martes, 20 de julio de 2021

Julio y la Identidad Dominicana


Humanismo Integral | Ignacio Miranda





El mes de julio y la Identidad Dominicana

 

Con frecuencia se escuchan expresiones denigrantes para nuestro país de labios de “dominicanos”. A veces acompañadas de elogios para otros pueblos. También, se producen alabanzas, pero sin encarnar las razones que originaron los hechos, contradiciendo el discurso con el estilo de vida.

 

Escojo algunas fechas que podrían servirnos como referentes de nuestra identidad nacional, los días y el mes del año siguientes:

 

*4, 1861: Fusilamiento de Francisco del Rosario Sánchez, en San Juan de la Maguana.

*10, 1865: Embarque de las tropas anexionistas.

*12, 1924 Fin de la Ocupación Norteamericana de 1916.

*15, 1876: Fallecimiento de Juan Pablo Duarte y Diez, en Venezuela.

*16, 1838: Fundación de La Trinitaria.

*19, 1947: Saldo de la deuda externa. 

 

Todos estos hechos tienen una esencia común: son reveladores de la lucha constante entre el Valor del Bien y el antivalor del mal, y los parientes de ambos.

 

La riqueza histórica dominicana del mes de Julio podría servirnos de modelo para orientar nuestro comportamiento.

 

La Verdad y la Libertad, son variables fundamentales del Valor del Bien. En cambio, la mentira y la opresión, son derivados esenciales del antivalor del mal.

 

La Verdad es profunda, liberadora y con substancia de eternidad; la mentira es efímera, superficial y contentiva del virus de su autodestrucción.

 

Verdad y Libertad, son Valores de la Identidad Dominicana, que, directa o indirectamente, están contenidos en el Juramento Trinitario y en los símbolos patrios.

 

He dicho, reiteradamente, que nuestra Identidad Nacional finca sus raíces más profundas en el humanismo cristiano, que es el testimonio de vida de Jesucristo, eternizado por su discipulado de todos los tiempos, como enseña, expresamente, el Capítulo VIII del Evangelio según San Juan, en sus versos 31 y 32, representado en el Escudo Dominicano:

 

“Ustedes para ser de verdad mis discípulos, tienen que atenerse a ese mensaje mío; conocerán la verdad y la verdad les hará libres”.

 

La historia dominicana, es la mejor lección del permanente triunfo del Bien sobre el mal, que, similar a dos atletas, a corta distancia el mal puede ganar.  Pero en la larga carrera de la vida, la victoria siempre será del Bien, porque está animado de los Valores de Justicia, Paz y Amor.

 

El Padre de nuestra Patria, Juan Pablo Duarte, creador de la dominicanidad y digno modelo de identidad nacional, como su más cercano discípulo, Francisco del Rosario Sánchez, precursor de la Restauración, son ejemplos de que cuando se encarnan los valores patrios incondicionalmente, de la ceniza de cualquier dependencia o anexión surge una nueva Redención.

 

Tanto en el pasado como en el presente, hemos tenido conductores que han dado primacía al bien común sobre los intereses particulares. Otros, en cambio, han esclavizado el país poniéndolo al servicio de los sectores de poder, interno y externo, en busca de sus propios fines, ignorando que el bienestar colectivo contiene el todo y las partes. Total, quienes actúan así no son fieles a nada ni a nadie. Son infieles a toda ideología y a toda persona.

 

EN RESUMEN, necesitamos nuevos Restauradores que, valorando la dignidad de todo ser humano, sean libres y liberadores, que nos liberen de la dependencia y la deuda externa; pero también del juego de azar, la corrupción, el narcotráfico, el consumismo, la incapacidad gerencial y toda actitud que no conduzca a elevar la calidad de vida personal y social. ADH 858

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...