Reporte | Ayuda a la Iglesia Necesitada
Libertad Religiosa en el
Mundo 2021
La libertad religiosa, en
caída libre
Según el Informe de Libertad Religiosa en el Mundo
2021, la población mundial sufre cada vez más violaciones a su derecho a la libertad
religiosa. El 67% de la población vive en países donde se perpetran graves
ataques a este derecho fundamental. La situación del continente africano
empeora con preocupación por un incremento de la persecución.
El estudio refleja que el COVID-19 ha favorecido este deterioro. La libertad religiosa está en peligro
Artículo 18: Declaración Universal de los Derechos
humanos.
“Toda persona tiene derecho a la libertad de
pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad para
cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su
religión o creencia individual y colectivamente, tanto en público como en
privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”.
XV Informe de Libertad Religiosa en el Mundo
Desde 1999, Ayuda a la Iglesia Necesitada edita a
nivel internacional este informe que analiza el grado de cumplimiento o respeto
de este derecho humano en todos los países del mundo (196) y para todas las
religiones.
Un total de 30 autores y expertos independientes,
equipos de investigación en universidades y/o centros de estudios de distintos
continentes dedicados a las relaciones internacionales han analizado, durante
los dos últimos años, cada país del mundo siguiendo parámetros objetivos y metodología
precisa. Consta de más de 700 páginas y está traducido en 6 idiomas.
Conclusiones principales
La libertad religiosa se vulnera prácticamente en un
tercio de los países del mundo (31,6%) en el cual viven dos tercios de la
población mundial. 62 países de los 196 existentes afrontan violaciones muy
graves de esta libertad. El número de personas que vive en estos países se
acerca a los 5200 millones, ya que entre los países que más vulneran la
libertad religiosa se encuentran algunas de las naciones más pobladas del mundo
(China, la India, Pakistán, Bangladés y Nigeria). La clasificación se ha
establecido de la siguiente manera:
Rojo: categoría que indica persecución; en ella se
encuentran 26 países en los que viven 3900 millones de personas, poco más de la
mitad (51%) de la población mundial. En esta clasificación se hallan 12 países
africanos y 2 naciones investigadas por posible genocidio: China y Myanmar
(Birmania).
Naranja:categoría que indica discriminación; en ella
se encuentran 36 países en los que viven 1240 millones de personas. En 9 de
estos países se han encontrado ligeras mejorías, mientras en otros 20 la
situación está empeorando.
«En observación»: categoría en la que se encuentran
países en los que se han observado factores de reciente aparición que preocupan
porque podrían conducir a una degradación de la libertad de religión. En los
mapas de análisis regional aparecen identificados con el símbolo de una lupa.
En todas las categorías se producen delitos de odio
(agresiones por prejuicios contra las personas y las propiedades religiosas).
El resto de los países no aparecen clasificados, lo
que no significa necesariamente que en ellos se respete de forma impecable el
derecho fundamental a la libertad religiosa.
Hay persecución cuando:
·
Se cometen delitos de odio y violencia por motivos
religiosos.
· Las víctimas son discriminadas, desposeídas e incluso
asesinadas “legalmente”.
·
La persecución pasa a ser genocidio cuando adquiere un
carácter sistemático, no circunstancial.
·
Se perfila una campaña activa con el fin de
exterminar, expulsar o someter a un determinado grupo de personas por su
religión, por parte del Estado o de otros grupos.
·
Los miembros de ciertas religiones pueden ser objeto
de crímenes castigados por la ley, incluso asesinato, despojo de bienes y
propiedades, deportación, exilio, secuestro, esclavización sexual bajo pretexto
de conversión religiosa, acusaciones de blasfemia… Todo amparado por leyes que
no consideran a estos ciudadanos en condiciones de igualdad, y los que cometen
los delitos no suelen ser castigados.
Hay discriminación cuando:
·
Se cometen delitos de odio y violencia por motivos
religiosos.
·
Las leyes a cualquier nivel marginan a un determinado
grupo religioso y no a todos.
· Limitaciones a la libertad de expresión y a la
objeción de conciencia a miembros de ciertos grupos religiosos.
· Limitaciones al acceso laboral y cargos públicos.
·
Imposibilidad de llevar determinados símbolos
religiosos.
·
Incapacidad de comprar o reparar propiedades.
·
Imposibilidad de vivir en un determinado barrio.
·
Las víctimas sólo pueden recurrir a la justicia
internacional en su defensa.
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