Liturgia |
Vatican News
Desde 2016, la Iglesia celebra el 22 de julio
la
fiesta litúrgica de Santa María Magdalena,
primera mensajera de Cristo
resucitado
Santa María Magdalena, con Jesús hasta el final
¿Quién es
María de Magdala? Es el evangelista Lucas, en el capítulo 8, quien habla de
esta mujer: “Jesús recorría las ciudades y los pueblos, predicando y anunciando
la Buena Noticia del Reino de Dios. Lo acompañaban los doce, y también algunas
mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades que los
servían con sus bienes. Entre ellas estaba María, llamada Magdalena, de la que
habían salido siete demonios”.
En los
Evangelios, en aquellos capítulos en los que se relatan los momentos más
dramáticos de la vida de Jesús, aparece María Magdalena, junto a su Maestro,
junto con otras mujeres. Son ellas de hecho, quienes le siguen a lo largo del
Calvario y asisten a la Crucifixión. La Magdalena todavía está presente cuando
José de Arimatea coloca el cuerpo de Jesús en el sepulcro y es también ella
quien, al día siguiente, regresa al sepulcro y descubre que la piedra ha sido
removida.
Santa María Magdalena, con Jesús hasta el final
La santa de hoy, Santa María Magdalena, goza de buena fama. La literatura, la música y el cine la han presentado como una mujer de corazón grande, una enamorada de Jesús, testigo en primera línea de su muerte y resurrección, símbolo de mujer buscadora y entregada hasta el final.
En el
evangelio de hoy, vemos que Jesús pregunta a María de Magdala: ¿Por qué lloras?
¿A quién buscas? Son preguntas que trascienden el personaje de la mujer y se
incrustan en cada uno de nosotros:
¿Por qué
lloras? Jesús nos invita a tomar conciencia de nuestras pérdidas y de los
sentimientos que las acompañan. ¿Qué es lo que ahora produce en nosotros
tristeza y desamparo? ¿Qué formas reviste nuestra manera personal de vivir la
relación con un Jesús “ausente”? ¿Qué zozobras nos causa el ambiente en el que
vivimos?
¿A quién
buscas? No es la primera vez que Jesús formula una pregunta como esta. Se la
dirigió también a los discípulos de la primera hora al comienzo del evangelio
de Juan. Es como si la revelación necesitase siempre el punto de enganche del
deseo. Quien no desea no ve. Quien no busca no encuentra. Quien se detiene
nunca llega.
Amigo,
amiga, ¿Cuáles son nuestras búsquedas de hoy? ¿Qué nos mueve por dentro para
seguir caminando?
Detrás de
cada lágrima, hay un Jesús que las enjuga. Detrás de cada búsqueda hay un Jesús
que pronuncia nuestro nombre y nos invita a vivir. La memoria de María
Magdalena es la memoria de un amor posible cuando todo parece perdido.
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