Solidaridad | Cardenal Juan José Omella
Frenemos la
desigualdad
12 de febrero,
Jornada Nacional de Manos Unidas
El
próximo 12 de febrero celebramos la Jornada Nacional de Manos
Unidas que este año tiene como lema «Frenar la desigualdad está en tus
manos». Esta Jornada nos invita a poner la mirada más allá de nuestros
problemas cotidianos, nos invita a dirigir la atención a los paÃses del tercer
mundo. Si nosotros estamos padeciendo las consecuencias de la crisis económica
y social provocada por la Covid y por la guerra en Ucrania, imaginaos cómo debe
ser la situación en los paÃses más desfavorecidos.
Manos Unidas
nace a
finales de los años cincuenta del siglo pasado gracias a la gran
sensibilidad de un grupo de mujeres de Acción Católica al conmoverse
ante el drama del hambre en el mundo. Ellas respondieron con su tiempo y sus
recursos a la invitación de Jesús: «tuve hambre y me disteis de comer» (Mt
25,35).
En 1955,
hicieron un manifiesto donde expresaron su voluntad de
trabajar incansablemente para erradicar el hambre, especialmente en los paÃses
en vÃas de desarrollo. Con valentÃa y generosidad, unieron sus corazones y sus
manos y declararon «la guerra al hambre». Lo hicieron
sensibilizando a la sociedad, pidiendo solidaridad e iniciando una
impresionante cadena de ayuda humana que ha pervivido hasta nuestros dÃas.
Después de
algunas décadas muchas manos se han unido y han hecho visibles
rincones de mundo lejanos donde el hambre ha causado y sigue causando estragos.
El lema escogido
por esta organización de la Iglesia católica responde muy bien a lo que
alertan los medios de comunicación sobre el empobrecimiento de la población
mundial. Se apuntan como causas la inflación de precios, disparada por la
guerra de Ucrania, y la subida general de los tipos de interés. Esta inestabilidad
económica lleva consigo un riesgo continuo de tensiones sociales, un temor que
nos mantiene intranquilos, incluso más que las temibles consecuencias de la
crisis medioambiental.
Es por ello
que, con el fin de hacer frente a esta creciente desigualdad que afecta de
manera más grave a los paÃses subdesarrollados, en todas las parroquias y
centros de culto de España tendrá lugar la colecta en favor de Manos
Unidas. Por este motivo, quiero invitaros desde ya mismo a
colaborar económicamente con Manos Unidas*.
Esta semana
tenemos por delante la oportunidad de reflexionar y comprender lo que movió a
esas pioneras en solidaridad, descubrir la labor que hicieron esas
intrépidas mujeres que agitaron los corazones adormecidos para
hacer el mundo un poco más humano. Una labor que sigue y seguirá, siempre y
cuando nosotros sigamos colaborando para frenar la desigualdad y el sufrimiento
de muchas personas condenadas por la pobreza e incomprensión.
Queridos
hermanos y hermanas, felicito de corazón a todas las personas que, de
una u otra manera, colaboran con Manos Unidas: voluntarios, trabajadores,
socios, donantes… Que Dios os bendiga por toda la labor que realizáis y por
vuestra colaboración material y económica.
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