Mensajes | Valerio Palombaro
León XIV: No a la lógica de
la represalia, que los corazones se liberen del odio
En un tuit
desde su cuenta @Pontifex, el Papa reiteró el llamado a la jornada de oración y
ayuno por la paz de hoy: «Que prevalezca la visión global inspirada en el bien
común». Episcopados y comunidades eclesiales han apoyado ampliamente el
llamamiento papal; además de Oriente Medio y Europa, existen más de 56
conflictos, más o menos olvidados, que generan dolor y sufrimiento entre las
poblaciones
El mundo está
"herido por guerras constantes". Al menos 56, según el portal
independiente ACLED (Proyecto de Datos de Eventos y Ubicación de Conflictos
Armados). Desde los conflictos más intensos, como los de Gaza, Ucrania y Sudán,
hasta los menos conocidos que, a menudo, involucran a actores no estatales,
hasta guerras "congeladas" que siguen sin resolverse, pero siempre
corren el riesgo de reavivarse, como ocurrió recientemente con la disputa
fronteriza entre Tailandia y Camboya o la disputa entre Pakistán e India por
Cachemira.
En este
contexto, reiteradamente recordado en sus llamamientos, el miércoles pasado, al
final de su audiencia general, León XIV decidió dedicar el día de hoy, 22 de
agosto —día en que la Iglesia celebra a la Santísima Virgen María Reina— a la
oración y el ayuno por la paz. En concreto, en un tuit publicado, esta mañana,
en su cuenta @Pontifex, el Papa expresó su deseo de que «los corazones se
liberen del odio», que «abandonemos la lógica de la división y la represalia, y
que prevalezca una visión de unidad inspirada en el bien común».
La urgencia de la paz
A nivel
internacional, prácticamente todas las Conferencias Episcopales y diócesis han
respondido a la invitación de León XIV. Empezando por la Conferencia Episcopal
Italiana, con el cardenal Matteo Zuppi llamando inmediatamente a
"intensificar la oración por una paz desarmada y desarmante",
numerosas diócesis y movimientos religiosos en Italia se han movilizado.
La Conferencia
Episcopal Española también anunció en un comunicado que ha respondido a la
invitación del pontífice, recordando la carta dirigida a los obispos el 8 de
agosto por su presidente, el arzobispo Luis Argüello, en la que los instaba a
"intensificar la oración y los esfuerzos en favor de la paz".
Entre los
ejemplos notables se encuentra la respuesta al llamamiento del Vicariato
Apostólico de Arabia Meridional, cuya jurisdicción incluye Yemen, asolado por
una guerra civil "olvidada" durante más de diez años. «Mediante el
ayuno y la oración, pedimos a la Virgen María, Reina de la Paz, que interceda
ante su Hijo por la paz, especialmente en la cercana Tierra Santa, y por el
consuelo de todos los afligidos por este y cualquier conflicto», declaró el
Vicario Apostólico, Paolo Martinelli.
El Custodio de
Tierra Santa, Padre Francesco Lelpo, en una carta dirigida a los frailes
franciscanos, enfatizó que «la paz es un don largamente esperado y
profundamente deseado, especialmente en Tierra Santa, marcada por el conflicto
y la esperanza». «Oremos para que la comunidad internacional no se quede de
brazos cruzados, sino que intervenga para promover la paz, el respeto del
derecho internacional y la seguridad de los civiles, los trabajadores
humanitarios y los periodistas», añadió.
Es necesario un cambio de perspectiva
Si bien la
invitación del Papa León XIV ha sido ampliamente aceptada por las Iglesias, la
necesidad de un cambio de ritmo a nivel político y diplomático sigue siendo
apremiante. El mundo está desgarrado por una "tercera guerra mundial
fragmentada", que el año pasado elevó el gasto en armamento a una cifra
récord de 2.718 millones de dólares. Hace tres años y medio, con la invasión
rusa de Ucrania en febrero de 2022, Europa se vio sumida de nuevo en la
pesadilla de una guerra sangrienta, como no se había visto en el corazón del
continente desde los conflictos en los Balcanes. Sin embargo, más allá de los
confines de Europa, se puede avanzar hacia un acuerdo de paz histórico entre
Armenia y Azerbaiyán, que podría poner fin a más de 30 años de derramamiento de
sangre y malentendidos.
En Gaza, tras
el brutal ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, una tragedia humanitaria sin
precedentes en nuestro siglo se está desplegando ante los ojos de todos.
Mientras tanto, en Cisjordania, los últimos planes del gobierno israelí nos
recuerdan los peligros de asuntos que han permanecido sin resolver durante
demasiados años. Esto también ocurre en el Líbano, donde, tras la guerra del
otoño pasado, parecen haberse evitado escenarios más sombríos; mientras que la
vecina Siria atraviesa un momento importante y delicado, experimentando cambios
trascendentales tras la caída de Bashar al-Asad.
Conflictos sin resolver en todos los continentes
África sigue
siendo uno de los continentes con mayor número de conflictos. Empezando por
Sudán, donde desde abril de 2023, una lucha de poder entre el ejército y las
Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) ha creado lo que la ONU ha denominado la peor
crisis de desplazamiento del mundo, con 14 millones de personas obligadas a
abandonar sus hogares. Pero existen muchos otros focos de conflicto en todo el
continente: desde el este de la República Democrática del Congo, donde cientos
de grupos armados llevan años saqueando los recursos del país, sembrando el
derramamiento de sangre y la inestabilidad, hasta el norte de Mozambique y los
numerosos países del Sahel donde arrecia la violencia yihadista, pasando por
Etiopía, Somalia y Libia, divididos por otra guerra "olvidada".
Los conflictos
también abundan en Asia. En Myanmar, un brutal conflicto se ha prolongado
durante más de cuatro años entre la junta militar gobernante y grupos rebeldes
que ahora controlan amplias zonas del país. La península de Corea sigue
dividida y asolada por una guerra basada en la lógica de la disuasión nuclear;
mientras que la frontera entre Pakistán y Afganistán ha sido durante mucho
tiempo escenario de un conflicto que se ha prolongado en el tiempo, aunque
fuera de la atención pública.
Oceanía no es
la excepción, con Papúa Nueva Guinea experimentando ocasionalmente
resurgimientos de la violencia tribal. América Latina, quizás menos afectada
por la guerra abierta, cuenta sin embargo con muchos países donde la
delincuencia y la violencia aún reinan. Empezando por Haití, el país más pobre
de América, donde casi el 80 % del territorio está bajo el control de bandas
criminales, ante la impotencia del gobierno y la comunidad internacional.
El camino del perdón para alcanzar la paz
Tantos
conflictos, tantos problemas sin resolver, todos unidos por el sufrimiento que
generan entre la población civil, especialmente entre los más vulnerables. El
mundo, como señaló el Papa León XIV, necesita urgentemente un cambio de
perspectiva porque «sin perdón nunca habrá paz». «El verdadero perdón no espera
el arrepentimiento, sino que se ofrece primero», explicó el pontífice en la
audiencia general del miércoles pasado en el Aula Pablo VI, señalando que
«perdonar no significa negar el mal, sino impedir que genere más mal».
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