Reflexión | Reflejos de Luz
Padre, me abandono en tus manos
Padre,
me abandono en tus manos, el abandonarse es un compromiso solo con y en la
madurez de Cristo Jesús.
Es un dejarse ir, es una ruptura con las cuerdas por las cuales uno manipula, controla, administra, la fuerza de la propia vida. El abandonarse es no manejar nada, no esperar nada, el abandonarse es recibir todas las cosas de manera en que uno recibe un regalo con las manos abiertas, y el corazón abierto.
El
abandonarse es ser dirigido, no por las necesidades humanas, sino por Dios, el
abandonarse es más que un compromiso, es no hacer nada para Dios, sino dejar
que todo sea hecho por Dios.
El
abandonarse se hace solamente en la esperanza de que la vida de Dios rodee todas
las cosas, de que venga su Reino, de que su voluntad sea cumplida.
Publicado
por Reflejos de Luz
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