Meditaciones | Sandy Yanilda Fermín
Vive tu desafío de
Resurrección desde la evangelización
La tarde del sábado 20 de abril, a las 3: 00 pm, nuestra
capilla Santísimo Sacramento de Ciudad Satélite Duarte, sintió el desafío de salir
a evangelizar, junto a nuestro ministro Robert Beltrán y los niños de la
catequesis. Fue salir del desierto, mirar en nuestros adentros, en busca de un avivamiento, que resplandecería
en cada hogar que visitáramos, y así fue.
Mantener el desafío de la resurrección es, pensar en la
fuerza de Dios, en su poder para destruir la tristeza y levantarnos con firmeza,
para mantenernos con esa alegría interna.
Es alegrarnos a nivel personal y comunitario, es subir a flote y montarnos con Jesús en el bote, y dejar de lado, todo aquello que nos mantuvo
atrapados.
Vivir el desafío de la Resurrección es estar siempre en alerta, estar siempre
en cubierta, cruzar a ciegas un horizonte donde Jesús será tu luz, cargando
con tu cruz, calmando tus dolencias, para perfeccionar todo aquello que te
impacienta.
La alegría que sentimos con la Resurrección es, algo que no tiene explicación, es
sonreír ante el sol de la mañana, es mirar los ojos de un niño que canta,
aunque llore por la falta de una mirada.
Es la buena
noticia que nos ha traído de generación en generación, esos testigos que fueron nuestra inspiración. Es haber cumplido
con lo que te propusiste, pero de corazón. Es dejar la vida llena de monotonía,
dejar los momentos donde te mueres, para ver la luz siempre, ver lo nuevo, sentir lo bueno, y
experimentar lo que te mueve.
Cuando resucitas a la vida, es dar muerte a todo lo
que te abate. A todo lo que te hace infeliz, es tocar el arcoíris que Dios nos tiene, cuando nos despierta cada
mañana al contemplar su templanza. Es estar
alegres por haber resucitado, al olvidarnos del pecado.
El desafío de la resurrección es que llueva sonrisas, aunque te duela la vida. Es remover la
piedra del desánimo, cuando no te creas a ti mismo que podrás vencer aquello que
te impide renacer.
Es ver la luz
de un nuevo amanecer, cuando las esferas del pensamiento se entrelazan a su
encuentro, con un estallido de estrellas, anunciando el entusiasmo, de haber
luchado contra lo inesperado.
Implica un constante animar a otros a brillar, a
mantener el júbilo, la armonía, y sobre todo a sembrar paz cada día.
No calles el
gozo de tu alegría, cuando camines llegando a la
ladera, cuando el día se convierta en una quimera, recuerda que la esperanza será tu compañera y que Jesús
siempre estará contigo, desde hoy hasta la vida eterna.
“Vive tu Resurrección
desde la evangelización”, resplandece a nivel del trabajo
comunitario, en la solidaridad, en el amor familiar, llevando alegría a los
enfermos, y que el fuego que quema el
corazón, luego de una evangelización, nos
permita llevar con amor la palabra del Señor.
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