Testimonios | VN
Religiosa testigo de los tristes sucesos de
estos días en Gaza
Este es el testimonio de la Madre María del Pilar
Llerena Vargas, Religiosa de las Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará
de la Familia Religiosa del Verbo Encarnado, misionera en Gaza.
Los hechos que entristecen a la humanidad por la
guerra en Medio Oriente, son testimoniados también por las religiosas que
desarrollan su trabajo misionero en la Franja de Gaza. La Madre María del Pilar
Llerena Vargas, Religiosa de las Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará
de la Familia Religiosa del Verbo Encarnado, cuenta a Roberto Cetera del L’Osservatore
Romano los tristes sucesos de estos días.
“Soy la Hermana María del Pilar, misionera del
Instituto del Verbo Encarnado en la Franja de Gaza. Asistimos al funeral de 18
cristianos que murieron como consecuencia de un bombardeo israelí que hizo que
la casa cediera desplomándose sobre ellos. Fue muy triste y doloroso ver a los
hijos despedirse de sus padres y más doloroso aún ver a los padres despedirse
de sus hijos. Algunos de ellos despedirse de todos, de todos sus hijos. Fue una
imagen que será muy difícil de borrar. Algunos de esos niños asistían a las
distintas actividades de nuestra parroquia. Eran familias conocidas y muy
cercanas a nosotros”.
En medio de la guerra las religiosas continúan con la
atención de los más débiles: “Aquí en la Parroquia de la Sagrada Familia
recibimos algunos de los heridos leves para ser atendidos y más tarde muchos de
los que se refugiaban en la Iglesia Ortodoxa vinieron a refugiarse aquí. Somos
casi 700 fieles entre los que se encuentran las Hermanas de la Madre Teresa con
50 niños discapacitados, las Hermanas de Nuestra Señora del Rosario, el Padre
Iusuf Emad y nosotras del Verbo Encarnado, ancianos, enfermos, niños, a todos
atendemos”.
La Madre María del Pilar Llerena Vargas confirma que
actualmente en la zona están sin electricidad ni agua: “Actualmente estamos sin
luz y sin agua potable, estamos usando agua del pozo que no sabemos cuánto
durará y agua mineral que tuvimos que comprar al triple del precio original
para poder beber. Buscamos con mucha caridad que todos reciban lo que necesiten
de la mejor manera posible”.
En este momento solo los mantiene la oración y la
confianza en Dios: “En esta Parroquia tenemos la Misa dos veces al día y
constantemente estamos rezando el rosario pidiendo a la Virgen y a Dios por esa
paz que tanto anhelamos”.
“Pedimos que se unan a nuestras oraciones para que
Dios en su misericordia nos la conceda, pues sólo Él puede hacer este gran
milagro”, concluyó la religiosa.
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