Humanismo Integral | Sebastián Sansón Ferrari/VN
Francisco: “Lo global no vaya en detrimento de lo local”
El
Papa mantuvo una audiencia privada con miembros de la Asociación italiana
"Anima per il sociale nei valori d’impresa", una organización
dedicada a defender la responsabilidad social de las empresas en diferentes
planos. “La construcción de una nueva economía que respete la dignidad humana y
el medio ambiente puede y debe empezar desde abajo”, afirmó.
“Si
queremos que el mundo futuro sea habitable y digno para el hombre, la economía
debería ser más libre del poder de la finanza y más creativa en el buscar
formas de producción orientadas a una economía integral. Que la economía sea
concreta, no líquida ni gaseosa, como es el peligro de las finanzas". Este
fue uno de los disparadores de reflexión ofrecidos por el Papa Francisco a la
Asociación Anima per il sociale nei valori d’impresa, una institución que
defiende la cultura de la responsabilidad social de las empresas en el ámbito
económico, social y ambiental. Lo hizo durante la audiencia privada que tuvo
lugar este lunes 14 de marzo en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.
Francisco
recordó que, hace veinte años, en el marco de la Unión de Industriales y
Empresas de las Provincias del Lacio, se creó esta institución, para promover
cuestiones éticas y sociales. El Pontífice remarcó: “Por eso eligieron utilizar
la palabra ‘alma’: ¡una palabra muy exigente! Te hace pensar en una realidad
que no tiene visibilidad propia, pero que desde el interior estimula y motiva
vuestro trabajo” y consideró que a los directivos “les corresponde sobre todo
hacer un balance de lo que han conseguido en los últimos veinte años”.
El
Papa puntualizó que hoy, con la mirada puesta en el bien común, es necesario
que la política y la economía, en el constante diálogo entre sí, se pongan
decididamente al servicio de la vida, de la vida humana y de la vida de la
creación, nuestra casa común (cfr. Laudato si’, 189), no al servicio de la
muerte, como lamentablemente sucede a veces, aclaró. "La gran crisis
financiera de 2007 – 2008 debería habernos empujado en esta dirección, pero me
parece que esencialmente el mundo ha seguido y sigue rigiéndose por criterios
obsoletos”, añadió el Santo Padre, quien reflexionó que las diversas guerras
regionales y, en especial, la de Ucrania “demuestran que quienes rigen el
destino de los pueblos no han comprendido aún la lección de las tragedias del
siglo XX”.
“Lo
global no vaya en detrimento de lo local”
“Ustedes,
que representan prevalentemente la realidad de las pequeñas y medianas
empresas, saben muy bien lo difícil que es, en este contexto, desarrollar y
crear puestos de trabajo respetando los valores éticos y la responsabilidad
social”, dijo. “Pero no debemos desanimarnos ni resignarnos”, subrayó.
Para
el Obispo de Roma, la globalización debe ser “gobernada”, de modo que “lo
global no vaya en detrimento de lo local, sino que ambas dimensiones estén en
relación virtuosa y en relación fecunda”, expresó. Pero ¿Qué pueden hacer los
pequeños empresarios frente al “gigante Goliat” del poder financiero y
tecnocrático? Es una pregunta comprensible, según Francisco, quien cree que ese
pesimismo “no está justificado” y sostiene que la construcción de una nueva
economía que respete la dignidad humana y el medio ambiente puede y debe
empezar desde abajo. Y, de hecho, confirmó que ya ha empezado desde abajo, pues
“en todo el mundo hay muchas experiencias de empresa ética y sostenible que
están abriendo camino”. Francisco recalcó que “hay que fomentar la comunicación
y el intercambio entre estas experiencias, para que se forme una red capaz de
tener un impacto a niveles cada vez más amplios”.
“Sobre
el tema de la economía nueva, la economía concreta, hablé en el libro -el
último que escribí- Soñemos juntos; Ritorniamo a sognare es la versión
italiana. Me mantuve en el análisis de este problema de la concreción de la
economía y de la visibilidad de la economía para huir de lo que he dicho -la
liquidez o la gaseosidad; quizás esto pueda ilustrar lo que quiero decir aquí.”
“No
olviden cuidar su propia alma”
En
la parte final de su alocución, el Santo Padre les dio un “consejo de obispo”:
“Si quieren ser ‘alma’ en el mundo de la empresa, no olviden cuidar su propia
alma, la que viene de Dios. Y, para esto, se necesita –afirmó Francisco-
resistir a la tentación del activismo y encontrar tiempo para reflexionar,
pensar, contemplar. El Papa manifestó que a veces el activismo nos destruye la
interioridad, pero no se refirió a la religiosidad, sino a la interioridad
humana.
“También
para esto la asociación puede ser útil, con propuestas. Planteen propuestas.
Pero es, sobre todo, una exigencia personal: cada uno, si quiere animar, debe
dejarse animar interiormente por lo bueno, lo bello, lo verdadero. Lo
demuestran los testimonios de emprendedores italianos que supieron hacer crecer
no solo sus beneficios, sino también la propia vida, la calidad de la vida, la
calidad del trabajo, con libertad y creatividad, porque tenían una conciencia
iluminada. Y esto te lleva a la creatividad, te lleva -me permito la palabra- a
la poesía. El trabajo del hombre es poesía. Hacer las cosas.”
Con
un agradecimiento Francisco terminó su discurso y les deseó lo mejor para su
trabajo y la vida asociativa. “El Señor bendiga a ustedes y sus familias”, dijo.
Con su habitual cercanía y sentido del humor, Francisco les dirigió un pedido
especial: "Y recen por mí, porque lo necesito. Y si alguno no reza, no
puede rezar, no quiere rezar o no sabe rezar, al menos que me envíe buenos
pensamientos y buena onda. Gracias".
Publicado
por Vatican News
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