Temas de Salud | Hoy
¿Cómo tratar a un familiar con Alzheimer?
Las
personas que sufren de Alzheimer pierden lenta e irremediablemente la memoria y
la capacidad de juicio, un declive que generalmente dura varios años.
Al
menos 30 millones de personas se ven afectadas en todo el mundo, según la
Organización Mundial de la Salud (OMS).
Una
cifra sin embargo imprecisa, porque la distinción entre Alzheimer y otro tipo
de demencias, a veces por accidentes vasculares, no está tan clara.
La
enfermedad de Alzheimer representa uno de los principales problemas de la
sanidad pública, porque las personas afectadas pierden su independencia y se
convierten en un peso familiar y financiero. El protagonismo en las tareas
diarias de una persona que cuida de un paciente con enfermedad de Alzheimer o
demencia relacionada aumentará a medida que la enfermedad avance.
La
prestigiosa Clínica Mayo aportó cuatro consejos prácticos que ayudan a la
persona con demencia a participar tanto como sea posible y permiten administrar
las tareas con eficiencia:
1.
Reducir las frustraciones
Una
persona con demencia puede agitarse cuando las tareas que antes eran simples se
vuelven difíciles. Para limitar los desafíos y aliviar la frustración:
– Programar sabiamente. Establecer una rutina diaria. Algunas tareas, como
bañarse o las citas médicas, son más fáciles cuando la persona está más alerta
y descansada. Permitir un poco de flexibilidad para actividades espontáneas o
días particularmente difíciles.
–
Tomar el tiempo necesario. Anticipar que las tareas pueden tomar más tiempo del
que solían tomar y programar más tiempo para ellas. Darse tiempo para descansar
durante las tareas.
–
Involucrar a la persona. Permitir que la persona con demencia haga todo lo
posible con la menor cantidad de ayuda. Por ejemplo, podría ser capaz de poner
la mesa con la ayuda de señales visuales o vestirse con independencia si se le
coloca la ropa en el orden en que se pone.
– Ofrecer opciones. Proporcionar algunas opciones, pero no demasiadas, todos los
días. Por ejemplo, proporcionar dos trajes para elegir, preguntarle si prefiere
una bebida caliente o fría, o si prefiere ir a dar un paseo o ver una película.
–
Proporcionar instrucciones sencillas. Las personas con demencia entienden mejor
la comunicación clara y en un solo paso.
–
Limitar las siestas. Evitar siestas múltiples o prolongadas durante el día.
Esto puede minimizar el riesgo de que se reviertan los días y las noches.
–
Reducir las distracciones. Apagar el televisor y minimizar otras distracciones
a la hora de comer y durante las conversaciones para que la persona con
demencia pueda concentrarse más fácilmente.
2.
Ser flexible
Con
el tiempo, una persona con demencia se volverá más dependiente. Para reducir la
frustración, mantenerse flexible y adaptar la rutina y expectativas según sea
necesario, puede ayudar.
Por
ejemplo, si el paciente quiere usar el mismo atuendo todos los días, considerar
comprarle algunos atuendos idénticos. Si se resiste a bañarse, considerar
hacerlo con menos frecuencia.
3.
Crear un entorno seguro
La
demencia afecta el juicio y las habilidades para resolver problemas, lo que
aumenta el riesgo de sufrir lesiones. Para aumentar la seguridad:
–
Evitar las caídas. Evitar las alfombras sueltas, los cables de extensión y
cualquier desorden que pueda causar caídas. Instalar pasamanos o barras de
apoyo en áreas críticas.
–
Usar cerraduras. Instalar cerraduras en los gabinetes que contengan cualquier
cosa potencialmente peligrosa, como medicamentos, alcohol, armas, sustancias de
limpieza tóxicas, utensilios y herramientas peligrosas.
–
Comprobar la temperatura del agua. Bajar el termostato del calentador de agua
para evitar quemaduras.
–
Tomar precauciones de seguridad contra incendios. Mantener fósforos y
encendedores fuera de su alcance. Si la persona con demencia es fumadora,
siempre controlar cuando fuma. Asegurarse de que haya un extintor de incendios
de fácil acceso y de que funcionen las baterías de los detectores de humo y
monóxido de carbono.
4.
Concentrarse en la atención personalizada
Cada
persona con enfermedad de Alzheimer experimentará sus síntomas y el avance de
manera diferente. Adaptar estos consejos prácticos a las necesidades de tu
familiar es clave.
La
paciencia y la flexibilidad, junto con el autocuidado y el apoyo de amigos y
familiares, pueden ayudarnos a enfrentar los desafíos y las frustraciones que
se avecinan.
Publicado
por el periódico Hoy (INFOBAE)
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