Reportajes | Linda Bordoni
El alcalde de Belén clama
por paz y esperanza en Tierra Santa
El alcalde de Belén saluda al Papa
León XIV tras la Audiencia General del miércoles 24 de septiembre y pide apoyo
para frenar la guerra y mantener viva la presencia cristiana en Tierra Santa.
El recién
nombrado alcalde de Belén, Maher Nicola Canawati, se reunió este miércoles 24
de septiembre con el Papa León XIV tras la Audiencia General. Llegó con un
mensaje claro: llevar las preocupaciones de su pueblo y pedir paz y esperanza
para Tierra Santa.
“De hecho, la
primera carta que escribí al asumir como alcalde de Belén fue una carta al
Papa, porque creemos que desde aquí podemos hacer muchas cosas y apoyar a
nuestra gente”, dijo. “Y lo más importante es darles esperanza”.
Canawati
explicó que la emigración sigue vaciando Belén y otras ciudades palestinas,
reduciendo la presencia cristiana en Tierra Santa.
“La gente se
ha ido de Belén, se ha ido de Palestina por lo que está pasando”, señaló,
recordando que los asentamientos alrededor de la ciudad ya igualan su población
y ejercen una fuerte presión sobre los recursos.
Encuentro con
el Papa
El alcalde,
nombrado en mayo, contó que el Pontífice aceptó su petición de un encuentro
personal.
“Fue un
momento importante para explicarle la necesidad de intervenir en lo que ocurre
en Palestina, en Gaza, en Belén, y de preservar las piedras vivas de Tierra
Santa, porque sin esas piedras vivas, la Tierra Santa sería solo un museo”,
dijo.
Al describir
el encuentro, añadió: “Siempre, antes de hablar de Belén, rezo. Y esa fue mi
primera frase al Santo Padre: intervenir para detener esta guerra, detener lo
que está pasando a nuestra gente en Gaza. Creo que esta fue la prioridad de
nuestra conversación, y él estuvo de acuerdo”.
Desolación en Belén
Belén y los
cristianos bajo presión
Canawati trazó
un panorama difícil de la situación actual en Belén. “Belén solía tener 37 km².
Ahora, tras la anexión, los asentamientos y el muro que la separa de su hermana
y corazón, Jerusalén, por primera vez en la historia enfrentamos enormes problemas
como betlemitas”.
También
expresó su preocupación por el declive de los cristianos palestinos en los
territorios.
“Hoy solo
quedan 168.000 cristianos en Tierra Santa, mientras que hay más de 4 millones
de palestinos cristianos en el mundo. Eso, por sí solo, muestra la presión que
soportan los cristianos”, afirmó.
El alcalde,
que es cristiano, explicó que la ley exige que el alcalde de Belén lo sea
también, una disposición que los líderes palestinos han mantenido “para
preservar a la comunidad cristiana, la más antigua del mundo, que sigue
viviendo en Belén, en Tierra Santa, en Palestina”.
Pero muchos
continúan emigrando. “Me parte el corazón cada vez que alguien deja Belén”,
confesó, recordando que solo el año pasado más de mil cristianos recibieron
aprobación para emigrar “a Canadá, Estados Unidos y otros países”.
Colapso del
turismo y la economía
La economía de
Belén, dependiente de las peregrinaciones y la hospitalidad, quedó devastada
tras el estallido de la guerra el 7 de octubre de 2023.
“Desde
entonces, hemos caído a un 0%. Los 84 hoteles están totalmente cerrados.
También las tiendas de recuerdos y los talleres que producen artesanía en
madera de olivo, nácar y joyería. Todo está cerrado”, dijo Canawati.
El desempleo
se disparó: “La tasa saltó del 14 al 65%, y además la gente ya no puede
trabajar en territorio israelí”.
Más de 120.000
betlemitas trabajaban fuera de la ciudad. “Algunos tenían préstamos, y ahora no
pueden ni poner pan en la mesa”, lamentó.
Agua
La escasez de
agua y las restricciones de movimiento agravan aún más la crisis. El alcalde
explicó que los palestinos de Belén no pueden excavar ni obtener su propia
agua: “Debemos comprarla a los israelíes, y ellos solo nos venden una quinta
parte de lo que una persona necesita al día”.
“Hay zonas de
Belén que pasan 50 o 60 días sin agua”, denunció, añadiendo que más de 134
controles y barreras —incluso dentro de la ciudad— obstaculizan la movilidad,
privando a la gente no solo de libertad, sino también de la posibilidad de
trabajar y construir un futuro.
Llamado a la
solidaridad y a la esperanza
Pese a todo,
Canawati aseguró que la ola de solidaridad que ha encontrado en Italia y en
otros países hace una diferencia real: “Esto da esperanza a nuestra gente,
porque sienten que alguien se preocupa por nosotros y que no nos han olvidado”.
Destacó el
apoyo del Patriarcado Latino y del clero local como “la mayor fuente de
esperanza que tenemos hoy en Belén”.
Y pidió a la
comunidad internacional que apoye a las organizaciones locales: “Apoyar a la
gente para que no se vaya. Eso es lo más importante que tratamos de hacer
ahora”.
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