Evangelización | Amedeo Lomonaco/Vatican News
Propaganda Fide, todos los días hasta el fin del mundo
Los Dicasterios de la Santa Sede contados desde dentro: historia,
objetivos y el "presupuesto de misión", cómo funcionan las estructuras
que apoyan el ministerio del Papa. Conocemos la Congregación para la
Evangelización de los Pueblos en la entrevista con el Prefecto, el cardenal
Luis Antonio Tagle.
Su objetivo específico es la actividad misionera, es decir, la
evangelización de los pueblos y la creación de Iglesias en el seno de los
nuevos pueblos evangelizados
Tiene un alma tan antigua como el Evangelio, una historia eclesial de
cuatro siglos y el mandato intemporal de llegar a lo que al Papa Francisco le
gusta llamar las "periferias" humanas y existenciales. El horizonte
de acción de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos coincide con
el mundo, donde la misión "ad gentes" requiere vocaciones, manos,
inteligencia y estructuras. Es una obra de grandes "números", apoyada
en un presupuesto de 25 millones de euros (cifra oficial para 2021), un
dicasterio extenso y complejo, dirigido por el cardenal Luis Antonio Tagle, que
explica con detalle el funcionamiento, los proyectos y los objetivos.
El decreto Ad gentes del Concilio Vaticano II afirma que la Iglesia
"es por naturaleza misionera" y que la labor de evangelización es un
"deber fundamental del pueblo de Dios". ¿Qué tipo de responsabilidad
y compromiso implica esto para el dicasterio responsable de la
"propagación de la fe" en los territorios de misión?
La Congregación para la Evangelización de los Pueblos (CEP) tiene como
objetivo específico la actividad misionera, es decir, la evangelización de los
pueblos y la creación de Iglesias en el seno de los nuevos pueblos
evangelizados.
Desde el principio (1622), cuando se fundó la Sacra Congregatio de
Propaganda Fide, hasta hoy, los pontífices han mantenido inalterada la
intuición inicial de disponer de "un centro de propulsión, dirección y
coordinación" [RM 75] para la actividad misionera, en el que la Missio ad
gentes sea el criterio unificador de competencia. Esta visión se ha mantenido,
aunque con algunas modificaciones, incluso en las diversas reformas de la Curia
Romana [cf. Pastor Bonus, art. 85 y RM 75].
La CEP tiene también la tarea de ayudar al Obispo de Roma en la
promoción de la cooperación misionera, para que sea cada vez más evidente y
eficaz que toda la Iglesia, por su propia naturaleza, es misionera y que todo
el Pueblo de Dios tome conciencia de su compromiso misionero, colaborando en él
con la oración, con el testimonio de su vida y con el apoyo económico. En esta
perspectiva, las actividades de la CEP son propiamente servicios a las iglesias
jóvenes.
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