Temas de Salud |
Dra. Marcia Castillo
¿Qué nos
hace ser humano según la ciencia?
Recientemente el libro de “Hombres a dioses” se erigió como uno de
los más grandes best sellers del último medio siglo, asunto que generó inusitada curiosidad para algunos por
tratarse de un texto meramente
científico donde se recrea
una perfecta urdimbre de antropología,
sociología y gran parte de la
evolución ontológica del hombre, cuando en
una entrevista se le preguntó a que
creía él se adjudicaba el éxito de su ópera prima respondió “estamos
contando la historia, la historia del ser
humano.”
El homo sapiens es el pináculo de la
cadena evolutiva, en teoría representamos la consecución fina en la pirámide de
los homínidos, poseemos lenguaje, capacidad de raciocinio, abducimos el pulgar
¿pero es eso lo qué nos hace ser humanos? ¿Acaso no tienen un lenguaje los
pavos reales? ¿no hay comportamientos humanos más insanos que el de cualquier
animal rastrero?
Comencemos por lanzarnos en el meollo de la personalidad, que en cierta forma define quienes somos y como actuamos y, que según la psicología moderna es definida como un compendio de características más o menos estables sobre las que han influido nuestra genética, pero también nuestras experiencias, de ahí el colofón de que somos entes biopsicosociales, esto nos lleva la siguiente pregunta ¿sólo nuestra personalidad define nuestro accionar y nuestro sentir?
Hoy día se ha escrito mucho del yo
plástico o dinámico coludiendo con la máxima heraclitiana de que todo cambia,
nada permanece, que un hombre no se baña dos veces al mismo río, que cambia el
hombre o cambia el río; entonces si la personalidad no define todos y somos plausibles
de cambio ¿esa empatía, esos rasgos humanos podríamos ubicarlos en algún punto
de nuestro cerebro?
El hito que nos hizo encontrar nuestro
talante
Estando de moda la denominada anti psiquiatría
(técnicas drásticas y poco éticas para tratar los enajenados mentales) comenzó a
usarse la lobotomía, fue el Dr. Egas Moniz el pionero en este tipo de praxis en
1935 con resultados cuestionables aun
así recibió un nobel, luego de destrozar la corteza prefrontal de las personas
pasaban a ser autómatas zombies o seres sin ningún tipo de iniciativa que se sumergían
en la abulia total.
Walter Freeman popularizó esta práctica
en EEUU. Mediante su propuesta del “pica-hielo”, martilleaba en el conducto
lagrimal dicha herramienta hasta separar el lóbulo frontal del resto del
cerebro, en ocasiones sucedía lo contrario
se tornaba irascibles, hiper sexualizados, violentos con comportamientos
abigarrados y que no se ajustaban a s comportamiento previo.
Entonces queda claramente definido que la corteza prefrontal es
el área que se encarga de configurar nuestro carácter. Se encarga de la
personalidad, la regulación de las emociones, la iniciativa y el juicio del
individuo.
La función ejecutiva hace referencia a
la capacidad para establecer distinciones entre pensamientos y
conflictivos, realizar juicios acerca del bien y del mal, predecir las
consecuencias futuras de actividades actuales.
¿Acaso quiere decir esto que no podemos
cambiar, que no podemos mejorarnos y como decía Cajals esculpir nuestro propio
cerebro?
¡Si! la respuesta es sí y no las ofrece
de manera llana Mahatma Gandhi: “Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus
palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus
actos, porque se convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos, porque se
convertirán en tu destino.
El Dr. Gazzaniga en un libro con título homónimo a
este artículo, nos deleita con su interesante, mordaz y amplia referencia
neurocientífica, sin embargo, al leerlo no dejaba de resonar esa canción que dice
“yo quisiera ser civilizado como los animales”, porque SOMOS animales,
pertenecemos a ese reino según la taxonomía biológica, pero nos corresponde
comportarnos mejor y ser mejor ya que nos hemos gastado millones de años de
evolución y adaptación para tirarlo por la borda. ADH 852
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