viernes, 7 de noviembre de 2025

Homilía para la Fiesta de la Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán


Nuestra Fe | P. Ciprián Hilario, msc

 


Homilía para la Fiesta de la Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán

(Domingo 9 de noviembre 2025)

 

Queridos hermanos y hermanas en Cristo:

Hoy celebramos la Fiesta de la Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán, la catedral del Obispo de Roma, el Papa, y madre de todas las iglesias. Esta basílica, consagrada en el siglo IV, simboliza la unidad de la Iglesia universal y nos recuerda que cada templo es signo de la presencia viva de Dios entre su pueblo. Las lecturas de Ezequiel 47,1-2.8-9.12; 1 Corintios 3,9-11.16-17 y Juan 2,13-22 nos invitan a contemplar el templo como lugar de vida, de fundación sólida y de purificación. Partamos de ellas en 10 puntos clave para iluminar nuestra fe y nuestra misión.

 

1.- El agua viva que brota del templo (Ez 47,1-2): Ezequiel ve un río que sale del lado derecho del templo, simbolizando la gracia de Dios que fluye desde su morada. En Letrán, dedicada a Cristo Salvador, recordamos que la Iglesia es fuente de vida espiritual para el mundo.

 

2.- Sanación y fertilidad por el agua divina (Ez 47,8-9): Este río transforma el mar muerto en agua dulce, haciendo abundar peces. Así, la Iglesia, como templo consagrado, sana las aguas estériles del pecado y produce frutos de conversión y caridad.

 

3.- Árboles frutales a las orillas (Ez 47,12): Los árboles dan fruto cada mes y hojas medicinales. La Basílica de Letrán nos evoca la Iglesia como jardín de Dios, donde los sacramentos nutren la vida eterna y curan las heridas del alma.

 

4.- Somos edificio de Dios (1 Cor 3,9): San Pablo nos llama "campo de Dios, edificio de Dios". La dedicación de Letrán celebra no solo piedras, sino la comunidad viva que construye el Reino con amor y obediencia.

 

5.- Cristo, el único fundamento (1 Cor 3,11): "Nadie puede poner otro fundamento que el ya puesto, Jesucristo". Letrán, como sede papal, afirma que toda iglesia se edifica sobre Cristo, roca inamovible contra las tormentas del tiempo.

 

6.- Somos templo del Espíritu Santo (1 Cor 3,16-17): "¡Vosotros sois templo de Dios y el Espíritu de Dios habita en vosotros!". Esta fiesta nos urge a respetar la santidad de la Iglesia visible y de cada bautizado, destruyendo todo lo que profane su pureza.

 

7.- La purificación del templo por Jesús (Jn 2,13-22): Cristo expulsa a los mercaderes con celo por la casa de su Padre. En Letrán, renovamos nuestro compromiso de mantener las iglesias como lugares de oración, no de comercio mundano o distracciones.

 

8.- "Casa de oración" vs. "cueva de bandidos" (Jn 2,16): Jesús cita las Escrituras para reclamar la santidad del templo. Hoy, la Basílica de Letrán nos interpela: ¿Es nuestra vida parroquial un espacio de encuentro con Dios o de intereses egoístas?

 

9.- El templo de su cuerpo resucitado (Jn 2,19-21): "Destruid este templo y en tres días lo levantaré". Los discípulos entienden después de la Resurrección que Jesús es el verdadero Templo. Letrán apunta a Cristo, destruido en la cruz y reconstruido en gloria.

 

10.- Unidad eclesial en la madre de las iglesias: Estas lecturas convergen en Letrán como símbolo de la Iglesia una, santa, católica y apostólica. Desde el agua vivificante de Ezequiel, el fundamento de Pablo y el celo de Juan, somos llamados a ser templo vivo, irradiando la luz de Cristo al mundo.

 

Hermanos, que esta fiesta nos impulse a vivir como templos santos: purificados por la Eucaristía, fundados en Cristo y fructíferos por el Espíritu. Que la Virgen María, Madre de la Iglesia, interceda por nosotros. Amén.





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