La Familia | Carmen Serrat Valera/LF
13 verdades que nadie te dijo acerca del matrimonio
Nuestra
sociedad nos prepara para el oficio más sencillo, pero, para el trabajo más
complicado de la tierra, que es la convivencia en pareja y la educación de los
hijos, la mayorÃa de nosotros acudimos sin ningún tipo de preparación.
Es
más, la mayorÃa de nosotros emprende esta aventura con una mochila repleta de
expectativas falsas, creencias irracionales y mitos y falacias que no se
corresponden con la realidad.
Si
se ofreciera a las parejas un manual de instrucciones y un curso prematrimonial
apropiado, la tasa de divorcios, y consecuentemente el sufrimiento humano que
acarrea para la pareja y los hijos, se verÃan considerablemente reducidos.
Tendemos
a idealizar la relación de pareja, pero nadie se libra de las verdades que
vamos a mencionar y cuando se presentan, es frecuente creer que algo marcha mal
entre nosotros, nuestra pareja, o nuestra relación y si no estamos preparados
puede dar al traste con nuestra relación. Es importante conocer de antemano
todo aquello que puede ocurrir y que es perfectamente “normal”. De no hacerlo
podemos magnificar, pensar que sólo nos pasa a nosotros y terminar convirtiendo
en grandes problemas lo que son realidades a aceptar, sin renunciar a actuar para
resolver aquello que esté en nuestra mano. En caso contrario se puede
desencadenar una espiral de distanciamiento y ruptura que acabe en divorcio.
AquÃ
hay algunas verdades que nadie te dice sobre la vida en pareja, un mini-manual
que te puede ayudar a entender lo que es normal y, ¡hasta necesario!, para que
una relación prospere.
1.
A amar y a convivir se aprende
Nadie
nace sabiendo. Necesitamos aprender a pensar en hacer feliz al otro en vez de
medir lo que el otro hace por ti, a renovar la ilusión, a comunicarnos sin
herir sus sentimientos, a dialogar, a negociar, a gestionar de forma
constructiva nuestras emociones. Pero tampoco nos lo enseñan, a pesar de ser
más importante para nuestra felicidad que las matemáticas o la asignatura que
creas más relevante. DeberÃa ser una asignatura obligada en el currÃculum
académico.
En
lugar de incluirlo en el aprendizaje da habilidades para la vida, la única
información que recibimos es la que nos proporcionan la televisión y medios de
comunicación, con su dosis de sexo deshumanizado, infidelidades y todo tipo de
mitos y falacias acerca de lo que es el auténtico y generoso amor.
2.
No confundas el verdadero amor con la pasión y la locura transitoria inicial.
“Estar enamorado es una etapa de la relación que no dura para siempre”.
Estos
fuegos duran entre dos y cuatro años. Las personas que sólo desean vivir este
tipo de relación, se ven obligados a estar cambiando constantemente de pareja,
experimentando con cada ruptura el dolor que conlleva y los periodos de soledad
no deseada hasta que vuelve a aparecer una nueva pareja en el horizonte.
3.
El amor crece con el tiempo y con esfuerzo
Aprende
a construir y mantener un amor. Compartimos la falsa creencia que si las cosas
marchan bien es que estamos enamorados y si tenemos dificultades significa que
no lo estamos; Otro error es creer que el amor es cuantificable y que siempre
hay que tener el máximo y que toda la vida va a durar el amor o la pasión
inicial.
La
realidad es que el verdadero amor crece con el tiempo y con esfuerzo. SÃ,¡con
esfuerzo!, aunque suene poco espontaneo y natural, ¡es asÃ!. Tu relación de
pareja es como un jardÃn que requiere atención y cuidado, y si lo abonas, lo
riegas y arrancas las malas hierbas, florecerá durante toda la vida. En cuanto
dejas de hacerlo tu relación puede empezar a agostarse.
4.
No esperes que tu pareja satisfaga todas tus necesidades
La
única persona capaz de hacerte feliz y llenar tu vida eres tú mismo. No
pretendas que el otro lo haga por ti. Y sólo si eres capaz, de satisfacer tus
necesidades y vivir una vida plena, serás capaz de hacerle feliz al otro. Tu
pareja también es el único responsable en lo que a su felicidad y a su vida
concierne.
5.
No siempre y en todo momento te vas a sentir atraÃdo por tu pareja
Aunque
sabemos esto intelectualmente, cuando la falta de atracción aparece en el
matrimonio, y va a aparecer seguro en un momento u otro, la gente piensa que ya
se ha acabado. Los medios de comunicación nos bombardean constantemente con
mitos y falacias acerca de lo que es el amor y la mayorÃa de la gente no tiene
otra fuente de información. Una de las falacias más frecuentes que nos
transmiten es que si no te siente tremendamente atraÃdo por tu pareja,
significa que estás con la persona equivocada.
