Papa Francisco | JEM/Zenit
4 desafíos de la inculturación de la fe (según el Papa)
En un video mensaje enviado a través de un video
de YouTube a los participantes en un congreso virtual continental de vida
religiosa organizado por la Confederación Latinoamericana de Religiosos, el
Papa les habló de cuatro desafíos para la inculturación de la fe. Los ofrecemos
a continuación a modo de puntos que por su validez también pueden servir para
otras realidades y grupos eclesiales:
Primero: unidad no es uniformidad
“Cuánto bien nos puede hacer descubrir que la
unidad no es uniformidad, sino pluriforme armonía (cf. Exhort. ap. Evangelii
gaudium, 220), y no olvidemos que quien hace la armonía es el Espíritu Santo.
Una pluriforme armonía para asumir las diferencias, valorar las
particularidades, en un espíritu de una sana y abierta interculturalidad.
Segundo: teología inculturada a la realidad local
(…) una fe que no sea inculturada no es
auténtica. Por ello, los invito a entrar
en aquello que nos va a dar en esa realidad, que nos va a dar el verdadero sentido
de una cultura que es en el alma de los pueblos. Entren en la vida del pueblo
fiel, entren con respeto a sus costumbres, a sus tradiciones tratando de llevar
adelante la misión de inculturar la fe, y de evangelizar la cultura. Es un
binomio, inculturar la fe y evangelizar la cultura. Valorando lo que el
Espíritu Santo ha sembrado en los pueblos, que es también un don para nosotros.
Cuando no se da esta inculturación, la vida cristiana y más la vida consagrada
termina en las posturas gnósticas más aberrantes y más ridículas. Lo hemos
visto, por ejemplo, en el mal uso de la liturgia, por ejemplo. Lo importante es
la ideología y no la realidad de los pueblos, y eso no es Evangelio. No se
olviden del binomio: inculturizar la fe y evangelizar la cultura.
Tercero: renunciar al criterio de los números
La vida consagrada es experta en comunión; la vida
consagrada es itinerante, es promotora de fraternidad. Sin embargo, en nuestro
tiempo se enfrenta a la tentación de “la supervivencia”. Cuántas veces ustedes
hacen las cuentas sobre cuántos religiosos o cuántas religiosas tiene mi
congregación o las curvas de decrecimiento. Es una tentación la de la
supervivencia. Es bueno renunciar al criterio de los números, al criterio de la
eficacia, que podría convertirlos a ustedes en discípulos temerosos, encerrados
en el pasado y abandonados a la nostalgia. Esa nostalgia que son en el fondo
los cantos de sirena de la vida religiosa. Ante esto, la estrategia y la
decisión más sensatas, serían aprovechar la oportunidad de recorrer con el
Señor los caminos de la esperanza, reconociendo que el fruto está bajo la guía
exclusiva del Espíritu Santo.
Y, ¿qué tenemos que hacer? Metete en el santo
pueblo fiel de Dios, respeta al santo pueblo fiel de Dios, evangeliza, da
testimonio y lo demás déjalo al Espíritu Santo.
Cuarto: la alegría del testimonio
Alegría, alegría en múltiples formas. Paz, gozo,
sentido del humor. Por favor pidan esa gracia. En la exhortación sobre la
santidad quise precisamente poner un capítulo sobre el sentido del humor. Es
tan triste ver hombres y mujeres consagrados que no tienen sentido del humor,
que todo lo toman en serio. Por favor. Estar con Jesús es estar alegre, es
tener también la capacidad que da la santidad de este sentido del humor. Lean
ese capitulito en mi exhortación sobre la santidad.
Publicado por Zenit
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