La
Familia | Yris
Rossi
Una
Verdadera Premonición
Hace
poco tiempo y en el Chat de mi familia, se encendió una crispada discusión en
torno al artículo 37 de la Constitución de la RD que dice:
"El
derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte. No podrá
establecerse pronunciarse ni aplicarse en ningún caso la pena de muerte".
Después de muchas horas de Chat, la hermana madre de mi familia, la que junto a su esposo han dado continuidad al tronco familiar y que goza del cariño y prestigio de todos, bañada por el Don de la sabiduría venido por el Espíritu Santo nos relata parte de su historia de cuando ella estuvo en el vientre de nuestra Madre:
"Hola familia. Tan sólo para contarles una historia que probablemente ustedes desconozcan.
En
el mes de enero del año 1950, nuestra madre visitó al Doctor porque se sentía
extraña. El médico le dijo: Catalina lo que a ti te pasa es que estás
embarazada.
Ella se sorprendió, pues no había experimentado síntomas que se relacionaran con su nuevo estado. Mi madre me contó que al escuchar la noticia se preocupó y sintió dudas. Y pensando en voz alta preguntó, ¿y entonces Doctor que vamos a hacer? A lo que él le respondió:
“Mucho
cuidado Catalina con lo que tú estás pensando, que tú no sabes si ese hijo o
esa hija es la que te va a cuidar en tu lecho de muerte".
¡Una
verdadera premonición!
Mi
madre me dijo que muchas veces había dado gracias a Dios por haber permitido
que yo naciera.
Nuestra madre murió el 1ro de noviembre del año 1995 en mí casa. ¡Gracias madre por darme la vida!
¡Gracias
a todos ustedes por amarme tanto y darme la oportunidad de amarlos a
ustedes!
Y
fue así como con este relato mi hermana le puso la tapa al pomo, y fue entonces
cuando los argumentos se rindieron a la evidencia del amor de Dios expresado en
su nacimiento y en lo importante que ella fue para nuestra madre y ha sido y es
para cada uno de nosotros.
¡Definitivamente una persona muy especial! Ella hoy vive entre nosotros porque mi madre y el médico le dieron a ella la oportunidad de nacer como a ti y como a mí.
¡Que
viva la vida!
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