Iglesia | Darío Taveras,
MSC
El Cardenal López en el
otoño de su vida
“Y vio Dios que todo esto
era bueno”, (Génesis, 1-25).
El Cardenal Nicolás de
Jesús López Rodríguez fue ordenado Sacerdote el 18 de marzo de 1961, en la
vieja Catedral de La Vega. Diecisiete años después (1978), fue electo y
consagrado Obispo de San Francisco de Macorís. Tres años después (1981), fue
promovido al Arzobispado de Santo Domingo.
El Papa Juan Pablo II lo
promovió 10 años después (1991), al Cardenalato. Yo tuve el honor, viviendo yo
en nuestra casa generalicia, de ser invitado por él, a acompañarlo de cerca, en
la acostumbrada “toma de posesión”, de la Basílica Romana de San Pio X. Ayer,
jueves 18 de marzo, nos encontramos en la nueva Catedral de La Vega, para dar
gracias a Dios por los 60 años de Sacerdocio del Cardenal López y de Monseñor
Moya.
Fue una celebración hermosa, llena de fervor y de agradecimiento a Dios, presidida con unción por Monseñor Rafael Rodríguez, m.s.c., acompañado de otros Obispos, sacerdotes, religiosas y numerosos fieles veganos, que conocieron de cerca y aprecian mucho, tanto al Cardenal López como a Monseñor Moya. No es fácil recorrer y valorar los 60 años del sacerdocio fecundo del Cardenal López.
Pensando en los lectores del Periódico Camino
y recordando mi trato con el Cardenal López, en mis ya largos años de
ministerio sacerdotal y misionero, me voy a contentar simplemente, con señalar
tres pequeños detalles que recuerdo con admiración y agradecimiento:
• Fue uno de los primeros Sacerdotes que apoyó
la celebración de la Pascua Juvenil que iniciamos en el Cibao, en el año 1972,
siendo el párroco de la Catedral de La Vega.
El mostró siempre interés por la juventud. Era
el primero que procuraba el material de la Pascua Juvenil.
• En verano de 1983 viajó a Canadá
expresamente para decirles gracias a los familiares de los misioneros del
Sagrado Corazón Canadienses, que habían sembrado y gastado su vida en nuestro
País desde el año 1936, empezando por la costa Norte.
Fue un gesto de nobleza,
ese viaje de agradecimiento a los padres, madres, hermanos, primos, sobrinos de
los m.s.c. de Canadá. ¡Hizo un largo viaje simplemente para agradecer!
• Los universitarios de Santo Domingo, que
cada año hacían la peregrinación a pie por las calles de la capital,
peregrinación que ellos llamaron “de primada a primada”, porque salía siempre
de la UASD (Universidad primada de América), y terminaba en la Catedral Primada
de América. Los jóvenes Universitarios se sintieron siempre calurosamente
acogidos y acompañados por el arzobispo.
Me conformo con recordar simplemente estos
tres pequeños detalles para decirle, al sacerdote que cumple 60 años en el
otoño de su vida: gracias, muchas gracias, Cardenal Nicolás de Jesús López En
el otoño de su Vida.
Publicado: Caminodigital.net
https://ced.org.do/wp-content/uploads/2021/03/Semanario-Catolico-Camino-3.pdf
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