Siguiendo la Biblia | Rita Ceballos
Los textos bÃblicos están dominados por una narrativa bÃblica nacida también en un contexto patriarcal, sustentada en una legislación que autoriza una polÃtica de supremacÃa del hombre sobre la mujer. La literatura bÃblica es androcéntrica (el hombre como centro), y nace en un contexto patriarcal que también es sustentado por ésta. Autores, narradores y lectores implÃcitos pertenecen a este medio. La transformación de las relaciones patriarcales apunta a necesarias transformaciones socio-culturales, polÃticas y espirituales. En este contexto muchas mujeres se convirtieron en fuerza vital que construye el Reino abriéndose paso convencidas de que el Dios de su fe es un Dios de vida que defiende el derecho y la justicia.
En la Biblia, por ejemplo, solo se hace referencia a los patriarcas, la mayorÃa de textos se refiere a “la época de los patriarcas”. Cuando usted lee ese titular se da cuenta que el enfoque del texto es patriarcal y/o no ha considerado el rol de las matriarcas en la construcción de la historia. Lo mismo sucede con los profetas y las profetizas.
En el contexto bÃblico la situación de la mujer era de total exclusión y discriminación, sea esclava, extranjera o libre, pobre o rica. Las esclavas, las extranjeras y las empobrecidas sufrÃan doblemente. Toda mujer era vÃctima del poder del varón sobre ella, por tanto del sistema patriarcal. En el libro del Génesis vea los casos de: Sara en Egipto (Gn 12), las hijas de Lot (Gn 19), los casos de Dinah (Gn 34) y Tamar (Gn 38).
Aunque la organización familiar era tÃpicamente patriarcal y androcéntrica, ya que estaba centrada en la figura masculina del padre y/o del varón, también se destaca la figura de la mujer en el desenlace de las tramas familiares, al punto de que muchas mujeres de la Biblia hacen cambiar el rumbo de la historia concebida en orden al sistema socio-cultural vigente. El sistema vigente en la época afirmaba que el hijo mayor era el heredero, pero las acciones de las madres provocan otro rumbo, donde es el hijo menor el que recibe el privilegio de la herencia. Estas mujeres entran en ‘complicidad’ con Dios, tomando partido explÃcito por el hijo que consideran heredero, tomando la iniciativa para preservar la descendencia. Tales son los casos de las esposas reconocidas matriarcas: Sara, Rebeca, Leah y Raquel; asà como las hijas de Lot. Como también se podrÃa interpretar el caso de Agar, la esclava que trastornó los planes de su señora Sara, y a la que Dios se le revela. O Tamar, la mujer que venció con inteligencia y estrategia a Judá.
Lamentablemente algunas de estas mujeres también lideraron el sistema opresor, reproduciendo en sus prácticas el patriarcalismo.
Las matriarcas de la Biblia toman decisiones aún a sabiendas de la posible contradicción con el marido. Ellas conducen acciones; establecen a través de sus decisiones diferentes tipos de relaciones. Su mundo aunque está centrado en el ámbito de lo privado, está en referencia al mundo social y polÃtico. Lo que hace que sus decisiones transciendan el ámbito familiar y afecten a otras familias y otras realidades.
Muchas mujeres estuvieron construyendo la historia de salvación en el Primer Testamento. Sus nombres y sus acciones no siempre son mencionados. Les traemos algunos nombres. Les invitamos a leer los textos y profundizar en sus vidas.
- Las parteras Puá y Sifrá: Lea Ex 1,8-22
- Miriam: Lea Ex 15,20
- Joldá: Lea 2Re 22,14-20
- Débora y Yael: Lea Jue 4 y 5
- Rut y NoemÃ: Lea Rt 1-4
- Rajab: Lea Jue 2 y 6,17.22-25),
Muchas mujeres han marcado la historia con sus luchas, nos toca a nosotras hoy continuar construyendo el camino con fuerza vital.
Biblia y Mujer / Rita Ma. Ceballos
Las mujeres de la Biblia, fuerza vital que construye el Reino:
A propósito del 8 de marzo, DÃa Internacional de la Mujer
En la Biblia, por ejemplo, solo se hace referencia a los patriarcas, la mayorÃa de textos se refiere a “la época de los patriarcas”. Cuando usted lee ese titular se da cuenta que el enfoque del texto es patriarcal y/o no ha considerado el rol de las matriarcas en la construcción de la historia. Lo mismo sucede con los profetas y las profetizas.
En el contexto bÃblico la situación de la mujer era de total exclusión y discriminación, sea esclava, extranjera o libre, pobre o rica. Las esclavas, las extranjeras y las empobrecidas sufrÃan doblemente. Toda mujer era vÃctima del poder del varón sobre ella, por tanto del sistema patriarcal. En el libro del Génesis vea los casos de: Sara en Egipto (Gn 12), las hijas de Lot (Gn 19), los casos de Dinah (Gn 34) y Tamar (Gn 38).
Aunque la organización familiar era tÃpicamente patriarcal y androcéntrica, ya que estaba centrada en la figura masculina del padre y/o del varón, también se destaca la figura de la mujer en el desenlace de las tramas familiares, al punto de que muchas mujeres de la Biblia hacen cambiar el rumbo de la historia concebida en orden al sistema socio-cultural vigente. El sistema vigente en la época afirmaba que el hijo mayor era el heredero, pero las acciones de las madres provocan otro rumbo, donde es el hijo menor el que recibe el privilegio de la herencia. Estas mujeres entran en ‘complicidad’ con Dios, tomando partido explÃcito por el hijo que consideran heredero, tomando la iniciativa para preservar la descendencia. Tales son los casos de las esposas reconocidas matriarcas: Sara, Rebeca, Leah y Raquel; asà como las hijas de Lot. Como también se podrÃa interpretar el caso de Agar, la esclava que trastornó los planes de su señora Sara, y a la que Dios se le revela. O Tamar, la mujer que venció con inteligencia y estrategia a Judá.
Lamentablemente algunas de estas mujeres también lideraron el sistema opresor, reproduciendo en sus prácticas el patriarcalismo.
Las matriarcas de la Biblia toman decisiones aún a sabiendas de la posible contradicción con el marido. Ellas conducen acciones; establecen a través de sus decisiones diferentes tipos de relaciones. Su mundo aunque está centrado en el ámbito de lo privado, está en referencia al mundo social y polÃtico. Lo que hace que sus decisiones transciendan el ámbito familiar y afecten a otras familias y otras realidades.
Muchas mujeres estuvieron construyendo la historia de salvación en el Primer Testamento. Sus nombres y sus acciones no siempre son mencionados. Les traemos algunos nombres. Les invitamos a leer los textos y profundizar en sus vidas.
- Las parteras Puá y Sifrá: Lea Ex 1,8-22
- Miriam: Lea Ex 15,20
- Joldá: Lea 2Re 22,14-20
- Débora y Yael: Lea Jue 4 y 5
- Rut y NoemÃ: Lea Rt 1-4
- Rajab: Lea Jue 2 y 6,17.22-25),
Muchas mujeres han marcado la historia con sus luchas, nos toca a nosotras hoy continuar construyendo el camino con fuerza vital.
Biblia y Mujer / Rita Ma. Ceballos
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