Cuaresma y llamado a la acción

ACTUALIDAD | Alcedo A. Ramírez 

   Cuaresma y llamado a la acción

El pasado miércoles 26 de febrero iniciamos el Tiempo de Cuaresma, con la celebración del Miércoles de Ceniza, el que se supone es una época propicia para la oración, el ayuno, la reflexión, el arrepentimiento, la limosna y, sobre todo para buscar y lograr una real y verdadera conversión. En este sentido, debe chocar a los lectores que para esta colaboración, a ser presentada en la Cuaresma del 2020, hayamos escogido el título de la Cuaresma, pero agregándole el llamado a la acción, lo que induce a pensar que es un contrasentido.

Sin embargo, aquí no hay contrasentido alguno, ya que lo que deseamos destacar es que el resultado final de toda época cuaresmal debe ser un valiente y cristiano llamado a la acción, con nuevos bríos y convicciones, producto de la profunda conversión que todos debemos experimentar en este tiempo tan intenso y fructífero que nos ofrece la Iglesia cada año. No podemos olvidar que la esencia de ser cristiano católico radica en ser permanentemente levadura, sal y luz en el mundo, a fin de poder atraer a todos nuestros hermanos al Reino de Dios, que es el destino general de la Humanidad.

Tal y como hemos argumentado en colaboraciones anteriores, los católicos y las familias dominicanas tenemos ante nosotros grandes retos nacionales, sociales y vitales que solo se pueden atender y resolver por medio de métodos administrativos adecuados, el uso racional y óptimo de los recursos disponibles, y trabajando de manera coordinada con nuestra Iglesia, nuestras Parroquias y nuestras Comunidades Cristianas que laboran alrededor de las Parroquias y orientadas por las doctrinas y enseñanzas de nuestra Madre Iglesia.

Todos los católicos de buena voluntad debemos ser Buenos Cristianos y Buenos Hombres, con una acentuada vocación de liderazgo, llamados a trabajar unidos en Organizaciones y Entidades de Voluntariados, con la finalidad de atender y ayudar a resolver todos los problemas y retos que confrontamos en nuestros barrios, comunidades, ciudades y en todo el País. Estos Voluntariados los podemos encontrar en nuestra misma Iglesia, en Organizaciones Afiliadas a Nuestra Iglesia o en Entidades patrocinadas por Personas de Buena Voluntad, que persiguen llevar ayuda y soluciones al pueblo necesitado y sufrido, que aun representa una proporción importante de nuestra Nación.

Precisamente es aquí donde reside el enfoque de Cuaresma y llamado a la acción que les estamos haciendo a todos los que nos leen y siguen las orientaciones de esta gran revista Amigo del Hogar, llamada a seguir siendo el medio educativo e informativo por excelencia de la Familia Dominicana, tan necesitada hoy día de grandes apoyos, atenciones, respaldo y solidaridad. Debemos salir de esta Cuaresma con un serio compromiso político y social para influir y participar en las acciones relacionadas en nuestros medios.

Son numerosas las situaciones problemáticas que encontramos en nuestros medios y las soluciones que apoyemos y en las que participemos deben ser innovadoras y modernas, ya que la población pobre sufre permanentemente de falta de trabajo digno y bien remunerado, viviendas indignas, efectos negativos de la corrupción, crisis humanitaria y alimenticia, pobre educación, servicios de salud deficientes, inseguridad ciudadana y jurídica, cambios climáticos y crisis de medio ambiente, venta y consumo de drogas, maltratos y tratas a mujeres, y carencia de transparencia en el manejo y usos de los fondos públicos, para solo citar los problemas más serios en estos nuevos escenarios sociales. Todas estas desgracias y lacras sociales conducen a nuestra población, sometida a estas torturas, a un “verdadero desierto” permanente y vital, que le impide acceder, avanzar y caminar hacia el Reino de la Vida y de Dios, destino final al que todos estamos llamados a llegar.

Esta Cuaresma debe ser una invitación a lograr una conversión activa y militante, que nos llame a tomar el camino de Jesucristo, adoptando sus creencias y valores, trabajando en las actividades que conducen al Reino de Dios, participando en nuestras comunidades cristianas comprometidas, y haciendo uso de las herramientas y métodos que pongan en nuestras manos las Organizaciones y Entidades de Voluntariados, que son las que pueden ayudarnos a alcanzar estos logros y metas. ADH 843