Actualidad | Alcedo A. Ramírez
En
el mes de junio, de una manera casual, mi esposa Zoila y yo mantuvimos varias
conversaciones sobre los componentes y las personas del título de este
artículo, sin jamás pensar que las lluvias de agosto nos iban a traer las
noticias tristes de las muertes de los padres Miguel José y Lucas, con la
diferencia de un solo día. La coincidencia adicional era que los asuntos
tratados sobre ambos sacerdotes tenían que ver con Amigo del Hogar.
Aparte
de estas coincidencias, por largo tiempo habíamos conocido y tratado a los
padres Lucas y Miguel José, en sus calidades de Cura Párroco de la Iglesia
Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Los Prados y de sus involucramientos en
la Imprenta y Revista Amigo del Hogar. Esta condición también hizo que la
partida repentina de estos pequeños grandes hombres a la Mansión Celestial nos
causara profunda pena y sorpresa.
Sin
lugar a dudas que muchas cosas se pueden decir y se van a decir de estos
excelentes siervos de Dios, pero en el caso nuestro, y de esta humilde
colaboración, lo que pretendemos es resaltar el gran aporte de ambos al
sostenimiento, crecimiento y establecimiento de la Revista Amigo del Hogar como
un órgano extraordinario, efectivo y permanente de la Iglesia Católica de la República
Dominicana para sus labores de evangelización del Pueblo Dominicano y la
preservación de los Derechos Humanos y de Ciudadanía, teniendo como eje central
la dimensión de la Familia Dominicana.
Lo
primero que hay que decir, en honor a la verdad y a la memoria de varios otros
sacerdotes Misioneros del Sagrado Corazón, es que esta Revista Amigo del Hogar
ha sido la publicación periódica de más larga vida en el País, ya que en el
presente año se están editando y dando a la luz pública los números
correspondientes a sus 80 años de presencia en el suelo nativo. Aparte de los
materiales cristianos y religiosos, la Revista incluye artículos de actualidad,
economía, finanzas, humanismo, psicología, sociología, historia y cualquier
otro tema que en un momento dado pueda tener alguna importancia y relevancia en
la vida dominicana o internacional.
Al
P. Lucas le toca dirigir la Revista en el año de 1976, caracterizado por múltiples
crispaciones sociales y políticas, adornadas por rasgos inequívocos de
represión y violación de los Derechos Comunes y Humanos de una gran parte de la
población, lo que hizo que el padre Lucas asumiera una voz cantante en defensa
de las personas que eran víctimas de esos atropellos, cual moderno Montesinos y
Padre Las Casas.
El
P. Miguel José, por su parte, vino para agotar su turno en una época de grandes
cambios y riesgos para la prensa escrita y para las revistas, en sentido
general, y para las publicaciones religiosas y católicas, en caso particular,
lo que introducía un elemento adicional de complejidad a la situación, producto
de la invasión de las nuevas tecnologías, la disminución de la demanda de los
productos impresos y la continua secularización de los medios sociales y
políticos, en detrimento de las costumbres y valores cristianos.
Ambos
sacerdotes, pequeños gigantes de los profetas del Pueblo de Dios, cumplieron a
cabalidad con sus grandes responsabilidades al frente de la Revista Amigo del
Hogar, garantizando así su permanencia en el tiempo y su lanzamiento a nuevos
niveles de calidad y penetración en la Sociedad Dominicana y Universal.
Enhorabuena y larga vida Amigo del Hogar y eterno agradecimiento a los Amigos y
Padres Lucas y Miguel José.
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