La
convivencia hace que veamos a nuestra pareja en situaciones muy diferentes –
desde atractivamente vestida para un evento especial hasta desaliñada y con
mala cara cuando se encuentra enferma. Incluso en el transcurso de un dÃa o una
hora, la atracción puede fluctuar, y eso es completamente normal. Saber esto
puede ahorrarte mucha ansiedad innecesaria y ayudarte a normalizar y no
alarmarte cuando no experimentas el momento más álgido de la atracción.Tu
pareja no te va a gustar en todo momento y en toda situación y tú no le vas a
gustar siempre.
Incluso
habrá momentos en que tu pareja te ponga nervioso/a. No soportes sus bromas, su
forma de reÃr. Esto es completamente normal entre los seres humanos cuando
pasamos mucho tiempo con la misma persona. Aceptamos que esto sea asà con
nuestros amigos y nuestra familia, pero pretendemos que nuestra pareja nos debe
de encantar en todo momento.
6.
Los periodos de desamor forman parte del verdadero amor
Una
falacia muy frecuente es pensar: “Nos conocemos, nos enamoramos, y asÃ
viviremos felices para siempre.” Este modelo nos oculta una parte esencial: el
desamor. Como uno de mis clientes me decÃa “Tuve que experimentar el desamor
para aprender qué el auténtico amor abarca ambas cosas.” Esto es algo que nadie
nos lo cuenta.
Y
si no experimentas en estos momentos una etapa de enamoramiento, no significa
que todo se ha terminado. Significa que puedes dedicar tiempo y energÃa a
mejorar vuestra relación: compartir intereses, hacer cosas que os gustan
juntos, viajar, hablar entre vosotros (siempre que sepáis hablar entre vosotros
sin heriros, para lo cual es necesario ser hábil en habilidades de
comunicación) para hacerle florecer de nuevo vuestra relación.
Incluso,
si no experimentas una gran pasión, no significa que tu relación esté agotada o
condenada al fracaso. Algunas personas lo experimentan con más frecuencia que
otras, y no hay absolutamente ninguna correlación entre experimentar una etapa
de enamoramiento y el éxito de una relación.
7.
Ten presente que vas a atravesar alguna crisis, pero que nos pueden ayudar a
crecer y fortaleceros como pareja
Saberlo
es la mejor forma de prepararse para ello, de que no te tome desprevenido.
Forma parte de la vida. No pienses que todo se ha terminado, es el momento de
poner a prueba nuestro amor y nuestras fortalezas.
8.
No esperes a sentir para hacer. Primero viene el comportamiento y luego la
emoción
Lo
que se no se utiliza se pierde, pero no esperes a sentir deseo o afecto para
implicarte en relaciones Ãntimas con tu pareja o para expresarle tu amor.
Empieza a practicar ambas cosas y tu amor y tu anhelo por el otro crecerán como
la espuma.
Hay
momentos en que el estrés del trabajo y de la vida cotidiana, el cuidado de los
niños pequeños o el cansancio emocional derivado de la educación de los hijos
adolescentes ahogan ambos sentimientos. Pero no los dejes morir, busca espacios
de encuentros, escapadas juntos y formas de reavivar ambas cosas.
9.
El sexo es un acto sagrado de dar y recibir
La
falta de una adecuada educación emocional y sexual es otra carencia de nuestro
currÃculum. Aprendemos de los medios de comunicación, los compañeros, y ahora,
cada vez más, de la pornografÃa, que el sexo es algo que se utiliza para
obtener la propia satisfacción, la aprobación o la seguridad. La sexualidad
sana no es ninguna de esas cosas. El sexo es una expresión de amor, un acto de
conexión donde se practica el arte y habilidad de dar y recibir.
10.
El matrimonio es un crisol diseñado para ayudarte a crecer
El
matrimonio no es “felices para siempre”, no es el final del camino, el lugar de
descanso de la felicidad eterna. El matrimonio es uno de los caminos más
desafiantes y gratificantes que podemos acometer los seres como humanos.
Es
la oportunidad diaria de desarrollar la mejor versión de nosotros mismos, el
amor, la generosidad, el sentido del humor, la inteligencia emocional, la
compasión, el perdón… y muchas otras virtudes con las que no nacemos.
Tristemente
tampoco nos lo enseñan, pero la gran noticia es ¡que las podemos aprender! y
convertir asà nuestra vida en una aventura apasionante. No renuncies a ello. Es
la mejor forma de VIVIR. No te conformes con pasar por esta vida sobreviviendo
dentro de la mediocridad.
