Actualidad | Jaime Tatayjunio
La Agenda 2030 para el
desarrollo y las religiones (V)*
Dimensiones “sacramental”
y “soteriológica” de la fe
La visión sacramental permea todas
las religiones. En el hinduismo, por ejemplo, el Śrīmad Bhāgavatam (11,2.41)
afirma: «El éter, el aire, el fuego, el agua, la tierra, los planetas, todas
las criaturas, las direcciones, los árboles y las plantas, los ríos y los
mares, son todos órganos del cuerpo de Dios». Al recordarlo, afirman los
líderes hindúes, «un devoto respeta todas las especies»[15].
En consonancia con la visión
sacramental cristiana, Francisco ha afirmado también: «Es nuestra humilde
convicción que lo divino y lo humano se encuentran en el más pequeño detalle
contenido en los vestidos sin costuras de la creación de Dios, hasta en el último
grano de polvo de nuestro planeta» (LS 9)[16]. La visión sacramental desborda
el marco de los siete sacramentos y descubre en la creación entera un
proto-sacramento, un signo visible de la presencia divina en todo lo creado.
Destruir la naturaleza supone
destruir mediaciones privilegiadas de la vida sobrenatural. En este sentido, la
celebración de los sacramentos y la práctica de la oración contemplativa pueden
ser interpretadas como ejercicios de restauración, re-ligión (de re-ligar) o
re-conciliación, ayudas para re-descubrir las mediaciones que sostienen la
vida, poniendo de relieve cómo la vestigia Creatoris está presente en toda la
realidad de la creación: «La contemplación es inútil; parte de una dimensión de
la vida a la que no puede darse un valor utilitario preciso. De hecho, en su
nivel más profundo, se resiste a ser forzada en esas categorías. Al mismo
tiempo, es necesaria e importante (es decir, útil) para la tarea de renovar la
cultura humana y sanar un mundo natural fragmentado y degradado»[17].
En síntesis, frente al panteísmo que
diviniza la naturaleza, el materialismo que reduce todo valor del mundo natural
a su uso instrumental y el racionalismo que idolatra la razón
científico-técnica, la visión sacramental reconoce una dimensión sagrada en la
creación, sin llegar a divinizarla.
Dimensión «soteriológica»
En una de sus muchas acepciones, el
término religión significa re-ligar, es decir restaurar o restablecer
relaciones rotas. La dimensión soteriológica – del griego σωτηρία (sōtēria,
«salvación») y λογος (logos, «estudio de») – de la experiencia espiritual
resulta central para las religiones, ya que permite sanar el desorden personal
y comunitario en la relación con Dios, con el otro, con uno mismo y con la creación.
El movimiento medioambiental, desde
sus orígenes hasta nuestros días, ha hecho también hincapié en esta cuestión.
Los paisajes «salvajes» o poco transformados fueron percibidos como espacios
restauradores y sanadores, como nuevos lugares de peregrinación donde poder
encontrar descanso y restablecer la salud física y emocional. La declaración de
espacios naturales protegidos —separados del resto del territorio, humanizado y
transformado — refleja la función terapéutica que la nueva sensibilidad ecologista
otorga a la naturaleza[18].
Sin embargo, la mayoría de las
tradiciones insisten en la importancia de superar el planteamiento meramente
terapéutico y concebir la salud de la naturaleza y del ser humano de forma
conjunta. Así lo expresó la comunidad budista: «Necesitamos despertarnos y
darnos cuenta de que la Tierra es nuestra madre, así como nuestro hogar, y en
este caso el cordón umbilical que nos une a ella no puede ser cortado. Cuando
la Tierra se enferma, nosotros nos enfermamos, porque somos parte de ella»[19].
Hay otro aspecto en relación con
esta dimensión que resulta especialmente importante para las tradiciones
religiosas: su carácter comunitario. Frente a los planteamientos
individualistas, las religiones señalan que la salvación es una tarea colectiva
que conduce a una visión relacional de la sociedad, en la que el creyente vive
como miembro de una «sublime fraternidad con todo lo creado» (LS 221). Dicho de
otro modo: nos salvaremos juntos, y sólo salvaremos a la creación de su
destrucción si la salvamos juntos.
15. Cfr
«Bhumi Devi Ki Jai!»…, cit.
16. Cfr J. Hart, Sacramental Commons. Christian
Ecological Ethics, Oxford, Rowman & Littlefield, 2006.
17. D. E. Christie, The Blue Sapphire of the
Mind. Notes for a Contemplative Ecology, New York, Oxford University Press,
2013, 325.
18. Cfr H. Clinebell, Ecotherapy: Healing
Ourselves, Healing the Earth, Minneapolis, Fortress Press, 1996.
19. The Time to Act is Now: A Buddhist
Declaration on Climate Change, 14 de mayo de 2015.
Publicado en:
https://www.laciviltacattolica.es/2021/06/25/la-agenda-2030-para-el-desarrollo-y-las-religiones/
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