• Noticias

    viernes, 18 de junio de 2021

    Los 4 pilares del Espíritu de Fe (II)


    Educación | Pedro Orbezua, fsc






    ¡Que la Escuela vaya bien!
    Los 4 pilares del “Espíritu de Fe" (II)

     

    De los cuatro pilares, señalábamos dos en el número de mayo, así que procederemos con el tercero: “La presencia de Dios”.

     

    Desde el primer round quiero apostar fuerte a las palabras de San Pablo en el Areópago de Atenas: “Dios no está lejos de ninguno de nosotros, pues en El vivimos, nos movemos y existimos” (Hechos 17, 28). Y a las de San Juan: “Porque mora con ustedes y está en ustedes” (Juan 14, 17). Esta realidad infinita y admirable, más auténtica y cierta de lo que a primera de vista se nos antoja, es muy estimada y querida, esencial y prioritaria, en la espiritualidad lasallista, pues es herencia preciosa para los Educadores de cualquier fe y religión, que nos llega de la sabiduría de JBDLS.

     

    Me lo digo y repito a diario: Dios no es el Dios externo y lejano, solitario y ensimismado, autorreferencial y autista, a quien de vez en cuando hay que despertar para que nos atienda y nos eche una manita y, por si las moscas, para asegurar su beneplácito, buscamos intercesores que nos faciliten llegar a él.  ¡¡¡No y mil veces no.!!!

     

     Dios proactivo -el buen Dios que es amor- afirmando lo que existe y existirá, la realidad conocida y por conocer, sosteniéndola, pues es el fundamento, la matriz de todo lo visible y lo invisible. Dios que nos envuelve: encima y abajo, a la derecha y a la izquierda, detrás y delante… Y Dios dentro de nosotros. Dios que nos habita en lo más límpido de nuestro jardín interior donde acostumbra a pasear silencioso… Machaco una vez más para que no haya duda: Estamos en Dios y Dios en nosotros. No estamos solos y nunca estaremos solos.

     

    JBDLS en sus escuelas, desde un principio, promovió el recuerdo de la presencia de Dios. Cada media hora, un alumno decía: “Acordémonos de que estamos en la santa presencia de Dios”. Y seguían unos segundos de silencio. Actualmente, a la invitación, se responde: ¡Adorémosle! Y se deja ese instante de recogimiento.  En algunas instituciones la tradición de la presencia de Dios se realiza “a toque de campana”. ¡En cada ámbito de la Escuela, el alumno señalado proclama el “Acordémonos…!  Es en ese momento que se hace el milagro de un silencio absoluto… ¡Me sigue emocionando la experiencia!

     

    Esta práctica tricentenaria no pretende que maestros y discípulos se “pongan” en la presencia de Dios, como quien se tumba al sol en la playa para dorarse, sino que tomen conciencia, caigan en la cuenta,  de que en su interior y allí donde están: aula, patio, administración, secretaría,  limpieza de los pasillos, en fin,  en la actividad que realizan,  Dios está presente, realmente presente -subrayo su “presencia real”- bendiciendo, sosteniendo, alentando, empujando, santificando a quienes ha elegido, consagrado y enviado a abrir caminos a su sueño y proyecto -la fraternidad universal- mediante el servicio educativo de los pobres. Hablamos, pues, de un “realismo místico”. La Escuela se convierte en espacio de salvación por la vivencia de la presencia de Dios, “origen, vigor y meta de los sonoros ríos de la vida”. ¡Es la Educación la Obra de Dios y también nuestra Obra!

     

    La práctica de la Presencia de Dios en la Escuela trae consigo tres aspectos que me gustaría compartir:

     

    1.-El hábito de la presencia de Dios le sirve al educador a modo de tregua para “REUNIFICARSE INTERIORMENTE”. Lo saben ustedes por experiencia y si no, se lo imaginan, aunque no es lo mismo: ¡educar no es fácil! Hay que tener coraje y entusiasmo para entregarse a este ministerio. Hora tras hora, día tras día, mes tras mes, año tras año… Educar es una tarea que exige al Educador, como a los caballos de carreras, estar en tensión continua, o sea, atentos  a cuanto ocurre y no ocurre en el aula, en el patio, en… Educar es relacionarse con personas y qué más cuesta arriba que las relaciones humanas, máxime si se trata de niños y jóvenes… Insisto, esa breve pausa del recuerdo de la presencia de Dios es ocasión para el educador de volver sobre sí mismo y retomar la posible dispersión en que estuviere y aconsejarse a sí mismo: ¡Tranquilo, Pedro, respira hondo, relaja músculos, enfoca tu mirada, reconoce a esos niños y jóvenes como tus hermanitos y ya sabes: En medio de ellos como el que sirve!

     

    2.- La presencia de Dios es disponer de un paréntesis para “REORIENTARTE HACIA DIOS” Como los “tiempos muertos” -para nosotros “tiempos vivos”- en un partido de básquet. Y preguntarte por quién o por qué estás haciendo lo que haces; preguntarte por el significado y la orientación de tu tarea; preguntarte si te buscas a ti mismo o si eres efectivamente para tus alumnos; preguntarte por tu entrega y servicio absolutos… En una palabra, si la motivación profunda de lo que eres y quieres llegar a ser, de lo que haces y decides llegar a hacer, es “Dios”. Es entonces que aprovecharás ese tiempito para orar, con una antífona sencilla que repetirás a lo largo de la jornada y que te funciona como bastón en el caminar diario.  Unos ejemplos: “Pase lo que pase, que me pase contigo, Señor”.  “Cuenta conmigo, Señor”. “Para ti es mi música, Señor”. “Padre, me ponto en tus manos”. “Juntos andemos, Señor” …

     

    3.- El rito del “Acordémonos de que…”  recuerda a los Educadores que son -¡atención, mucha atención!-  “PRESENCIA DE DIOS”, sacramentos de Dios, mediación de Dios, para los alumnos y las alumnas de su escuela, colegio o universidad.  Los niños y los jóvenes a través de su Educador, Educadora -compasivos y misericordiosos, cercanos y atentos, amorosos y exigentes, fraternales siempre- entenderán en su mente y acogerán en su corazón al verdadero Dios, que es el Dios Amor. “En la invocación “Acordémonos…”, los Educadores cristianos encuentran a la vez la SEGURIDAD de la presencia constante del Dios trinidad y la LLAMADA a ser, en Jesucristo, mediadores de su amor”. (R. 64.1). ADH 857.

    No hay comentarios:

    Publicar un comentario

    Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...

    Para Vivir Mejor


    Entradas Recientes



    La Familia


    Amigo del Hogar | Revista

    Orientada esencialmente a la familia desde una visión humano-cristiana, la Revista Amigo del Hogar nace en el año 1942, como obra evangelizadora de los Misioneros del Sagrado Corazón (MSC).

    ¿Quiénes Somos?

    Somos una comunidad religiosa fundada por el P. Julio Chevalier en el año 1854, en Issoudun, Francia. El proyecto al que buscamos ser fieles es, desde el Corazón misericordioso de Jesús, anunciar el amor de Dios al mundo.

    Temas de Salud


    Entradas populares