Compartir experiencias y vivencias en el Sínodo de la Amazonía
El 6 de octubre dio inicio en la Santa Sede, el Sínodo de la Amazonía con el tema: “Nuevos Caminos para la Iglesia y para una Ecología Integral”, lo cual nos compete a los que colaboramos con la Doctrina Social de la Iglesia en su ámbito del cuidado de la naturaleza como regalo de Dios para habitar en esta tierra.
Tener una plena conciencia de la importancia de desarrollar una ecología integral como el Papa Francisco nos está enseñando es una prioridad pastoral para la Iglesia Católica en estos momentos de crisis por el uso indebido de los recursos naturales y los graves impactos globales sobre todo en los más pobres. Viendo esto se entiende la preocupación de Francisco por poner el tema como prioritario.
Esto ha generado que en la discusión de lo que se puede hacer para no ser simplemente indiferentes, muchos no entiendan esta preocupación por un lado y, por otro, muchos se preocupan más por el tema ecológico que el de la prioridad de hacer llegar el evangelio de Jesucristo al corazón de todos a los que llegamos como Iglesia.
La raíz evangélica
Sin embargo, para entender de donde la Iglesia saca esta preocupación veamos lo que expresa el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia que nos dejó San Juan Pablo II.
En su introducción cita lo siguiente: “¡Transformar la realidad social con la fuerza del Evangelio, testimoniada por mujeres y hombres fieles a Jesucristo, ha sido siempre un desafío y lo es aún, al inicio del tercer milenio de la era cristiana!”. “La Iglesia, experta en humanidad, en una espera confiada y al mismo tiempo laboriosa, continúa mirando hacia los «nuevos cielos» y la «nueva tierra» (2 P 3,13)”.
Y el capítulo 10 del compendio está dedicado a: “Salvaguardar el Medio Ambiente”. Esto revela que la preocupación por los procesos ecológicos no son un invento del Papa Francisco, sino que está justo en el corazón de la DSI como lo expresa en el no 461: “El mensaje bíblico y el Magisterio de la Iglesia constituyen los puntos de referencia esenciales para valorar los problemas que se plantean en las relaciones entre el hombre y el medio ambiente.”
El Sínodo para la Amazonía
Concentrados en un espacio natural importante para todo el planeta, dado los servicios ambientales que presta a nivel general por ser de una magnitud y forma impresionantes, este Sínodo hace que no sea simplemente obviado el tema de cómo hay que colaborar para que no colapse ni social ni ambientalmente.
Compartimos algunas conclusiones previas que han sido publicadas y que puedan aclarar dudas que muchos tienen sobre el sínodo amazónico.
- “El Sínodo es un don precioso del Espíritu para la Amazonia y para toda la Iglesia, tanto desde el punto de vista teológico y pastoral como para la ineludible tarea de cuidar la casa común. Es un Kairos, un tiempo de gracia, una oportunidad favorable para que la Iglesia se reconcilie con la Amazonía.”
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- “Por eso, más de un Círculo Menor ha pedido la creación de un Observatorio Internacional de Derechos Humanos, en la convicción de que la defensa de los pueblos y de la naturaleza debe ser una prerrogativa de la acción eclesial y pastoral. También se sugiere que las parroquias creen espacios seguros para los niños, los adolescentes y las personas vulnerables. Se reafirma el derecho a la vida de todos, desde la concepción hasta la muerte natural”.
- “Ante la crisis vocacional, se constata una disminución sustancial de la presencia de religiosos en el Amazonas. Los ojos también se centraron en la formación de los laicos: que sea integral y no sólo doctrinal, también kerigmática, fundada en la doctrina social de la Iglesia y que conduzca a la experiencia y al encuentro con el Resucitado.”
Los diversos desafíos
Se han presentado diversos desafíos sobre la ordenación de hombres casados ancianos y la posibilidad del diaconado femenino, que serán discutidos durante el sínodo. El Papa Francisco ha expresado que hay necesidades pastorales, pero que la aprobación de esos temas difíciles debe ser fruto de que la Iglesia se ponga de acuerdo, sino todo quedará como está hasta ahora.
En entregas siguientes compartiremos las conclusiones de este Sínodo y de sus particularidades, dado que al cierre de esta edición todavía se encontraba celebrándose las reuniones sinodales.
Pongamos nuestras oraciones y nuestra esperanza para que esta discusión sinodal, ponga a la Iglesia en comunión sobre las nuevas realidades que vivimos con los daños a nuestra hermana la madre tierra, como la llamó San Francisco de Asís y que nos necesita como hombres y mujeres de Dios creador. ADH 839
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Quien suscribe es el Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Pastoral de Ecología y Medio Ambiente de la Conferencia del Episcopado Dominicano.
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