Matrimonio y Familia | Patricia Ynestroza/VN
El Papa a Retrouvaille: parejas que acompañan a matrimonios en
dificultad
Francisco
compartió con la asociación tres palabras claves: crisis y heridas, pero sobre
todo la palabra "clave" en la pastoral familiar: acompañar. Reunido
en el Aula Pablo VI con la Asociación Retrouvaille, el Papa recordó el valor de
las heridas familiares que, si se ponen al servicio de los demás, ayudan a
sanar a uno mismo y a los que le rodean. E invita a "perder tiempo"
para acompañar a los cónyuges en crisis con paciencia, respeto y
disponibilidad.
El
Papa se encontró con 600 miembros de la asociación, "Retrouvaille".
El programa Retrouvaille, que como lo indica la palabra en francés significa
redescubrir. Es un programa que ayuda y asiste a las parejas que están pasando una
crisis matrimonial y desean “redescubrir su relación en base al diálogo a
través de sentimientos”.
Como
lo indica uno de los sitios de la asociación, el programa inicia con un fin de
semana de retiro y le sigue un proceso semanal de seguimiento o acompañamiento
dividido en 12 sesiones. No hace
distinción de parejas, pueden estar casadas por la Iglesia, en unión libre,
casados por el Civil o segundas nupcias. La única condición es que estén
dispuestas a trabajar por recuperar su relación.
En
el año de la Familia Amoris Laetitia, el Papa expresó su alegría de saber que
se lleven a cabo este tipo de encuentros, para ayudar a los cónyuges que
atraviesan una grave crisis en su relación:
"Esto
es muy importante, no debemos tener miedo a la crisis. La crisis nos ayuda a
crecer y lo que tenemos que cuidar es no caer en el conflicto, porque cuando
caes en el conflicto cierras tu corazón y no hay solución al conflicto o casi
no hay solución; en cambio, la crisis te hace bailar un poco, te hace sentir lo
malo a veces, pero puedes salir de la crisis, siempre y cuando salgas mejor. No
podemos salir igual: o salimos mejor o peor. Esto es importante. Y es difícil
salir de la crisis solo, todos debemos salir siempre en crisis. Me gusta eso...
[aplausos] ¡No tengas miedo de la crisis, ìten miedo del conflicto!"
Crisis
En
el discurso, el Pontífice compartió con los presentes una de las tres palabras
claves para él: la primera es crisis.
Una
palabra, que como dijo Francisco, se ha utilizado tanto desde que comenzó la
pandemia. Pero hoy, en este encuentro, se nos invita, a “considerar la crisis
como una oportunidad, en este caso una oportunidad para dar un salto
cualitativo en las relaciones, sí una oportunidad dolorosa pero una
oportunidad". Sobre las crisis familiares, la Exhortación Amoris laetitia
dedica una sección.
Heridas
El
Papa mencionó además que hay otra palabra que les quiere compartir: heridas.
Porque las crisis producen “heridas en el corazón y en la carne”.
"Heridas" es una palabra clave para las parejas, forma parte del
vocabulario diario de Retrouvaille, les señaló, de su historia, son parejas
heridas que han pasado por la crisis y se han curado; "y por ello son
capaces de ayudar a otras parejas heridas”, manifestó.
Este
es el don de la asociación, afirmó, la experiencia que han vivido y puesto al
servicio de los demás, es un don “precioso tanto a nivel personal como a nivel
eclesial. Hoy hay una gran necesidad de personas, de cónyuges que sepan dar
testimonio de que la crisis no es una maldición, es parte del camino, y una
oportunidad, y también nosotros, sacerdotes y obispos, debemos recorrer este camino,
mostrar que la crisis es una oportunidad. De lo contrario, seríamos sacerdotes
u obispos encerrados en nosotros mismos, sin un verdadero diálogo con los
demás. En el diálogo real siempre hay crisis”. Pero para ayudar a otras
parejas, no basta con tener la intención, pues se convierte en un “discurso
teórico, una exhortación piadosa", señaló el Pontífice, es necesario haber
experimentado la crisis, para poder dar testimonio, ser “testigos de la vida”,
compartiendo su experiencia, la ponen al servicio de los demás.
Francisco,
agradeció a la Asociación, la "yuxtaposición de los dos textos bíblicos:
el del buen samaritano y el de Jesús resucitado mostrando sus heridas a los
discípulos", porque le ha permitido al Papa, "ver mejor el vínculo
entre el buen samaritano y Cristo resucitado, y a ver que este vínculo pasa por
las heridas, las llagas", y expresó:
"En
el personaje del buen samaritano se ha reconocido siempre a Jesús, incluso en
los escritos de los Padres de la Iglesia. Su experiencia nos ayuda a ver que
ese samaritano es Cristo resucitado, que conserva las heridas en su cuerpo
glorioso y que por eso mismo es capaz -como dice la Carta a los Hebreos (cf.
5,2)- de sentir compasión por ese herido abandonado en el camino, por las
heridas de todos nosotros".
Acompañar
Después
del binomio "crisis-herida", Francisco les compartió otra palabra,
que es "clave" en la pastoral familiar: acompañar.
Esta
palabra fue una de las más importantes del proceso sinodal 2014-2015 sobre la
familia, del que salió la Exhortación Amoris laetitia. Un acompañar, no sólo por parte de los
pastores que les toca porque así lo indica su ministerio; “pero también implica
a los cónyuges en primera persona, como protagonistas de una comunidad que
"acompaña". "Su experiencia es un testimonio concreto de ello.
Es una experiencia que nace "desde abajo", como suele ocurrir cuando
el Espíritu Santo hace surgir nuevas realidades en la Iglesia que responden a
nuevas necesidades”.
La
Asociación "Retrouvaille", se dedica a acompañar a tantas parejas en
dificultad o ya divididas. Francisco al respecto mencionó otro icono bíblico:
"Jesús
resucitado con los discípulos de Emaús. Jesús no aparece desde arriba, desde el
cielo, para decir con voz atronadora: "¿Adónde van? ¡Vuelvan!" No.
Camina junto a ellos por el camino, sin ser reconocido. Escucha su crisis. Les
invita a contar, a expresarse. Y entonces les redime de su necedad, les
sorprende revelándoles una perspectiva diferente, que ya existía, que ya estaba
escrita, pero que no habían entendido: no habían comprendido que Cristo tenía
que sufrir y morir en la cruz, que la crisis forma parte de la historia de la
salvación, esto es importante: la crisis forma parte de la historia de la
salvación. Y la vida humana no es una vida de laboratorio o una vida aséptica
con nada, todo... como empapado en alcohol para que no sean cosas extrañas, no.
La vida humana es una vida en crisis, una vida con todos los problemas que se
presentan cada día. ... Y entonces ese hombre, ese caminante se detiene a comer
con ellos, se queda con ellos: pierde el tiempo con ellos".
Acompañar,
para Francisco significa "perder el tiempo" para estar cerca de las
situaciones de crisis. Y a menudo, afirmó, se necesita mucho tiempo, se
necesita paciencia, respeto, disponibilidad, y todo esto hace parte del
acompañar.
Publicado
por Vatican News
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