Vida Humana | María Martínez López/A&O
Arranca en EE. UU. el juicio que podría poner fin al derecho
al aborto
El Tribunal Supremo escucha ayer miércoles los argumentos en torno a la ley de Misisipi que prohíbe el aborto después de la semana 15 de gestación. Pero en realidad la decisión gira en torno a la sentencia de Roe vs. Wade, que en 1973 impidió a los estados prohibir el aborto
«Anular
Roe vs. Wade». Dejar sin efecto la sentencia del Tribunal Supremo de Estados
Unidos que en 1973 obligó a que el aborto sea legal en todos los estados ha
sido durante años uno de los objetivos más ambiciosos del movimiento provida en
el país. Ambicioso hasta el punto de parecer por momentos casi inalcanzable. Y,
sin embargo, ese momento está más que nunca al alcance de la mano.
Este
miércoles, el mismo tribunal escuchará los argumentos orales del juicio contra
una ley del estado de Misisipi que entró en vigor el 17 de marzo de 2018 y que
prohíbe el aborto después de la semana 15 de gestación. La norma incluye
excepciones por emergencias médicas o malformaciones graves del feto, pero no
por violación o incesto.
El
centro abortista Jackson Women’s Health Organization, único del estado, demandó
al estado al día siguiente de su entrada en vigor. Tanto un juzgado de distrito
como el quinto circuito federal le dieron la razón. Pero Misisipi, representado
por su responsable de Sanidad, Thomas E. Dobbs, recurrió al Supremo pidiendo
explícitamente la anulación de Roe vs. Wade.
Mayoría
conservadora
El
Supremo también tiene pendiente decidir sobre la ley de Texas que prohíbe el
aborto desde las seis semanas de gestación. Pero en este caso no entrará a
juzgar si la medida es constitucional, algo que sí hará respecto a la norma de
Misisipi, que todavía no ha entrado en vigor. Eso convierte el caso de Misisipi
en el más decisivo de las últimas décadas sobre el aborto.
En
este país, ninguna ley federal legaliza el aborto. Todo descansa en la
sentencia de 1973, que declaró inconstitucional que un estado prohíba el aborto
antes de que el feto sea viable fuera del seno materno, en la semana 24 de
gestación. Como consecuencia, recurrir al aborto dentro de este límite se
consideraba un derecho amparado por la 14ª enmienda de la Constitución, que
asegura la «protección legal igualitaria», la autonomía y la integridad
corporal.
No
se espera una decisión hasta 2022, seguramente en junio. Puede jugar a favor
del no nacido la composición del Tribunal Supremo, que tras la confirmación el
año pasado de Amy Coney Barrett cuenta con seis magistrados conservadores
frente a tres progresistas. También el hecho de haber admitido a trámite un
recurso de este tipo; eso sí, tras una larga deliberación.
26
estados podrían prohibirlo
Si
se acepta la defensa de Misisipi y se rechaza el precedente de Roe (y de otra
sentencia en la misma línea, Planned Parenthood vs. Casey), cada estado tendría
libertad de regular el aborto. Hasta 26 de ellos podrían prohibirlo o
restringirlo de forma significativa. Otra posibilidad es que, sin llegar a este
punto, los magistrados modifiquen el estándar de viabilidad, lo cual también
abriría la puerta a más limitaciones.
Como
informa EFE, en la última década varios estados han aprobado cientos de medidas
que limitan el aborto. Además de responder a las posiciones crecientemente
provida de la sociedad estadounidense, y al objetivo de reducir los abortos y
lograr que las mujeres tomen esta decisión sin presiones y con suficiente
conocimiento. Además, se contaba con que los recursos contra estas leyes
llegarían al Supremo antes o después. Esto les permitiría desafiar los
argumentos esgrimidos en los años 1970.
El
Gobierno de Biden ha intervenido abiertamente a favor del centro abortista.
Reconoce que proteger la vida del no nacido es un interés del Estado, pero
considera que el criterio de viabilidad «estableció el equilibrio» entre este
interés y el de la madre que quiere abortar. Si la sentencia Roe vs. Wade fuera
anulada, Biden se comprometió durante la campaña electoral para las elecciones
presidenciales del año pasado a legislar a nivel federal a favor del aborto.
Sin
base constitucional
La
importancia del caso ha hecho que numerosas instituciones y entidades hayan
querido aportar sus propios argumentos, tanto a favor como en contra, para que
los magistrados los consideren. Es la figura que en Estados Unidos se conoce
como «cartas de amicus curiae», o amigo de la corte. El blog SCOTUS, dedicado a
seguir la labor del alto tribunal, ha elaborado un resumen de los principales
argumentos de unos y otros.
Aborto
para favorecer el deporte femenino
En
cuanto a los argumentos a favor del aborto, un número considerable de políticos
y entidades de todo tipo defienden que Roe vs. Wade se considere un precedente
que sienta jurisprudencia. Se aduce que es fundamental para los derechos de
autonomía e integridad; que prohibirlo pondría en riesgo la salud de las
mujeres y afectaría sobre todo a las más desfavorecidas y a las víctimas de
violencia doméstica; o que el feto no siente dolor hasta la semana 24. Incluso
se da el caso de que 514 atletas y varias entidades de deporte femenino
argumentan que sin derecho al aborto «la participación de las mujeres en el
deporte sufriría, porque algunas atletas no podrían competir» o hacerlo al
mismo nivel.
Por
ejemplo, la Conferencia Episcopal de Estados Unidos y otras entidades
religiosas afirman que «no hay base constitucional» para que el criterio
decisivo sobre cuándo permitir o no un aborto sea la viabilidad. El Colegio
Americano de Pediatras y la Asociación de Médicos y Cirujanos Americanos piden
que este criterio cambie en función de lo que ha avanzado el conocimiento sobre
el desarrollo fetal, mientras que otros profesionales sanitarios aducen que los
nuevos descubrimientos subrayan la humanidad del feto.
Otra
línea argumental, la de tres senadores republicanos, 24 estados y 321
legisladores estatales, afirma que, debido a los argumentos contradictorios
frente al aborto de distintos tribunales, incluido el Supremo, y a la profunda
división social sobre esta cuestión, no debe tratarse Roe vs. Wade como un
precedente legal. Por otro lado, 228 congresistas y doce gobernadores aducen
que la decisión sobre el aborto corresponde a los poderes legislativo y
ejecutivo, elegidos democráticamente. En este sentido, un grupo de mujeres
políticas añade que se debería dejar más margen de maniobra a esta esfera,
donde las mujeres ya están ampliamente representadas y en muchos casos han
promovido leyes provida.
Que
el feto se reconozca como persona
Por
su parte, la profesora de Derecho de Harvard Mary Ann Glendon y la Sociedad
Tomás Moro se refieren al contenido de la 14ª enmienda. Aducen que en el
momento de aprobarse ninguno de sus promotores «pudo pretender o entender» que
incluyera «impedir a los estados» prohibir el aborto; una extrapolación
indebida. Y varias académicas y entidades feministas provida desvinculan el
aborto de la causa por la igualdad de la mujer.
Hay
por último aportaciones de médicos sobre el riesgo físico y psicológico del
aborto para la madre después de las primeras 15 semanas, sobre el deber moral
de los profesionales sanitarios de oponerse a esta práctica; e incluso un
documento pide que se reconozca al no nacido, en cualquier momento de su
desarrollo, una persona con derecho a la protección de la 14ª enmienda.
Publicado
por Alfa & Omega
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