sábado, 15 de mayo de 2021

María de Nazaret: la María histórica


Espiritualidad del Corazón





María de Nazaret: la María histórica

 

Se llamaba Miriam, el nombre frecuente de muchas mujeres judías. Vivía como una judía piadosa. “Bendita tú, que has creído”. Lo más probable es que tuviera facciones semíticas.

 

Seguimos exponiendo la conferencia que pronunciara la Hna. Merle Salazar sobre Nuestra Señora del Sagrado Corazón y la vivencia de esta devoción en los tiempos actuales, aquí centrándose en la figura de María como personaje histórico.

 

Nuestra Señora del Sagrado Corazón, históricamente, fue una joven judía de Nazaret, Galilea. Su nombre era Miriam, el nombre frecuente de muchas mujeres judías por ser el de la profetisa hermana de Moisés y Aaron. Miriam vivía como una judía piadosa, guardando el Shabbat, acudiendo a la sinagoga o a la asamblea local y yendo a Jerusalén por las fiestas anuales judías. No sabemos en realidad cuál era su aspecto, pero lo más probable es que tuviera facciones semíticas. Esto significa cabello oscuro mediterráneo (no rubio), ojos oscuros (no azules) y piel morena (no blanca). Miriam” pertenece en definitiva a nuestra raza, una verdadera hija de Eva…

 

Y ciertamente nuestra hermana, que como una pobre y humilde mujer comparte nuestra suerte”

(Pablo VI, “Marialis Cultus”).

 

Miriam fue una humilde mujer de Nazaret, un pequeño pueblo de Galilea. En el siglo primero, Nazaret era descrito como “un pequeño pueblo judío sin ninguna importancia política, dedicado a la agricultura y obligado al pago de impuestos”. No había ningún signo de bienestar “sin calles, sin edificios públicos, sin inscripciones, mosaicos ni frescos”. Estando casada con un “Tekton”, un carpintero, ella y su familia pertenecían a la clase artesanal, un subgrupo dentro de la clase económicamente baja en aquellos tiempos.

 

En las sociedades agrarias había básicamente dos clases, alta y baja, con una enorme distancia entre ellas. En la clase baja estaban los campesinos, los artesanos, los impuros y despreciables. Miriam, comparad con sus vecinos, no era una pobre. No obstante, justo al lado de su pueblo existía una rica ciudad romana, Sepphoris, que constituía un claro recordatorio de su pobreza. Además, estaban, lo mismo que el resto de los galileos, políticamente marginados.

 

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