jueves, 16 de septiembre de 2021

Padres e hijos: ¿Qué deben hacer para ser personas de bien según la Biblia?


Valores | Lic. Audy Sánchez/ADH

 


Padres e hijos: ¿Qué deben hacer para ser personas de bien según la Biblia?

 

La Biblia es el libro más instructivo y edificante jamás visto. Siempre tiene una respuesta para todo y todos, en especial para la familia, por tanto, ¿Qué deben hacer los padres, así como los hijos para ser personas de bien según la Biblia? Por su parte, los padres deben ser instructores, proveedores y disciplinar en Dios, mientras que los hijos deben ser obedientes, honrados y buscar los medios para alegrar a sus padres.


Instruir y obedecer

Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará” (Prov. 22,6). Instruirlo no sólo con palabras es muy importante, pero también con el bien actuar constante, para que los niños tengan un excelente ejemplo frente a ellos y no exista excusa para hacer las cosas correctamente.


“Hijo mío, obedece el mandamiento de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre” (Prov. 6,20). Los principales edificadores del hogar y los más seguros para construir hijos de bien, son los padres. Hijos obedezcan a su padre, siempre y cuando no sea en una mala acción o actitud, así como no abandonar las enseñanzas de la persona que, posiblemente, más te ama: tu madre.


Proveer y alegrar, no menospreciar

“El padre que no provee para los suyos ha negado la fe y es peor que un incrédulo” (1 Tim 5,8). Los padres no sólo deben proveer a los hijos de alimentos, además, deben proveer una buena formación, para formar personas de bien, y una excelente educación, para que puedan contribuir a la sociedad y evitar el título de incrédulo o negador de fe.    

“El hijo sabio alegra a su padre; el hijo necio menosprecia a su madre” (Prov. 15,20). Si eres un hijo sabio alegrarás a ambos padres, mientras si eres un hijo necio, igual, los menospreciarás a los dos. Procura ser sabio obedeciendo a tus padres e imitando sus buenos ejemplos.


Disciplinar y honrar

“Hijo honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios” (Ex 20,12). Es una de las reflexiones más sabias, ya que el único beneficiado es el hijo, que también proporcionará orgullo a los padres.


“Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor” (Ef. 6,4). Los padres deben ser pacientes, evitar que sus hijos se enojen y se cierren a ellos, por lo que deben ser disciplinados con amor en las instrucciones del Señor.


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