viernes, 25 de diciembre de 2020

Agradecer, un acto de amor

La Familia | Arelis Encarnación

Agradecer, un acto de amor

Al agradecer a alguien por haber aportado en cualquier ámbito de nuestra vida diaria, estamos reafirmando que entendemos lo realizado y a su vez les estamos enviando un mensaje de que ha valido la pena el esfuerzo.

Siempre que podamos agradecer a alguien su ayuda hacemos de esa persona un mejor ser humano. Un gracias con mayúscula, una sonrisa, un toque en la espalda del amigo que en ese momento está decaído hacen la diferencia, Gestos que provocan un gran bienestar en quien lo recibe.

Animémonos a ser agradecidos con nuestros semejantes; esto ayuda a seguir el camino con más alegría, más motivados y renovados.

Hay algunos aspectos de nuestra vida que no nos hacen mejores personas, al contrario, corrompen nuestro corazón, creando barreras y aflorando grandes diferencias entre personas que en el fondo poseen una calidad humana grandiosa.

Solo tenemos que poner especial atención al mirar a alguna persona a los ojos, podemos encontrar muchas expresiones. Entre ella la tristeza, la alegría; pero también podemos ver reflejos de su alma.

En este tiempo de confinamiento tenemos mucho que aprender, por ejemplo, salir de nuestra zona de confort es una de ella.

En estas fiestas navideñas donde nació Jesús, sería bueno aprovechar para hacer un examen de conciencia y con ello reconocer que no somos infalibles, que nos necesitamos.

Reconociendo que ante Dios somos iguales en esencia, entenderemos que las barreras no existen, y por qué Jesús nació en un humilde establo, sin apenas comodidades.

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