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Mensaje de la Iglesia cubana ante al referendo sobre el Código
familiar
En
el día en que la Iglesia recordó la memoria del Dulce Nombre de María, los
obispos cubanos hicieron público un mensaje dirigido a los fieles católicos y a
todos los ciudadanos interesados en conocer su punto de vista acerca del
referendo relativo al nuevo Código de las Familias.
Firmado
en La Habana, el pasado 12 de septiembre, memoria litúrgica del Dulce Nombre de
la Bienaventurada Virgen María, los obispos cubanos publicaron un mensaje con
relación al referendo sobre el nuevo código de las familias. Dirigiéndose a
“los fieles de la Iglesia católica; a quienes se sienten cercanos a la Iglesia
y desean saber su parecer; y a todos aquellos a quienes les interesa conocer
los criterios de los obispos de Cuba acerca del nuevo Código de las Familias”.
Ante
el nuevo texto legal que se somete a votación
En
el mensaje se lee que “ante la proximidad del fin del proceso de consultas y
aprobación del nuevo Código de las Familias”, los obispos de Cuba se sienten
“en el deber” de “reafirmar los criterios que, sobre estos asuntos tan humanos
e importantes”, ya se han manifestado en reiteradas ocasiones. Y recuerdan que
“otras iglesias y grupos religiosos también están publicando pronunciamientos
en los que expresan sus ideas y convicciones sobre las temáticas abordadas en
el nuevo texto legal que se somete a votación”. Tal como explican los obispos,
la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, como instancia legislativa,
aprobó el último proyecto presentado del Código de las Familias, lo que le dio
rango de ley publicándolo en la Gaceta Oficial.
Con
José Martí y José Antonio Saco
Esta
nueva ley deberá ser validada en referendo popular, convocado para el domingo
25 de septiembre. De forma que, si el resultado de la votación es “sí”,
recuerdan los obispos, la ley entrará en vigor al día siguiente; pero si
prevalece el “no”, la ley no tendría eficacia y se mantendría vigente el actual
Código de Familia de 1975. Los obispos recuerdan lo manifestado por José Martí:
“El
amor es la adhesión ardorosa e incondicional que un individuo de un sexo siente
respecto a un individuo del otro. La diferencia de sexos es, no sólo su
cualidad, sino su esencia característica”
Y
añaden que José Antonio Saco insistía en que: “El amor y respeto que los hijos
tienen a sus padres, dan a éstos sobre el corazón de aquéllos un ascendiente
que los hace ser sus mejores institutores”.
Los
obispos cubanos manifiestan que: “No beneficia a la familia cubana la
introducción en nuestra legislación de los contenidos de la llamada ‘ideología
de género’, que sustenta muchas de las propuestas”.
Agregan
que “no es verdad que lo más beneficioso para los niños y adolescentes sea
introducir una interpretación del principio de la autonomía progresiva” que se
extiende a la posibilidad de que los menores de edad, sin la autorización de
sus padres, puedan asumir determinados criterios, sobre todo que impliquen
procesos clínico-quirúrgicos irreversibles, que determinen situaciones
existenciales o identitarias para las que no están preparados”.
“Tampoco
que puedan ser adoptados legalmente por parejas del mismo sexo – prosiguen los
prelados en su mensaje – cuando la adopción es esencialmente un modo de
conceder al niño por ley, lo que por naturaleza le corresponde y necesita: un
padre y una madre”.
Se
refieren a “los fundamentos también aplicables a no admitir la
pluriparentalidad, la aplicación de técnicas de reproducción humana asistida a
parejas del mismo sexo o, incluso, la fecundación in vitro postmortem, por la
que un niño nacería intencionalmente huérfano de padre. Y añaden: “Todo hijo es
un don y un fin en sí mismo; es un derecho del niño tener un papá y una mamá”.
Además,
recuerdan que “no es ético que se reconozca como adecuada la llamada gestación
solidaria, en la que una mujer que lleve en su vientre durante nueve meses una
criatura la deba entregar inmediatamente después del parto a otras personas,
privando a ambos, madre e hijo, del vínculo afectivo que la gestación
naturalmente establece”.
“El
matrimonio entre hombre y mujer, que es la base natural de la familia, no puede
ser desplazado o deformado para dar paso a otras maneras construidas
legalmente”.
Desilusión
de la Iglesia ante semejantes propuestas
“Vemos
con desilusión que éstas y otras propuestas que resultaron notoriamente
cuestionadas por parte de la sociedad, siguen intactas en el Código que se
presenta ahora a referendo”, agregan los obispos cubanos. De ahí que escriban:
“Apelamos
a la conciencia y a la responsabilidad de todos los cubanos, creyentes o no, a
que tengan en cuenta a la hora de votar lo que les dicte su conciencia, su fe,
sus convicciones y principios, pensando no sólo en las generaciones actuales,
sino también en las futuras, y en el bienestar espiritual y material de todos
los cubanos”.
En
cuanto al ejercicio del voto, invitan a los cubanos a tener presente los
criterios expuestos ya analizados en el 2019 durante la discusión previa a la
aprobación de la Constitución actual.
“Es
esta realidad la que debe ser fortalecida y preservada, no debilitada”.
Antes
de bendecirlos con afecto, los obispos de Cuba concluyen invocando a María de
la Caridad, la Madre y Patrona de este pueblo, para que “interceda por cada uno
de sus hijos cubanos para que, iluminados por el Espíritu Santo”, tomen “la
decisión más acertada para el presente y futuro de los hijos de esta nación”.
Publicado
por Vatican News
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