasaje del discurso del Juicio Final fue un interesante tema de debate, que pudimos resumirlo como: “El Juicio se mide por el acto de amor referido a los más necesitados, es decir que finalmente seremos juzgados por el amor” (Mateo 25, 31-46).

 

Todo este encuentro pareció ser la antesala del inesperado momento en el que el P. Miguel José partió a los brazos del Padre, siendo portador de la presencia viva de Jesús de frente a la Asamblea de feligreses. Así concluye su vida terrenal, más no el legado de su misión que ha quedado inscrito en testimonios y una labor pastoral que abarca múltiples dimensiones: formador, acompañante, comunicador y religioso, fiel a la espiritualidad de su Congregación Misioneros del Sagrado Corazón.

 


Fue un hombre de Dios, a quien “la hermana muerte corporal” como la llamaba San Francisco de Asís encontró preparado, según lo refirió Mons. Rafael Rodríguez, msc, en la homilía de las honras fúnebres compartidas con el Padre Lucas Lafleur, msc, quien falleciera al segundo día de la partida de “Pequeño”, al parecer para continuar su complicidad en la morada celestial.

 

Por la confianza y cercanía en el trato entre ambos, Miguel logró sacarle esta sonrisa a Lucas, quien no estaba de buen humor ese dia. La aficción de Miguel por el lente lo hacía capaz de capturar la bondad del alma de la gente y hasta de las cosas. El Padre Lucas sentía una gran admiración por Miguel José, destacando siempre el valor de sus conocimientos y su profunda espiritualidad.

 

Se requieren muchas páginas de esta revista para plasmar los testimonios sobre la calidad humana y religiosa de la vida del Padre Miguel José Vásquez Contreras. Ya finalizando no podemos dejar  el comentario que hiciera el periodista Juan Bolívar Díaz, director de la Revista ADH (1966-1970), en la presentación del libro “Como un Amigo del Hogar”, de la autoría de  José Luis Sáez, SJ, al conmemorarse los 70 años de la revista (1942-2012): “Amigo del Hogar,  dirigida por el Padre Miguel José Vásquez, sigue siendo la más importante publicación periódica de la Iglesia Católica dominicana, en continua renovación, tratando de adoptar sus contenidos a la pastoral y el palpitar de su época.

 

Las huellas del Padre Miguel José “Pequeño” Vásquez Contreras, representan un reto y un compromiso para los que se motivan a transitar sobre ellas y asumir con responsabilidad su legado de servicio, fraternidad y humanismo, en el camino que como cristianos nos lleva a avanzar hacia la plenitud del amor, que es el mismo Jesús.

 

ADH 902






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...