Nuestra Fe | Paolo Ondarza/VN
Mayo con María, arte y fe en los Jardines Vaticanos
Con
ocasión del mes mariano, los Museos Vaticanos proponen una serie de visitas
especiales a los Jardines Vaticanos. Un viaje cultural y espiritual para
descubrir las maravillas botánicas y las obras de arte con las que los Papas
han querido venerar a la Virgen María.
Diez
como los granos de cada cuenta del rosario. Estas son las etapas del itinerario
espiritual, cultural y naturalista dedicado a la Virgen María durante el mes de
mayo, todos los miércoles y sábados, desde los Museos Vaticanos hasta los
Jardines Vaticanos.
Silencio
y belleza
El
itinerario es mucho más que un simple recorrido cultural y naturalista para
descubrir las imágenes marianas que salpican los jardines del Papa: es una
peregrinación, una experiencia espiritual y contemplativa favorecida por el
silencio, la belleza de las obras artísticas dedicadas a la Virgen María y las
maravillas botánicas que caracterizan el espacio verde, verdadero oasis de paz,
que ocupa aproximadamente la mitad de la superficie de todo el Estado Vaticano.
A
través de la creación, una alabanza al Creador
Mayo
con María. "En este itinerario – explica a Vatican News sor Emanuela
Edwards, responsable de la Oficina de Actividades Didácticas de los Museos
Vaticanos – podremos ver muchas estatuas e iconos marianos que decoran los
Jardines Vaticanos y con los que los Papas a lo largo de la historia han
querido honrar a la Virgen María. Es una manera de estar cerca de María en este
mes de mayo que está dedicado a ella". Cada parada va acompañada de una
explicación sobre la obra de arte y la historia a la que hace referencia y
termina con el rezo de un Ave María.
María,
la flor más bella de la creación
Arte
y fe acompañan pues al visitante-peregrino favoreciendo a través de la
contemplación de la creación, la alabanza a Dios, Creador de toda Belleza.
"Es una tradición de la Iglesia – continúa la religiosa – dedicar el mes
de mayo a la Santísima Virgen María porque, así como en este mes la naturaleza
despierta y se muestra en toda su belleza, así honramos a la flor más bella de
la creación: la Inmaculada Concepción. Si además pensamos en el hermoso rezo
del Santo Rosario, recordamos que fue creado para ofrecer, idealmente, a la
Virgen una corona de rosas que luego se convierten en Ave María".
El
itinerario de la devoción a María
Entre
olivos centenarios, cedros, pinos, cipreses, acompañados por el perfume de las
flores y el canto de los pájaros que pueblan los Jardines Vaticanos en esta
estación, pasan bellas imágenes marianas: la estatua de Nuestra Señora de la
Guardia, donada por los genoveses a Benedicto XV en recuerdo de la aparición al
campesino Benedetto Pareto, o la escultura de la Virgen de Fátima, recuerdo de
las apariciones a los tres niños pastores portugueses en 1917 y de los
fenómenos que las acompañaron, como el milagro del sol, pero también del
atentado sufrido por San Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981.
Dulce
y maternal es la mirada de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, donada en el
2006 por el obispo de Ventimiglia a Benedicto XVI en recuerdo de la estatua
milagrosa que en Taggia, en 1855, movió los ojos y tomó la apariencia de una
persona viva.
Una
pequeña gruta de Lourdes en el Vaticano
A
continuación, llegamos al monumento dedicado a Nuestra Señora de Guadalupe, que
recoge el momento en que Juan Diego abrió su manto, mostrando al obispo Juan de
Zumárraga las flores que habían florecido fuera de temporada en el lugar donde
más tarde se construyó el santuario. Especialmente cautivadora es la parada
ante la reproducción de la Gruta de Nuestra Señora de Lourdes, que, hoy como en
tiempos de León XIII, permite rezar en el Vaticano a la Virgen Inmaculada que
se apareció en Francia en 1858 a Bernadette Soubirous.
Aquí
se encuentra el altar que originalmente se guardaba en el famoso santuario
mariano y que más tarde fue donado a San Juan XXIII.
El
itinerario conduce después, idealmente, a América Latina con las diez imágenes
marianas veneradas y realizadas en mosaico por varios artistas o con la Virgen
de Luján, patrona de Argentina y particularmente querida por Francisco.
"Esta obra – señala la hermana Emanuela Edwards – fue realizada por
Alejandro Marmo que, por voluntad del Papa, utilizó material de descarte para
recordarnos que ante Dios nunca se tira nada, sino que siempre todos somos
recuperados por su misericordia".
Tras
la audiencia general del Papa
El
calendario del Mayo con María ofrece al peregrino y turista la oportunidad de
participar en esta experiencia, además del sábado, el miércoles, día de la
catequesis del Papa en la Plaza de San Pedro: "Una vez terminada la
audiencia, se puede disfrutar de este maravilloso itinerario espiritual".
Las visitas que se pueden reservar en la página web de los Museos Vaticanos
están abiertas a todos, incluidas las familias con niños o personas con
discapacidades sensoriales, motoras e intelectuales. Estas últimas podrán
beneficiarse de la reserva específica en la dirección de correo electrónico
education.musei@scv.va.
Todo
es fácil con la ayuda de María
"Con
este recorrido – concluye la responsable de la Oficina para las Actividades
Didácticas de los Museos Vaticanos – tocamos los muchos modos en que la Virgen
ha hablado a sus hijos a lo largo del tiempo. Es siempre conmovedor detenerse
ante este amor materno de María por todos nosotros y ver también cómo el arte
ha inmortalizado la presencia de María en la vida de la Iglesia".
“Me
gustaría que los peregrinos, al final del camino, se llevaran a casa, pero aún
más en su corazón, las palabras que Nuestra Señora de la Guardia dijo al
campesino Benedetto Pareto”:
“Confía
en mí. No te faltarán los medios. Con mi ayuda todo será fácil”.
Publicado
por Vatican News
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