11.
Los modelos que has tenido para la convivencia en pareja influyen en tu forma
de relacionarte en la misma
Si
tuviste la fortuna de crecer en un matrimonio saludable, es mucho más probable
que hayas aprendido de forma natural los principios y acciones necesarias para
el éxito del matrimonio.
Pero
si fuiste testigo de un matrimonio caracterizado por las crÃticas, disputas,
enfados, resentimiento, o mal trato fÃsico y verbal tendrás que luchar para
dejar atrás esos malos aprendizajes y hacerte con otros que te ayuden hacer de
tu relación un éxito.No te desanimes. Todo es posible. No eres el único. Mucha
gente como tú se enriquece cada dÃa aprendiendo y mejorando.
No
es un trabajo fácil, pero sólo porque exige esfuerzo no significa que estás con
la persona equivocada.
12.
La vida con los niños pequeños es muy agotadora y con los adolescentes muy
estresante
Tener
hijos es una de las cosas más maravillosas que puedes hacer. Es una inversión
para el futuro. Pero, ¡hay que saberlo! es una fuente de estrés y desavenencias
incluso en el mejor de los matrimonios.
Resulta
un pequeño milagro que las parejas jóvenes sobrevivan, hoy dÃa, a la crianza,
debido a las exigencias de tiempo y esfuerzo, al cansancio fÃsico y emocional
que genera, y las piruetas que hay que hacer para satisfacer las necesidades de
la pareja.
Saber
esto puede ayudarte a resistir estos años difÃciles, mientras no te olvides que
todo acaba pasando, y de lo importante que es encontrar el tiempo para cuidar
la relación de pareja.
Pertenecer
a un grupo de matrimonios de apoyo y autoayuda o asistir a una Escuela de
Padres puede ser un recurso maravilloso para aprender cómo otros afrontan los
mismos problemas, para normalizar lo que nos ocurre y ver que no están solos.
13.
En algún momento de tu vida matrimonial va a aparecer otra persona por la que te
sientas atraÃdo/a
A
la mayorÃa de la gente le ocurre. ¡DeberÃan advertÃrnoslo! Y cuando ocurra no
pienses que es que tu matrimonio falla o te has equivocado de persona.
Simplemente te has sentido atraÃdo por otra persona, lo que demuestra que estás
vivo y eres un ser humano.
Existe
un peligro de que esto suceda con personas que tratamos habitualmente
(compañeros de trabajo o de alguna otra actividad). Cuando notes que esto
acontece, no te dejes arrastras por esa nueva persona, no abras una ventana y
dejes que se cuele (no le cuentes tus problemas, limÃtate a las relaciones
profesionales y si es necesario frecuéntala menos, dedica tiempo a tu pareja y
renueva la relación), levanta un muro, si no cuando menos te lo esperes te
sentirás atrapado/a. No te engañes pensando que tú lo controlas, no pienses que
como tienes una buena relación, no va a pasar. Ocurre a pesar de tener un buen
matrimonio.
Pero
si sigues cultivando una relación con esa persona, sin darte cuenta pasará a
ser el foco prioritario de tu interés y tu pareja de siempre perderá puntos.
Después
de leer todo esto pensarás que ¡a ver quién es el guapo que se casa! Si las
mariposas en el estómago no duran para siempre, si además tener una buena
relación exige esfuerzo y trabajo, si los hijos te cansan fÃsica y
emocionalmente, entonces… ¿qué gano?
Puedes
ganar muchas cosas. ¿SabÃas que la gente casada es más feliz, vive más tiempo,
tiene menos enfermedades y envejece mejor que la gente soltera, viuda o
separada? Además, según las investigaciones, estas ventajas son propias del
matrimonio. Cohabitar, parece ser que no produce los mismos resultados. En
algunos casos la convivencia no va unida a un compromiso, lo que puede
significar “nadar y guardar la ropa”.
El
compromiso parece importante. Cuando aparecen las crisis, es más probable que
se traten de solucionar. Y no descartar la convivencia con esa pareja por la
mera aparición de problemas. En la simple cohabitación, es frecuente que ante
la aparición de problemas “normales” en cualquier relación, se interprete como
que la relación no funciona y se rescinda la convivencia.
Todas
estas cosas de las que hemos hablado, seguramente te van a ocurrir en algún
momento. Y no son indicativas de que te has equivocado de pareja o que tú
matrimonio no funciona. Son experiencias normales. Aprovéchalas para invertir
en mejorar, regar, abonar tu relación, aprender de las dificultades y crecer
con las crisis como persona y cómo pareja. Pero si ves que solo no puedes,
acude y pide ayuda a un buen consejero matrimonial.
Publicado
por La Familia.info
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...