El Papa Benedicto XVI hizo un llamado para que se le brinde el respeto adecuado a todas las personas sin discriminación y a otorgar la protección a los niños de la guerra y la violencia durante una misa que celebró hoy para festejar el Año Nuevo.
El pontÃfice, quien también celebró el DÃa Mundial de la Paz para la Iglesia Católica Romana, señaló que la paz comienza con el reconocimiento que todos los hombres somos hermanos, no rivales o enemigos.
``La paz comienza con una mirada de respeto que reconoce en el rostro de otro ser humano a una persona, sin importar el color de su piel, su nacionalidad, su idioma o su religión'', dijo el Papa durante su homilÃa de la misa, celebrada en la BasÃlica de San Pedro.
El valor del respeto para todas las personas debe ser enseñado desde temprana edad, indicó el Papa Benedicto. Al destacar que aunque resulta común que en los salones de clase hay niños de diferentes orÃgenes, indicó que ``sus rostros son una profecÃa sobe el tipo de humanidad que estamos llamados a crear, una familia de familias y de pueblos'', agregó.
El Papa de 82 años colocó a los niños particularmente aquellos afectados por un conflicto armado u obligados a abandonar sus casas y fue el centro de su mensaje en favor de la paz.
Asimismo, el Papa dijo que era evidente que los hombres son hermanos porque ``a pesar de las diferencias, ellos rÃen y lloran de la misma manera, tienen las mismas necesidades, se comunican espontáneamente y juegan juntos''
El pontÃfice, quien también celebró el DÃa Mundial de la Paz para la Iglesia Católica Romana, señaló que la paz comienza con el reconocimiento que todos los hombres somos hermanos, no rivales o enemigos.
``La paz comienza con una mirada de respeto que reconoce en el rostro de otro ser humano a una persona, sin importar el color de su piel, su nacionalidad, su idioma o su religión'', dijo el Papa durante su homilÃa de la misa, celebrada en la BasÃlica de San Pedro.
El valor del respeto para todas las personas debe ser enseñado desde temprana edad, indicó el Papa Benedicto. Al destacar que aunque resulta común que en los salones de clase hay niños de diferentes orÃgenes, indicó que ``sus rostros son una profecÃa sobe el tipo de humanidad que estamos llamados a crear, una familia de familias y de pueblos'', agregó.
El Papa de 82 años colocó a los niños particularmente aquellos afectados por un conflicto armado u obligados a abandonar sus casas y fue el centro de su mensaje en favor de la paz.
Asimismo, el Papa dijo que era evidente que los hombres son hermanos porque ``a pesar de las diferencias, ellos rÃen y lloran de la misma manera, tienen las mismas necesidades, se comunican espontáneamente y juegan juntos''
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