Bioética | Jahuil Alexander Doroteo
Manipulación del cerebro
Los avances genéticos han sido muy importantes y han dado
luces con relación al ser humano. De igual manera el estudio del cerebro abre
un nuevo horizonte para la medicina, pues él es el centro de la vida y de la
actividad humana. No obstante, está el peligro de la manipulación, por la cual
se busca el control de las personas al tener incidencia en las actividades de
las mismas. De hecho, no hay un control sobre el ser humano, más bien es por
medio de psicofármacos que se logra influir en sus actividades químicas para
evitar el sufrimiento y los conflictos humanos. Pero hay que tener en cuenta
que la dependencia provocada por el abuso de estas sustancias sin mesura
terapéutica trae consecuencias fatales para la persona.
Siguiendo a Alburquerque, se puede hablar de algunos
procedimientos aparte de los psicofármacos, entre los cuales tenemos la
psicocirugía, la cual tiene su fama gracias al doctor Egas Monits. Esta cirugía
consiste en eliminar una parte del cerebro para cambiar la conducta de personas
violentas. Sin embargo, esta manera de buscar la solución al problema dejaba
lesiones y destrucciones en el cerebro cuyos resultados eran inciertos. Por
otro lado, está el tratamiento electroconvulsivo, que busca la mejoría del
paciente por medio de choques eléctricos en la cabeza, con cuyo uso se han
visto buenos resultados en personas con depresiones y agudas psicosis. Este
método es más aceptado que el anterior.
En esta misma línea se encuentra la estimulación
eléctrica, que busca ayudar al paciente, por medio del uso de electrodos en la
cabeza y aplicar electricidad para estimular al cerebro. De esta manera se
estimulan ciertas partes de este órgano obteniendo resultados increíbles.
Gracias a ello se pueden tratar personas con insomnio crónico, problemas de
agresividad, bloquear convulsiones epilépticas y el mal de Parkinson. Sin
embargo, su carácter experimental crea problemas, porque no está aprobado
clínicamente y además, se debe tener en cuenta que la libertad y la dignidad de
la persona son límites que no deben ser traspasados, con lo cual entran en
conflicto los intereses de la sociedad y los derechos del individuo.
En este sentido nuestro autor advierte sobre los
problemas que suscitan estas terapias al buscar el control y manipulación del
cerebro. Según él, el problema mayor radica en que por medio de una pastilla o
un choque eléctrico, se pueda modificar la reactividad psicológica del
individuo. Es decir, que estos procedimientos suponen una amenaza contra la
integridad de la persona, debido a que el paciente queda indefenso y su
identidad personal puede ser violada.
Esto no quiere decir que es malo el avance científico,
con lo dicho aquí solo se trata de presentar los problemas éticos de estas
terapias. Otra opción son la psicoterapia y el psicoanálisis, que llevan más
tiempo que las técnicas anteriores, pero tampoco escapan a las implicaciones
éticas.
Referencia: Alburquerque, E., Bioética Una apuesta por la
vida, Madrid, 2002, pp. 191-200.
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