Reflexión | Reflejos de Luz
Nuestros tesoros
Bucear
por lo más profundo de nosotros es duro y costoso, pero es algo que nos da vida
y ofrece vida a los que nos rodean. Con
frecuencia preferimos permanecer de espaldas a nuestra realidad, a nuestra
historia, sin darnos cuenta que en nuestro pasado se asientan las bases de lo
que hoy hemos llegado a ser.
Si
rebobinamos la pelÃcula de nuestra vida puede que encontremos cosas que no nos
gustan, cosas que nos han hecho daño sin apenas darnos cuenta, pero también
encontraremos cosas maravillosas que, al visualizarlas, nos harán sentir el
gran amor de Dios Padre. Cuando venimos al mundo, Dios pone en nuestras manos
un gran tesoro que debemos cuidar y mimar. En el trayecto de la misma ese
tesoro a veces se esconde, desaparece de repente sin preguntarnos siquiera si
queremos esconderlo. Somos fruto de lo que somos y de lo que nos rodea, pero el
«tesoro» está ahÔ.
Me
pregunto cuáles son los tesoros de mi vida, en qué momentos ese tesoro se ha
perdido de mi vista y ha dado paso al dolor y a la sinrazón.
Cuando
contemplamos el firmamento estrellado, sentimos con melancolÃa la grandeza de
Dios, expresada también en la naturaleza, en aquello que no alcanzamos. ¿Por
qué no preguntarnos sobre la grandeza que albergamos dentro de nosotros mismos?
¿sobre la grandeza que aportamos a los demás?
Creo
que la amistad es un cauce de expresión de lo que soy con el otro y de lo que
el otro es conmigo, un regalo que Dios pone en nuestras manos y que con cariño
y ternura acogemos en nuestra vida.
Busquemos
juntos amigo mÃo, busquemos ese regalo de Dios que habita en tu interior. Yo,
de puntillas y sintiendo lo sagrado que hay en ti lo viviré contigo siempre.
Sentiré el paso de tu historia, de tu herida, de tu gozo. Profundicemos sobre
lo que eres, sobre lo que soy y me haces ser. Unidos siempre como hermanos de
un mismo Padre, unidos con los lazos del amor y la amistad.
Ayúdame
a «ser contigo», ayúdame a sentirme libre y con total confianza para poder
darte lo mejor que soy, lo mejor que tengo. Desde mi pequeñez y debilidad te
ofrezco lo que soy tal cual soy. Hazme partÃcipe de tu búsqueda, de tu dolor…
no cierres puertas al amor, abre rendijas de esperanza y redención.
Vivo
en ti, vives en mÃ. Dios en el centro. Mi «Mensaje especial» es un mensaje de
apertura y entrega, de aceptación y sinceridad. Con el corazón abierto te
invito a seguir escribiendo el libro de nuestra vida. «Cada atardecer volvemos
una página más de nuestra vida, tal y como haya quedado, ponla en manos del
Padre y vuelve a empezar al dÃa siguiente»
Publicado
por Reflejos de Luz
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Promueve el diálogo y la comunicación usando un lenguaje sencillo, preciso y respetuoso...