Cultura de Paz | Antonella Palermo
Santa Sede. Mensaje para el
mes de Ramadán: Toda guerra es fratricida
Unámonos para
apagar el fuego del odio y de la violencia y encender la dulce vela de la paz:
este es el llamamiento del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso a los
musulmanes en el mes que concluye con la celebración del 'Id al-Firt. La
invitación, también dirigida a los cristianos, es a formar las conciencias para
respetar la sacralidad de la vida de cada persona.
El creciente
número de conflictos en el mundo ha llevado inevitablemente al Dicasterio para
el Diálogo Interreligioso a considerar una vez más el tema del compromiso por
la paz como punto de apoyo del mensaje para el mes de Ramadán y 'Id Al-Fitr dirigido a los musulmanes.
Alarmante aumento de los conflictos
Se trata de un
mensaje de "cercanía y amistad" difundido este 15 de marzo, que
contiene un llamamiento a cristianos y musulmanes: a apagar el fuego de la
guerra y encender la vela de la paz". La premisa de la que parte el texto
es la constatación de un aumento "realmente alarmante" de los
conflictos: desde combates militares hasta enfrentamientos armados de diversa
intensidad en los que participan Estados, organizaciones criminales, bandas
armadas y civiles.
Hay quienes se alegran del comercio inmoral de armas
El texto se
centra en las causas de los conflictos, identificando el motivo principal de la
continua producción y comercio de armas, junto con el "perenne deseo
humano de dominación, las ambiciones geopolíticas y los intereses
económicos". Hay quienes sufren mucho, se observa, y hay quienes se
alegran "cínicamente del gran beneficio económico que se deriva de este
comercio inmoral", se afirma, citando lo que dijo el Papa Francisco al
respecto: "es como empapar un bocado de pan en la sangre de nuestro hermano".
En la guerra todos pierden
El cardenal
Prefecto Ayuso Guixot y el secretario monseñor Indunil Kankanamalage, que
firman el mensaje, subrayaron por otra parte que "el deseo de paz y de
seguridad está profundamente arraigado en el alma de toda persona de buena
voluntad". Observan que "la destrucción de infraestructuras y
propiedades hace la vida irremediablemente difícil, si no imposible".
Destacan la preocupante situación de los desplazados y refugiados a causa de
las guerras y reiteran inequívocamente: "Toda guerra es fratricida,
inútil, sin sentido y oscura. En la guerra todos pierden".
Formar conciencias para respetar la vida
El mensaje de
Ramadán nos recuerda que todas las religiones consideran la vida humana sagrada
y, por tanto, digna de respeto y protección. Además, se acoge con alivio que
cada año haya menos estados que permitan y practiquen la pena capital. “Un
sentido despertado de respeto por esta dignidad fundamental del don de la vida
contribuirá a la creencia de que se debe rechazar la guerra y valorar la paz”.
De ahí el llamado a la conciencia que debe ser entrenada "para respetar el
valor absoluto de la vida de cada persona y su derecho a la integridad física,
a la seguridad y a una vida digna". Este camino contribuirá a la "condena
y al rechazo de la guerra, de toda guerra y de todas las guerras".
Unidos para apagar el fuego del odio
El mensaje
concluye con la exhortación a mirar al Todopoderoso como Dios de paz, fuente de
paz, considerando de la misma manera que la paz es fruto del esfuerzo humano.
Hay que construirlo y protegerlo. "Unámonos para apagar el fuego del odio,
la violencia y la guerra y, en cambio, encendamos la dulce vela de la paz,
aprovechando los recursos para la paz que están presentes en nuestras ricas
tradiciones humanas y religiosas", es el sincero llamamiento a las
hermanas y a los hermanos musulmanes. Que el ayuno y las otras prácticas
piadosas durante el mes de Ramadán y la celebración del 'Id al-Fitr que
lo concluye traigan "abundantes frutos de paz, esperanza y alegría".
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